Por Mario Villegas, 30/03/2014
Columna de Puño Y LetraA contravía de la precedente semana, la que acaba de concluir ha reforzado la esperanza de que los venezolanos podamos presenciar un diálogo constructivo entre el gobierno y el abanico de fuerzas que componen la oposición política agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática. El detonante de este nuevo impulso anímico ha sido la visita a Venezuela de los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas, la cual parece haber destrancado un juego de irreductibles posiciones encontradas.
La misión de Unasur sorprendió positivamente a los representantes de los más variados sectores del país con los cuales esta celebró contactos directos, según lo han revelado varios de los participantes que adversan las políticas oficiales.
Desde el siempre combativo movimiento estudiantil, pasando por la MUD en todas sus expresiones partidistas, así como la dirigencia empresarial privada, los representantes de diversas iglesias y de las más importantes organizaciones defensoras de los derechos humanos, todos han coincidido en la seriedad y receptividad mostrada por la inmensa mayoría de los cancilleres, a cuyos encuentros habían acudido con muy escasas expectativas dado que Unasur nació por iniciativa del fallecido presidente Hugo Chávez. Pero resulta que en todos los países suramericanos, incluso en los más cercanos políticamente a nuestro gobierno, hay un elemental respeto por la institucionalidad republicana y una dinámica democrática que dista mucho de las formas atropelladoras del chavismo autóctono.
El comunicado final de la comisión de Unasur no deja dudas sobre la utilidad que esta visita ha tenido para los factores críticos al gobierno, pues al registrar la “disposición al diálogo” por parte de “todos los sectores”, el documento echa por tierra las acusaciones gubernamentales de que la MUD y la oposición en general no quieren dialogar. Lo mismo ocurre con el llamado a “moderar el lenguaje”, que evidentemente tiene como primerísimo destinatario al presidente Nicolás Maduro y al resto del liderazgo chavista.
Del mismo modo, cuando la Comisión de cancilleres dice que “ha identificado en sus contactos un firme rechazo de todos los sectores a los lamentables actos recientes de violencia, condenando a cualquier tentativa de ruptura del orden democrático…” deja sin asidero la tesis oficialista de que la MUD está comprometida con la violencia y jugando al golpe de estado.