Las reservas internacionales han caído aceleradamente los últimos meses |
ANTONIO MARIA DELGADO 05 de junio de 2015
@DelgadoAntonioM
En lo que refleja el dramático estado de
sus finanzas, Venezuela está quemando sus reservas internacionales a un ritmo
de casi $2,500 millones por mes, una insostenible tendencia que amenaza con
agotar su colchón financiero en sólo siete meses.
La acelerada caída de las reservas, que
se produce en medio de una de las peores crisis económicas del país, ha estado
acentuando las dudas en los mercados financieros sobre la capacidad de pago del
país petrolero, con analistas advirtiendo que las probabilidades de que entre
en default a inicios del próximo año son muy altas.
Y el precario estado de las cuentas
externas también está incidiendo en la pronunciada pérdida de valor del bolívar en el denominado
mercado paralelo, con el dólar apreciándose en un 56.65 por ciento en tan solo
un mes ante la moneda nacional, pasando de los 275.56 bolívares por dólar con
que cerró el 5 de mayo a los 431.36 bolívares en que se ubicaba al cierre de
esta edición.
Según un informe de la firma Latinvest
Group Holdings, LLC, Venezuela ha perdido $7,357 millones de sus reservas
internacionales en solo tres meses, llevándolas hasta los $16,897 millones,
nivel que no había sido visto desde el 2003, cuando los precios del petróleo se
encontraban cerca de los $20 el barril.
“Ellos han estado quemando más de $500
millones por semana de sus reservas internacionales, y ya no pueden seguir
haciendo eso”, advirtió Russell M. Dallen, socio gerente de Latinvest Group
Holdings.
“Pero lo más alarmante es que por los
últimos tres meses, ellos han seguido quemando las reservas a ese ritmo, pese a
que el país no ha estado enfrentando grandes pagos de bonos. Las reservas han
seguido cayendo cuando deberían estar recuperándose”, agregó.
Eso es clave porque por estos días los
compromisos de deuda no alcanzan los $100 millones por mes, en contraste con
los grandes pagos que suman cerca de $5,000 millones que Venezuela tendrá que
realizar para finales de año, explicó Dallen.
AGENCIAS
DETECTAN DETERIORO ECONÓMICO
El acelerado deterioro de las finanzas
venezolanas no ha estado pasando desapercibida por las agencias de calificación
de riesgos, las cuales han comenzado a advertir que el régimen de Nicolás
Maduro podría verse en serias dificultades para cumplir con la deuda ante Wall
Street, salvo que se produzca un milagro y los precios del crudo venezolano
—actualmente en $56 el barril— mejoran drásticamente.
La agencia Moody’s, por ejemplo, dijo en
un informe reciente a inversionistas que cree que el atribulado régimen de
Caracas encontrará alguna manera de cumplir con sus obligaciones externas en lo
que resta del año.
Pero “sí los precios del petróleo se
mantienen en los actuales niveles a lo largo del 2016, el país podría agotar
sus activos externos, incrementando aún más la probabilidad de un default pese
a la fuerte voluntad de las autoridades de seguir cumpliendo con los
compromisos de pago”, resaltó el informe.
La agencia actualmente califica la deuda
de la estatal PDVSA como “CAA”, lectura que significa que está sujeta a un
riesgo de crédito muy alto.
El cuadro económico del país se complica
porque además de enfrentar elevados pagos de deuda en un escenario con una
renta petrolera cada vez menor, el régimen debe también destinar gran parte de
las pocas monedas duras que aún le quedan para tratar de evitar que la ya grave
crisis de abastecimiento que sufre el país se agudice aún más.
Economistas advierten que la rápida tasa de consumo está
superando ampliamente la capacidad de las importaciones de productos y de la
producción nacional de reponer el agotamiento de los inventarios, y que estos
actualmente se encuentran en niveles alarmantemente bajos.
DEPENDIENTE
DE LAS IMPORTACIONES
La sostenida destrucción del aparato
productivo a lo largo de los últimos 15 años de la revolución bolivariana ha
convertido al país altamente dependiente de las importaciones para abastecer a
los venezolanos de productos de primera necesidad.
Pero la caída de la renta petrolera
significa que cada vez son menos los dólares que están disponibles para
importar alimentos, lo que actualmente se está traduciendo en largas colas para
ingresar a los supermercados, anaqueles vacíos e intentos por parte del régimen
por introducir mecanismos de racionamiento para administrar la escasez como lo
hacen sus mentores ideológicos cubanos.
Además de la escasez, el deterioro de
las cuentas externas también puede verse en la actual debilidad del bolívar
frente al dólar en el mercado negro, el cual es ilegal pero es el único al que
la inmensa mayoría de venezolanos tienen acceso.
“El nivel de reservas disponibles en
manos del gobierno, cuando cae a mínimos, se siente en el tipo de cambio
paralelo inmediatamente”, dijo el economista Alexander Guerrero, presidente de
TecnoEconomica.
Y eso explica parte de la sostenida
debilidad de la moneda nacional, que de continuar podría llevar el tipo de
cambio a tocar los 1,000 bolívares por dólar en cuestión de pocos meses,
señaló.
“Ante esta situación, el techo del
paralelo es el cielo, y es por eso que podemos ver como el dólar se ha
apreciado frente al bolívar en más del 100 por ciento desde finales de enero. A
esa velocidad —con un valor del dólar que se va doblando cada cuatro meses—
vamos a superar los $1,000 bolívares por dólar antes de que termine el año”.
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