Por Victor Hugo D’Paola
Diálogos y acuerdos entre
enemigos se han producido a lo largo de la historia. Seleccionemos de
muchos, cuatro ejemplos. Durante dos siglos cruzados cristianos lucharon contra
musulmanes, Saladino, kurdo de origen seguidor de Mahoma, pactó con Ricardo Corazón
de León -los árabes lo llamaban "culo de león"-, quien aceptó que
Jerusalén quedase en manos árabes.
Viniendo más acá, en tiempo
y espacio, Simón Bolívar quien había promulgado el decreto de guerra a muerte
contra españoles y canarios, se reúne con el general español Pablo Morillo para
lograr un armisticio y la regularización de la guerra. José Stalin, poderoso
jefe del comunismo mundial pacta con Hitler un acuerdo que firmaron Molotov y
Ribbentrov. La principal víctima del acuerdo entre estos dos tiranos fue
Polonia.
Más tarde el mismo Stalin
forma con Churchill y Roosevelt el frente de los aliados contra Hitler,
Mussolini y los japoneses. Después de 27 años de prisión por luchar por los
derechos de la mayoría negra en Sudáfrica, Nelson Mandela se reúne con P. W.
Botha, el blanco afrikáner, presidente de Sudáfrica, donde habían impuesto el
degradante e inhumano apartheid.
Más tarde Mandela llega a
acuerdos con De Klerk, nuevo presidente, mediante el cual los negros podrían
votar en las elecciones, lo que no les estaba permitido. Mandela gana las
elecciones, y con ellas la presidencia, una de sus primeras medidas fue
designar al blanco afrikáner De Klerk vicepresidente. Ejemplos hay muchos
de enemigos irreconciliables que se sientan a dialogar y llegan a compromisos.
En Venezuela durante los
últimos 17 años ha habido una dictadura creciente que jamás ha permitido la
menor relación con sus opositores, a los cuales despreciaba, humillaba,
perseguía, calumniaba. Para la "revolución" chavista los opositores
son simples escuálidos, a los cuales había que liquidar.
Personalidades relevantes,
expresidentes de honor, cultura y eficacia, como Fernando Henrique Cardozo,
Ricardo Lagos, el premio Nobel de Costa Rica Arias, cuando intentaron mediar en
el asunto venezolano, fueron insultados y no se les permitió visitar algunos
presos políticos. A Felipe González, referencia fundamental del socialismo
europeo, se le acusó de agente de la CIA y de instrumento de una conspiración
contra Maduro.
Ahora cuando el Gobierno
está altamente desprestigiado, cuando ha arruinado al país, y cuando la
oposición plantea, de acuerdo a la Constitución, hacer un referendo revocatorio
del mandato del presidente, se les ocurre a los chavistas proponer un
diálogo. Este no es sino una engañifa para ganar tiempo e impedir el referendo
que cambie al mandatario.
Para el engaño del falso
diálogo utilizan a Ernesto Samper, presidente de Unasur que ellos mismos
pusieron ahí. Samper ha sido el peor presidente colombiano de los últimos años.
Investigado por sus relaciones con los carteles del narcotráfico, quienes le
costearon su campaña electoral. En particular sus vínculos con el Cartel de
Cali y el del Norte del Valle están demostrados, como lo reveló la prestigiosa
revista "Semana". A Samper lo acompañó el narcoescándalo, se vio
obligado a exilarse, tiempo después un Tribunal lo liberó de cargos y pudo
regresar a Colombia. Este es el hombre del "diálogo" propuesto
por Maduro.
Lo acompañan otros
expresidentes: el panameño Torrijos, que no sabemos porque está ahí, no tiene
credenciales para una misión de tanta monta. Su único mérito hasta ahora es ser
hijo del coronel Torrijos, quien logró rescatar el Canal para los panameños.
Leonel Fernández, su partido
sigue siendo gobierno en República Dominicana, éste ha sido un permanente apoyo
a Maduro, están de por medio las deudas del petróleo que Venezuela les
suministra.
Por último, Rodríguez
Zapatero, su mal gobierno fue evidente, la crisis que hoy vive el socialismo
español expresado en el PSOE, es culpa de tan mala gestión. El resurgir en
España de la ultraizquierda tiene que ver con la gestión de Zapatero, con razón
ha recibido alabanzas de Podemos y de su líder Pablo Iglesias.
Jaime Campmany, uno de los
dos mejores articulistas españoles de las últimas décadas -el otro es Francisco
Umbral- le dedicó un libro a la vida política de Zapatero y en particular
a su gobierno, al que calificó de "esperpento". Su libro se llama
"Zapatiesta Zapatero". Las críticas son abrumadoras. García Abad
escribió también un libro sobre Zapatero, lo llama "El Maquiavelo de
León". Este autor había escrito biografías de los presidentes Suarez
y González. Este libro también es una crítica dura a Zapatero como político y
como gobernante. Estos son los amigos de Maduro, los que ignoran el referendo
revocatorio.
05-07-16
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