Por Julett Pineda
El diálogo parece
estar aún más lejos que cuando llegaron por primera vez los mediadores de la Unasur.
Aunque del lado del Gobierno y de la oposición distintos
actores predican la palabra de la mediación, ninguna de las partes cede.
El primero suma amenazas contra elPoder Legislativo, mientras que el segundo
reclama que el revocatorio tenga una fecha para su activación.
Sin embargo, aunque en
más de una ocasión el oficialismo ha dicho estar presto al diálogo,
el pasado martes 2 de agosto, lanzó
otro dardo contra el único poder con el que se ha hecho la oposición: el
legislativo. “He pedido una consulta al Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ) y a la Contraloría porque no puedo dar
recursos a instituciones que desacatan”, expresó el presidente Nicolás
Maduro desde su programa semanal.
Para el politólogo Juan
Manuel Trak, la última arremetida del mandatario contra la Asamblea
Nacional persigue anular operativamente al Parlamento. “Es la búsqueda
de un cierre técnico de la AN para evitar que salga cualquier tipo de decisión
de la mayoría calificada“, aseguró el especialista, “(Maduro) no lo está
haciendo como lo hizo Daniel Ortega en Nicaragua, sino buscando su
cierre logístico al no proveerle recursos”.
Añadió que esta táctica ya
la ha implementado el Gobierno en el pasado, pero en una versión más
pequeña, cuando le quitó recursos a la Alcaldía Mayor y a las gobernacionescon
las que se hizo la oposición en las últimas elecciones. Sin embargo, precisó,
esta estrategia nunca se ha aplicado enteramente a un poder.
Por su parte, el politólogo
y director de la escuela de Comunicación Social de la UCV, Miguel Ángel
Latouche, considera que el chavismo entiende lo político como algo
hegemónico, por lo que no está presto a ceder ante la oposición.
“Yo no sé si el Gobierno
esté interesado en el diálogo. Hace declaraciones políticas pero para
dialogar se requiere respeto entre las partes. La descalificación, el uso
del insultos como mecanismo discursivo y la deshumanización del otro no generan
condiciones propicias para dialogar”, dijo.
Sin diálogo ni intención
A pesar de las visitas de
los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Martín Torrijos y Leonel
Fernández, ambos especialistas coinciden en que las partes no tienen la
intención dedialogar. Aseguraron que las reiteradas arremetidas del Gobierno contra
la oposición tampoco barren los esfuerzos de los mediadores porque
estos no han sido capaces de propiciar la confianza suficiente para
que los bandos se sienten a discutir.
“Lo que no han logrado hacer
los mediadores es construir un espacio que sea confiable para
ambas partes”, dijo Latouche. Añadió que tanto la oposición y el Gobierno ya
han intentando tener acercamientos anteriormente, como cuando se sentaron
a la mesa durante las protestas del año 2014 y no se llegó a ningún acuerdo.
Por su parte, Trak opina
que, pese a que los acercamientos hechos por el grupo de
expresidentes han tenido buena voluntad, las partes carecen de
una verdadera intención de que se procuren las negociaciones. “No
existe la intención de entregar el más mínimo poder. Lo que alcanzó la oposición el 6D le
ha sido negado de facto por parte del Gobierno“, indicó.
El especialista recordó que
también en el año 2004 hubo una estrategia dilatoria por parte del Consejo
Nacional Electoral (CNE) de cara al referendo revocatorio del
presidente Hugo Chávez. En esta, señaló, también se recurrió al
diálogo.
“Al final del día, la
propuesta no parece un diálogo sincero ni una conversación que vaya a
conducir a algo. Una vez que el Gobierno vea que el referendo no
va en 2016, probablemente ya no haga más llamados”, apuntó Trak.
04-08-16
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