CEV 30 de enero de 2018
ANTE
LA CONVOCATORIA A ELECCIONES PRESIDENCIALES ADELANTADAS.
1.- Ante la decisión de la Asamblea Nacional
Constituyente -ANC-, y su "imposición" al Consejo Nacional Electoral
-CNE- de realizar elecciones presidenciales adelantadas para el primer
cuatrimestre del año 2018, en comunión con nuestros hermanos Obispos de
Venezuela, llamamos a la comunidad nacional a reflexionar serena y seriamente
sobre lo que ello significa.
2.- En primer lugar, ratificamos lo dicho en la
Exhortación Pastoral "Dios consolará a su Pueblo", del pasado 12 de
enero 2018: "La Asamblea Nacional Constituyente es inconstitucional e
ilegítima en su origen y en su desempeño. En vez de limitarse a redactar una
nueva Constitución pretende erigirse en un supra poder con funciones ejecutivas
y judiciales" (n.4). Demostración de esto es el mandato dado al CNE por
parte de la ANC para que convoque elecciones presidenciales adelantadas,
contraviniendo el marco legal vigente.
3.-En segundo lugar, estamos ante un hecho de
extralimitación y desnaturalización de las funciones de la ANC. Tenemos una
Constitución Nacional y unas leyes que estipulan claramente el procedimiento de
las elecciones. Sencillamente, se desconocen y omiten estas disposiciones, para
legislar según los intereses propios del poder.
4.- En tercer lugar, es, además, un
despropósito ético y humano, un verdadero crimen que clama al cielo, que en
medio de una situación de penuria, hambre, parálisis de servicios, muerte y
colapso nacional, se privilegie un espectáculo de distracción y alienación, en
condiciones desiguales, contra todo sentido de equidad y servicio a la
población. En Democracia la primera responsabilidad de todo gobernante es atender
las necesidades básicas de la gente, que por desgracia hoy está obligada a
pasar hambre, a no contar con los servicios mínimos indispensables para la
vida, en ocasiones hasta morir, y en otras, a emigrar ante la necesidad de
sobrevivir.
5.- Debemos recordar lo que dice la
Constitución Nacional: "La soberanía reside intransferiblemente en el
pueblo..." (Art. 5), por tanto, es el pueblo el que debe asumir "su
vocación de ser sujeto social con sus capacidades de realizar iniciativas como,
por ejemplo, que la sociedad civil lleve adelante una consulta para señalar el
rumbo que quiere dar a la nación como prevé nuestra Carta Magna (Cfr. Art.
71)" (n.6). Es el propio pueblo, y no una instancia espúrea el que sitúe
las cosas en su justo lugar.
6.- Para ello se necesitan instituciones del
Estado que respeten la voluntad del pueblo. El CNE es la institución llamada a
velar por las garantías electorales de los ciudadanos, de ahí la necesidad de
su reestructuración para que "cumpla con la imparcialidad que le pide la
Constitución vigente. Solo así actuará con transparencia y equidad en sus
funciones y garantizará el respeto a las decisiones del pueblo" (n.7).
Aunado a esto debemos recordar que si realmente vivimos en democracia, la
institución electoral –CNE- debe mantener su autonomía y servir al pueblo
elector.
7.- La dirigencia política debe asumir
responsablemente la difícil y real situación: la comunidad internacional ha
declarado abiertamente su convicción de que la actuación del gobierno es
inaceptable. La dirigencia de los partidos políticos ha sido en muchas
circunstancias deficiente e incoherente. Deben abrirse a buscar un consenso con
los diferentes sectores de la sociedad, pues una condición imprescindible es el
reconocerse y lograr una unidad política que va mucho más allá de las alianzas
electorales.
8.- La situación y el momento que estamos
padeciendo los Venezolanos ante esta crisis global, "requiere de una gran
dosis de esperanza junto a acciones concretas que contribuyan a mejorar las condiciones
de vida, a dignificar a las personas, y a fortalecer a las familias y
comunidades a las que pertenecemos" (n. 9). En ello estamos dispuestos a
colaborar para que encontremos el rumbo de una Venezuela fraterna y de todos.
"Lo positivo y lo eficaz es el compromiso, la esperanza y la solidaridad.
¡Despierta y reacciona, es el momento!, lema de la segunda visita de san Juan
Pablo II a Venezuela (1996), resuena en esta hora aciaga de la vida nacional.
Despertar y reaccionar es percatarse de que el poder del pueblo supera
cualquier otro poder" (n. 8).
Que el
Espíritu nos ilumine y nos dé fuerzas para servir a nuestro pueblo.
Con
nuestra bendición.
29 de
enero de 2018
+José
Luis Azuaje Ayala
Obispo
de Barinas
Presidente
de la CEV
+Mario
Moronta Rodríguez
Obispo
de San Cristóbal
1°
Vicepresidente de la CEV
+Raúl
Biord Castillo
Obispo
de La Guaira
2°
Vicepresidente de la CEV
+José
Trinidad Fernández Angulo
Obispo
Auxiliar de Caracas
Secretario
General de la CEV
+Jorge
Cardenal Uorsa S.
Arzobispo
de Caracas
Presidente
honorario de la CEV
+Baltazar
Cardenal Porras C.
Arzobispo
de Mérida
Presidente
honorario de la CEV