José Luis Farías 03 de enero de 2018
@fariasjoseluis
Corto
y Picante:
El
viernes 5 de enero de 2018 corresponde a la Asamblea Nacional cumplir con el
mandato constitucional de elegir su nueva junta directiva para el periodo que
se inicia. Si se respetan los acuerdos políticos de la MUD, y en apariencia no
hay razones en contrario, el poder legislativo debe ser presidido por un
parlamentario del partido Un Nuevo Tiempo, como ya le correspondió a Acción
Democrática y a Primero Justicia.
Pero
hoy las circunstancias son otras. Ya no estamos en el aquel primer año con
altas expectativas sobre la gestión del cuerpo, acentuadas por la oferta de
despachar a Maduro en seis meses, lo que nunca se consumó. Ni en el segundo,
todavía con un alto prestigio desperdiciado en la declaración del abandono de
cargo del inquilino de Miraflores que nunca se hizo posible. El año que se
inicia se pondrá en manos del partido de la Democracia Social la conducción de
un organismo maltrecho, con poco funcionamiento y con baja credibilidad.
El
desprestigio general de los partidos políticos es penoso y a pesar de que no
todo es por culpa de ellos hay que aceptar, autocríticamente, su alta cuota de
responsabilidad en esa debacle. En especial, lamentablemente, el del propio
partido Un Nuevo Tiempo. Condición que debemos reconocer con la humildad de
quien ha cometido errores y está dispuesto a corregirlos. Asumir con la
serenidad de quien sabe que sobre si están puestos todos los ojos y está
dispuesto a no volver a fallar. Admitir con el equilibrio de quien camina por
el filo de una navaja pero se siente seguro de llegar al final sin
trastabillar. Y entender con la convicción de quien habla con la verdad y está
ganado a luchar por ella.
Como
es obvio, no la tiene fácil Un Nuevo Tiempo. ¿Pero a santo de qué vienen estas
advertencias? Bueno, a que no será posible asumir con éxito esta
responsabilidad sin contar con una política para el país basada en la URGENCIA
del 2018 como el año para hacer de la recuperación de la república y su
fundamento, la soberanía popular, una causa nacional. Y aunque formular la
política demanda el concurso de todos, sí es tarea de Un Nuevo Tiempo liderar y
echar las bases para ese debate, sin dilaciones y estar al frente de la
instrumentación de la política resultante.
¿Cómo?
Haciendo todo lo necesario para recuperar la confianza ciudadana en la Asamblea
Nacional.
¿Cómo?
Integrando intereses y entendiendo en ello que la liberación nacional supone
unidad nacional que trasciende la unidad partidista o de caudillos.
¿Cómo?
Poniendo la política al servicio de lo social y no al revés porque la tragedia
humanitaria del pueblo no aguanta retraso.
¿Cómo?
Calibrando bien que nuestras dificultades son posibles de superar y no así el
caos del régimen.
¿Cómo?
Comprendiendo que mientras el régimen acentúe su autoritarismo más se va a
templar la voluntad democrática de los venezolanos en defensa de los derechos
humanos.
¿Cómo?
Convenciéndonos de que el mundo nos observa y está dispuesto a ayudarnos
siempre y cuando hagamos el trabajo que nos corresponde.
¿Cómo?
Asumiendo con voluntad férrea que el 2018 es el tiempo, urgente y tal vez
insustituible, para hacer efectivo el cambio político.
PD:
¿Quién será el nuevo presidente de la AN? Recordando a Rubén Blades: “La vida
te da sorpresas, sorpresas te da la vida”
Otrosí:
Ojalá y sea el diputado de UNT que mejor encarne ese enorme compromiso.
José
Luis Farías
@fariasjoseluis
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