Por Sebastiana Barráez
Ha cambiado Luisa Marvelia
Ortega Díaz. Desde casi mes y medio antes de irse de Venezuela, cuando nos
vimos en su despacho de la Fiscalía General de la República en Caracas, hasta
este momento en que la entrevisto en el lobby de un hotel en Bogotá, demuestra
mayor fortaleza. El acento en la respuesta es firme. Aunque sigue cuidando las
palabras, tiene mayor firmeza, parece haber conquistado un terreno en el que se
mueve con absoluta facilidad. Junto a ella, en silencio, siempre estuvo su
esposo Germán Ferrer. Y del otro lado dos personas de prensa, Kevin y Marvelis.
No se inmutó ante ninguna
pregunta. Solo un débil silencio cuando le pregunté qué le diría hoy a Nicolás
Maduro, a quien por cierto nunca llamó Presidente de la República. La primera
vez que la vi parecía más frágil. Ahora demuestra estar dispuesta a enfrentarse
a ese gigante que se le erige a veces chavista, otras opositor.
Observé que tuvo cuidado al
peinarse. Una chaqueta, pantalón, blusa blanca y como única joya, zarcillos.
Llevó su computadora, imagino que porque pensó que hablaríamos de temas
jurídicos, pero las preguntas fueron otras. No hubo en ella un solo gesto de
altivez.
Aquí cuenta lo que ocurrió
cuando Diosdado la llamó el 28 de diciembre para decirle que Chávez había
muerto. También sobre aquella reunión en Miraflores y de cómo Jorge Rodríguez
entró a su habitación. Enfrenta las denuncias de la Oposición sobre su
responsabilidad ante los presos políticos. Pero también las del chavismo sobre
una red de extorsión en el MP. Nos contó que Jorge Rodríguez le pidió que le
hablara sencillo a Maduro porque “sabes que es escaso”. También lo que Maikel
Moreno le solicitó para impedir el revocatorio, mientras Iris Varela
falsificaba firmas.
¿Doctora, qué ha significado
para usted estar fuera del país?
Ha significado el fortalecimiento
como persona, cómo luchadora social y el compromiso con los venezolanos en la
lucha por la libertad y la democracia. Esto ha sido una enseñanza de vida para
aprender el desprendimiento, apegarme más a los valores, a la
ética, a los principios y no a las cosas materiales. Tener el
compromiso de no descansar y tener mucha fuerza. No me imaginé que podía
llegar a tener este valor, estas ganas de luchar y de inspirar a otros.
Cada vez que veo alguien le transmito mensajes positivos, de esperanza y
de unión. Les pido no descalificar al otro, porque eso lo que hace
es fracturar. El deseo es hacer propuestas todos los días con el equipo y
trabajando para derrocar la tiranía, para que en Venezuela haya estado de
derecho y democracia.
¿Usted cree que logrará el
propósito que tiene con toda estás acciones que ha venido desarrollando a nivel
internacional?
Estoy convencida. Las acciones
que hemos ejecutado desde que salí de Venezuela han golpeado al gobierno.
Muchas de las acciones que adoptó la Unión Europea, sancionado a algunos
funcionarios venezolanos, fue por la información que pasamos y con ello se ha
logrado congelar cuentas, intentamos un acción ante la Corte Penal
y cinco generales; por ello se inició el examen Intentamos
una acción contra Nicolás Maduro por estar involucrado en el caso
Odebrecht. Muchas acciones que Estados Unidos y la
OFAC (Office of Foreign Assets Control), ha adoptado contra
funcionarios venezolanos, entre otros, es lo que les hemos suministrado. Para
los próximos días tenemos proyectadas dos acciones muy importantes que
impactarán al gobierno. Entonces el balance es positivo, pero aquí falta
un detalle y estamos trabajando en eso: la unión de los distintos
factores políticos y sociales con la sociedad para unificados derrotar al
gobierno.
En los hechos la
situación en el país está igual o peor que antes de que usted realizara esas
acciones. ¿Cuándo cambiará esa situación?
No son sólo las acciones
internacionales, tiene que haber acción a lo interno. He visto en los últimos
días a los trabajadores de la salud que han tomado acciones solos y no ha
habido una dirigencia política. ¿Dónde está la dirigencia política qué ha
dejado a la gente sola? Sí allí hubiesen verdaderos líderes estarían
acompañando el conflicto de la salud qué perjudica a toda la sociedad. Yo no
soy dirigente político sino funcionaria pública y no puedo estar involucrada en
temas partidistas ni de acciones de calle. Frente al tema de los alimentos hay
que hacerle una propuesta a los venezolanos para que ellos se responsabilicen y
le reclamen al Gobierno, porque el dinero destinado para eso se lo robó.
¿Qué le responde a Diosdado
Cabello cuando dice que usted lo traicionó. Que él fue quién la protegió y la
postuló y que usted le dio la espalda y traicionó a la Revolución Bolivariana?
Si él me protegió y me
defendió, se lo agradezco pero siempre actúe apegada a la Constitución y las
leyes, en consecuencia, no necesitaba que él me defendiera ni me protegiera. Mi
compromiso no puede ser con un partido o con una persona. Sí decir que ellos
estaban violando la Constitución, que querían cambiar la forma republicana que
nos dimos en la Constitución, que son delincuentes y corruptos, es traición,
pues que lo consideren así. Nicolás Maduro se arrogó la soberanía popular y
creó una Asamblea Constituyente. Como la Asamblea Nacional está en manos de la
Oposición y ellos no querían entregar cuentas, crearon un parapeto para
justificar la corrupción. Ellos no entregan cuentas de cuánta comida compran
ni de qué calidad. No entregan cuentas de las misiones militares que
envían a Cuba, cuando la Constitución es muy clara y esas misiones deben ser
aprobadas por la AN. Exijo que se me explique porqué razón estamos enviando
misiones militares a Cuba, cómo es el negocio del oro en el estado Bolívar. No
es posible auditar nada en el país porque ellos no quieren entregar cuentas. Si
lo que pretendían era que yo convalidara los hechos de corrupción, pues no lo
iba a hacer. Y si él me defendió está bien pero eso no significa que yo iba a
estar comprometida por los hechos de corrupción en los que él, Maduro y
todos ellos estén involucrados.
¿Existe realmente el poder de
Diosdado en el Gobierno?
Existe un conflicto entre
Diosdado y Maduro. Diosdado me dijo que él iba a ser el próximo candidato y yo
no sé qué pasó ahí. Pero Diosdado estaba convencido que en las elecciones, que
debieron ser en diciembre de este año, él sería el candidato. Ahí
indudablemente hubo un conflicto de poder. Ellos se ponen de acuerdo porque lo
que están defendiendo es ese grupo delincuencial y como todo delincuente tienen
códigos y saben que deben permanecer unidos si no los van a derrotar y a
enjuiciar. Yo no puedo tutelar los conflictos y los complejos que tenga
Diosdado. Sus complejos, frustraciones y sus incapacidades yo no se las puedo
resolver.
El presidente dijo
recientemente que hay un nido de conspiración en Colombia y EEUU y que en el
caso de Bogotá hay tantos militares como civiles conspirando. ¿Está usted
participando para la salida de Maduro que no sea por la vida democrática?
Cualquier acción que se
ejecute contra el gobierno de Venezuela son acciones válidas, constitucionales,
de valientes que nos van a liberar de esta tiranía. Si, en Colombia hay grupos
trabajando, como en Brasil, Panamá, República Dominicana, en todo el continente
y Europa, por el rescate de Venezuela. Eso no es conspiración, están trabajando
para evitar la conspiración que hay para cambiar la forma republicana que nos
hemos dado, para restablecer el estado de derecho, para rescatar la democracia,
la alegría, la esperanza, la solidaridad y la hermandad que teníamos los
venezolanos. Son acciones libertarias, de apego al país, de gente comprometida
con el país.
¿La recuerdo en una reunión en
Miraflores con el presidente de la República donde él se intermediario en el
conflicto entró usted como fiscal general y el Tribunal Supremo de Justicia.
Usted le entregó unos libracos..
Un libro, de la Comisión por
la Justicia y la Verdad.
El Presidente insistió en que
él sólo era un árbitro pero recuerdo que usted no parecía muy agradada de estar
ahí. ¿Qué pasó realmente?
Luego que me pronuncio
respecto a las dos sentencias, Jorge Rodríguez quería obligarme a ir a esa
reunión. Le dije que no iba a esa cosa loca porque ahí no procedía convocatoria
del Consejo de la Nación. Lo que procedía era que el TSJ adoptara las acciones
para que no se vulnerara el Estado de derecho, porque lo que hicieron fue
maquillar la sentencia y quisieron enmendar el entuerto y con aquella reunión
querían que fuera a convalidarla. Yo estaba acostada en mi cama y Jorge
Rodriguez se metió a mi habitación y me dijo: “si yo tengo que sacarte de aquí
con una grúa, lo haré”. No seas ridículo chico. Y entonces me dijo: “tú vas a
ser la responsable si Estados Unidos nos bombardea y mata a mis hijos”. Le
respondí: ¿me vas a hacer responsable a mí de la incapacidad que ustedes han
tenido para gerenciar el Estado? Y le dije: no voy. Esa noche, él me dice que
el Presidente quiere hablar conmigo. Le digo que sólo si es con él y sin
cámaras. Se comunica entre ellos y Jorge me dice que así será, pero me pide que
no le hable complicado y señalando la cabeza agrega que ‘él no entiende, es
escaso’. Acepté la reunión y cuál es mi sorpresa que cuando abren las puertas,
ahí están las cámaras de Venezolana de Televisión y ya estaban lanzando por las
redes que yo estaba reunida con ellos. Se quedó él (Jorge) y Carmen Meléndez.
Yo estaba de frente a Nicolás Maduro y probablemente, yo no lo vi, haciéndole
señas. Presumo que le asentaba si o no. Ese día me dije: yo no me reúno más con
esta persona. Yo le insistí en que se trataba del juego democrático y la
realidad es que la Oposición ha ganado espacios y en esto se gana y se pierde.
‘A mí no me importa eso -me dijo Maduro- yo no le voy a entregar el poder a la
derecha’. Por eso haga lo que haga la Oposición él nunca va a entregar el
poder, no quiere entregarlo. Y Jorge Rodríguez, Tareck El Aissami e incluso
Diosdado Cabello, lo presionan para que no ceda en las negociaciones, que son
una burla, porque yo sé cómo se burlaban de la Oposición cada vez que hacían
acciones como éstas. Ese día yo estaba, no molesta, pero me parecía una falta
de palabra. A esos niveles no puedes estar diciendo cosas para engañarte y
llevarte a un sitio. Después me insistió para ir a hablar con él y dije que no.
Entonces me mandaron a quitar los escoltas, porque creyeron que eran de la
Guardia Nacional o Policía, cuando en realidad todos son funcionarios del
Ministerio Público. Me mandó a Marco Torres, a Arias Cárdenas.
¿Temió que en algún momento
pasará algo? ¿Tuvo miedo? ¿Por qué se fue del país?
Yo nunca tuve miedo. Estaba
dispuesta a asumir las consecuencias de lo que fuera. En VTV, que es un canal
de todos los venezolanos, es utilizado para sembrar odios, programas y
personajes escatológicos como un señor que transmite un programa tardísimo. Ahí
entrevistó a la delincuente de Iris Varela y lo que me iban a hacer a mí era
terrible. Es mi esposo quien me dice: ‘creo que nos tenemos que ir’. Quienes
nos ayudaron son testigos de que yo no me quería ir. A punto de salir le dije a
Germán y a Gioconda: ‘váyanse ustedes, yo me voy después´. Pero lo que querían
era sacarme del país. Yo voy a enfrentar lo que sea, Por ahí alguna gente anda
amenazándome, pero yo sé defenderme desde el punto de vista jurídico. Y por eso
mismo voy a atacar a Nicolás Maduro, a Diosdado Cabello y a todos los que están
metidos en la destrucción de Venezuela. Y lo están haciendo intencionadamente:
lo dijo Delcy Rodríguez, que el socialismo era una venganza, destruir a los
venezolanos, sumirlos en la ignorancia, que no tengan otra voluntad sino
agradecer las limosnas que les dan. Los que se pongan al frente del país, luego
que regresemos, deben tener mucho sacrificio y vocación de servicio.
¿Se siente culpable de haber
apoyado a la revolución bolivariana? ¿De que usted, su esposo, su entorno hayan
sido defensores de la revolución en el poder?
. no, yo creo que el país
estaba esperanzado. Chávez es consecuencia de lo que estaba sucediendo en ese
momento. Y surgió este elemento (Hugo Chávez) y yo voté por él, así como el 80%
de la población. Era un proyecto nacionalista y humanista, que se fue
desdibujando y Chávez empezó a dar muestras de autoritarismo. Sí, veía
muchísimas fallas. Distinto a Nicolás Maduro, cuando yo hablaba con el
presidente Chávez, entendía. Una vez le dije a Chávez, sobre un caso, que en
materia derechos humanos debía tenerse vocación histórica y él me respondió:
´es verdad, que se sancione a los responsables´. Fui creando distancias, criticando,
observando, pasando comunicaciones en torno a las irregularidades que estaban
pasando y sobre todo investigando. Mira, pero luchar contra el monstruo es
difícil. Por ejemplo, pedíamos libertad plena en un caso y los tribunales
decidían dejarlos privados de libertad; lo sacábamos por los medios de
comunicación para que la información fluyera, pero no le daban importancia. El
poder judicial, no solo de Maikel Moreno y Gladys Gutiérrez, sino anterior
también. Una vez esa señora Luisa Stella Morales llegó a plantear que la
solución era darle al poder judicial la titularidad de la acción penal. Le dije
que eso era imposible, porque en Venezuela rige un sistema acusatorio y ella
estaba planteando reformar lo que está en la Constitución.
¿Por qué, así como el TSJ,
también el Ministerio Público, guardó silencio ante la enfermedad y muerte del
presidente Chávez? A estas alturas no se sabe si de verdad murió de cáncer o si
lo mataron, si fue en la fecha que se dijo y menos aún si quien estaba en la
urna era él.
Si yo hubiese participado de
las decisiones que tomaron en ese momento, lo diría. Lo que sí te puedo decir,
es que yo estaba fuera del país el día 28 de diciembre (2012) y me llama
Diosdado: ´vente que Chávez se murió´. Nosotros comprando pasajes para regresar
a Venezuela, pero después me llama para decirme que no se murió. Te cuento lo
que ocurrió, tal cual. Siempre pedí el acta de defunción de Chávez, el tema de
las hijas, de las otras hijas que tenía, todas esas cosas, incluso tenemos una
investigación sobre ese caso.
¿En aquel momento usted no
supo si realmente Chávez estaba vivo entre ese 28 de diciembre y el 5 de marzo
cuando oficialmente se anuncia su muerte?
No sé si era él quien estaba
en el ataúd, tampoco sé si realmente venía en ese cajón desde el Hospital
Militar, a las 12 del mediodía, hasta Fuerte Tiuna, con ese sol inclemente, lo
que atenta contra la conservación del cadáver.
¿No le parecía eso sospechoso
o por lo menos raro?
Todo eso es sospechoso y raro,
como muchas cosas. Es uno de los temas que estoy abordando en mi libro que ya
está listo.
¿Qué dice doctora a quienes la
señalan de ser usted responsable de que haya una cantidad importante de presos
políticos?
Que no es cierto, porque actué
siempre a lo que decía el ordenamiento jurídico. Cuando me presentan una
denuncia contra una persona ahí existe la presunción de buena fe; la mala fe es
lo que debe probarse. El deber ser es que ante una denuncia hay que iniciar la
investigación. En ocasiones, pedimos libertad, a veces el Tribunal la acordó y
los policías como los de González López (director del Sebin) no daban la
libertad. En otros casos, pedimos libertad plena y el tribunal continuaba con
la investigación, como si fuera el titular de la acción penal. Hay un caso
patético: cuando solicitaban el revocatorio contra Nicolás Maduro, me dijo
Maikel Moreno que abriera una investigación. Las denuncias que formuló Iris
Varela contra la Oposición, son con cédulas repetidas, nombres inventados,
gente que no aparece en la data. Es decir, los delitos que estaba denunciando
contra la Oposición, los cometió principalmente Iris Varela, quien me atacaba
por los medios de comunicación para que yo abriera una investigación. Ese día
le dije a Maikel Moreno que no abriría ninguna investigación porque la Oposición
estaba ejerciendo sus derechos políticos. Él me dijo que era una orden, ante lo
que respondí que yo no sigo órdenes de él, ni de Nicolás ni de nadie. Y sin la
intervención del Ministerio Público, sólo con un Tribunal de Control, le dio
órdenes al CNE (Consejo Nacional Electoral), que raudo y veloz paró el
Revocatorio. En esa época no sé por qué la Oposición no continuó con la marcha
(que tenían planificada), porque estaban asustados, incluso Diosdado; fueron a
mi oficina a decirme ‘podemos caernos con esto’.
A usted la atacan de un lado y
de otro, oposición y Gobierno. ¿Oyéndola le preguntó, vale la pena seguir en
eso?
Es un problema de convicción,
de ideas. Es difícil renunciar a eso. Si se está convencido, hay claridad y se
quiere al país, me doy por satisfecha si Venezuela recupera la alegría. Vale la
pena, Los venezolanos valen la pena. El pueblo de Venezuela, la sociedad, los
niños, ancianos, mujeres, hombres, valen la pena. No hay Sebastiana, gente más
noble que el venezolano. ¡Qué belleza es nuestra gente! Y esa capacidad de
perdonar del venezolano.
Bueno, menos Delcy.
Ah, es que en ese caso hay
problemas psicológicos, psiquiátricos.
En sectores del Gobierno se
dice que usted recibe financiamiento de Santos, de Uribe, de sectores
golpistas. ¿Quién la financia a usted?
No, ni el presidente Uribe, ni
Duque, ningún presidente me financia. Tengo un grupo de amigos que me ayudan,
pero también estoy trabajando; me la paso dictando conferencias, preparando
cursos por los cuales cobramos, no solo yo sino el equipo que me acompaña.
Hemos ido a Medellín, Cartagena, distintas universidades como El Rosario, la
Católica, Sergio Arboleda, además prestamos asesorías para poder sobrevivir en
esta ciudad que es tan cara. Hay que estar convencido, porque ha sido bastante
difícil, pero las ideas son fortaleza, inspiración.
¿Niega que haya existido a su
alrededor, en la Fiscalía General de la República, un grupo de gente que
extorsionaba, cobraba por sentencias y demás?
Ya va, no a mi alrededor. El
tema de Venezuela, sobre todo en los últimos años, era un tema de corrupción
terrible en el sistema general de justicia. Yo procuré sanear el Ministerio
Público y no solo creamos la Escuela de Fiscales sino un conjunto de
herramientas para elevar el nivel académico y la preparación académica y
científica de todos los funcionarios del Ministerio Público. También otorgué
herramientas para fortalecer la ética. Pero el MP no es un ente aislado. Eso
permeaba. Cualquier grupo que detectaba en esa acción, inmediatamente
ejercíamos lo que la Constitución y la Ley nos daba como herramientas. El día
que no haya corrupción en un Estado no se requeriría normas.
¿De tener la posibilidad, que
le diría al presidente Nicolás Maduro en este momento?
(silencio corto) Renuncia,
vete, permítele a los venezolanos ser felices, tú no quieres a Venezuela porque
tú no eres de Venezuela, deja que los venezolanos se desarrollen, crezcan y
encuentren el camino de la libertad. Entrégate a la justicia.
12-07-18
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