Los profesores de la
Universidad Católica Andrés Bello, Luis Zambrano Sequín y Giannina Taddeo,
intercambiaron ideas junto a Ronald Balza, decano de la Facultad de Ciencias Económicas
y Sociales de esta casa de estudio, en el foro Economía venezolana: una
discusión pública.
Luis Zambrano Sequín, quien
también es miembro de la Academia de Ciencias Económicas, resumió la situación
actual, caracterizada por una profunda recesión e hiperinflación, destacando
que “Venezuela es un caso patético que sintetiza todos los procesos que se han
identificado en las sociedades que fundamentan su economía en recursos
naturales”.
El economista afirmó que
“Venezuela ya no será lo que ha sido, será un país con menor consumo, los
niveles de salario real, de riqueza, no volverán a los niveles de los años 80 y
90, no hay manera de recuperar esa condición, por más que hagamos bien las
cosas”.
“Hemos perdido una enorme
capacidad de producción, pública y privada. Se ha deteriorado de forma
significativa la dotación de servicios públicos que habíamos logrado construir.
Le estamos transfiriendo el bono demográfico a otros países a una velocidad
impresionante y hemos perdido capital social, es decir, la capacidad que tiene
la sociedad para administrar sus conflictos”, agregó Zambrano.
Resaltó que el mercado
petrolero está sufriendo un cambio profundo donde “el petróleo está siendo
sustituido como fuente de energía rápidamente; ésa es una variable que va a afectar
nuestro crecimiento a largo plazo si es que pensamos que el futuro está atado
al sector petrolero. En caso contrario hay que saber que reinventarse cuesta
dinero”.
“Por otro lado, para que en
cinco o siete años el país logre producir nuevamente alrededor de tres millones
y medio de barriles diarios se necesita una inversión cercana a 50 mil millones
de dólares, en momentos en que se sabe que el petróleo va a perder peso en el
mercado energético. Por lo tanto, habrá que ofrecer un elevado retorno a las
empresas del sector privado que son las únicas que podrían hacer estas
inversiones, de tal forma, que la renta petrolera que capta el Estado va a ser
menor”, dijo Zambrano.
Al abordar el orden de
prioridades en el corto y mediano plazo, explicó que “lo primero que tendría
que plantearse es atender la emergencia humanitaria y luego recuperar el
equilibrio básico de la economía. Para ello es fundamental superar la
limitación externa, algo que sólo es posible con el apoyo de los organismos
multilaterales, la ayuda de otros gobiernos y afrontando el tema de la deuda
externa. Venezuela tiene el nivel de deuda sobre exportaciones más alto del
mundo”.
Desde su punto de vista, “si
bien el sector público tiene que ser reestructurado, hay que tener consciencia
de que seguirá jugando un rol importante porque el sector privado no está en
condiciones de sustituirlo en el corto plazo como generador de demanda y
empleo”.
Sobre la hiperinflación
indicó que está claro que se origina por el financiamiento del déficit fiscal con
dinero que crea el Banco Central. Sin embargo, explicó que el financiamiento
monetario “representa el 14% del PIB y es imposible sustituirlo de un día para
otro con aumentos de impuestos en una economía que no crece. ¿Vamos a llevar el
IVA a 50%? ¿Vamos a reducir el gasto en 14 puntos del PIB?. El financiamiento
monetario va a permanecer por un tiempo”.
Recuperar el presupuesto
Ronald Balza centró su
intervención en la necesidad de que el país cuente con un presupuesto
plurianual, tanto en dólares como en bolívares, para tener mayor claridad sobre
“variables esenciales como el impacto de la deuda externa, las necesidades de
inversión de PDVSA, la magnitud de las transferencias en bolívares y el tema
salarial”.
“No se trata nada más de
detener la hiperinflación, la tarea es recomponer el gasto y para ello se
requiere claridad sobre los compromisos externos e internos”, dijo Balza.
Foto: David Alejandro
Contreras
Profundizando en esta idea
destacó que “no se trata solamente de pedirle dinero a los organismos
multilaterales, es necesario saber cómo se va a utilizar ese dinero y cómo lo
vamos a pagar. Allí estaría la diferencia con la forma en que fue administrado
el boom petrolero que comenzó en 2004”.
En su opinión, un aspecto
importante sobre el que no se suele discutir en el país, es el mercado: “Hay
que definir el sistema de mercado, eso necesita reglas claras, leyes y acuerdos
en la sociedad. El sistema de mercado, por ejemplo, incluye el cobro de
impuestos, la seguridad social y bajo qué modelo se van a redistribuir los
recursos”.
Más planificación
Giannina Taddeo dijo que el
país tiene un año sumergido en hiperinflación y cinco años en recesión. Explicó
que “la hiperinflación surge cuando la inflación mensual supera el 50%, algo
que comenzó a ocurrir en noviembre de 2017. La principal causa es que la
inyección de dinero que está haciendo el Banco Central para financiar el
déficit no tiene una correspondencia en la creación de bienes y servicios”.
Agregó que, tras la profunda
caída de la producción petrolera, el ingreso de divisas ha descendido
notoriamente, propiciando el recorte de las importaciones y la reducción de la
oferta.
“Otro factor que
interviene en la hiperinflación son las expectativas, no hay confianza en las
reglas de juego y cuando no hay confianza es muy difícil solucionar los
problemas. La manera de salir de la hiperinflación es aplicar políticas
monetarias serias lideradas por la confianza”, dijo Taddeo.
Foto: David Alejandro
Contreras
Desde su punto de vista,
tanto las empresas como las personas deben asumir una actitud activa en el
entorno actual. “Ante la crisis, más acción, planificarnos, pensar cuáles son
las debilidades, amenazas, fortalezas y colocar objetivos a corto y largo
plazo, haciendo seguimiento a través de indicadores”.
Fuente: Prodavinci
07-12-18
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