FERNANDO CASTRO AGUAYO 10 de mayo de 2019
“El
sufrimiento de un pueblo no puede ser la causa de un cambio de gobierno”.
Es una
frase que por infeliz muestra un enfoque del régimen que gobierna. Con dolor,
tenemos que aceptar que desconocen la razón de ser de la autoridad. Despreciar
a las personas, tratar al pueblo como una masa manipulable, utilizar a los
pobres como centro de los discursos, prometer sin crear las condiciones para
desarrollar el bien común, destruir sin crear nuevos escenarios para el
progreso responsable de las personas, de las familias y de las comunidades,
muestran la gran mentira del socialismo que vivimos en Venezuela.
Quiero
proponer como un aporte que, sin ninguna duda, está al alcance de todos:
atender a las personas vulnerables ancianas con una atención personalizada. La
compañía, los pequeños servicios, la paciencia, el contacto físico en un
saludo, una sonrisa, un afecto, detenerse a contar un cuento, cantar una
canción o compartir la anécdota del día, hacer una oración en común son
manifestaciones de que amamos a las personas ancianas. No son “muebles” que hay
que acomodar. Son personas que necesitan amor y cuidado. ¡Y qué agradecidas
son!
Le
suelo pedir a los ancianos y enfermos que oren, aunque sea con un Ave María,
por los sacerdotes, por la santidad de los “primeros servidores de la
misericordia”: eso somos los sacerdotes. Nosotros dispensamos los misterios de
Dios, los sacramentos que tanto agradecen los ancianos y los enfermos. Su
oración la escucha el Señor: son “sus pequeños”.
Las
personas que sufren necesitan cariño, atención, compasión y, a la vez, unas
condiciones mejores para poder disponer de buena salud, de comida, medicinas,
de un centro hospitalario digno, en fin, ser atendidas del mejor modo posible.
Son las personas, los ancianos, los enfermos, los padres de familia, los niños,
los que sufren. Ese es el pueblo. Pero el pueblo lo constituyen personas
concretas que tienen su historia y que tienen en sí, el misterio del
sufrimiento, el mismo que vivió Jesucristo.
Fernando
Castro Aguayo
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