Carmen Álvarez Domínguez 15 de enero de 2023
Los
casos de coronavirus se están disparando, sobre todo en China y Estados Unidos,
donde han aparecido dos variantes predominantes de ómicron: la B.F.7 y
la XBB.1.5,
a la que algunos denominan ‘Kraken’. ¿Qué debemos tener en cuenta respecto a la
vacunación?
Variantes
y subvariantes de ómicron: ¿qué sabemos de ellas?
Desde que surgió la variante de SARS-CoV-2 ómicron, denominada científicamente B.1.1.529, y desplazó a predecesoras como alfa o delta, no han aparecido otras nuevas. Pero sí han surgido subvariantes (o sublinajes) de ómicron. En verano, circulaban en Europa BA.2, BA.4 y BA.5. Esta última era la dominante, ya que tenía alta capacidad de transmisión, aunque causaba una forma leve de la enfermedad.
Sin
embargo, con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas –y dado
que SARS-CoV-2 se comporta como un virus estacional–, el número de casos de
covid ha subido, sobre todo en China y EE UU. En el país asiático, la variante
predominante sigue siendo BA.5, pero ha aparecido un sublinaje, B.F.7, probable
responsable del altísimo número de casos esta Navidad.
En
cuanto a Estados Unidos, la aparición de XBB.1.5, bautizada como Kraken,
explicaría el salto de producir del 2 % al 27 % de las infecciones
totales en solo un mes. Esta subvariante se
ha secuenciado en un número significativo de casos en 38 países, como Reino
Unido y Dinamarca.
La
razón de esta explosión de infecciones se debe a que presenta la mayor
capacidad de transmitirse de todas las variantes ómicron. Su diferente
denominación indica que ha surgido de una recombinación de otros dos sublinajes:
BA.2.10 y BA.2.75. La caracteriza una mutación en la proteína spike (S486P),
es decir, precisamente en la zona de unión al receptor de las células.
Sin
embargo, no es predecible que se convierta en la subvariante dominante, ni en
Estados Unidos ni en Europa, como
sostiene el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.
¿Debemos
preocuparnos por la aparición de estas subvariantes?
En
realidad, la aparición de subvariantes es algo normal en los virus que circulan
entre la población. Lo mismo ocurre en invierno con los virus estacionales, ya
que su
estrategia es mutar. A esto se une que las personas pueden infectarse con
distintas variantes del SARS-CoV-2 a la vez, lo que favorece que las variantes
se recombinen entre sí y originen subvariantes como XBB.1.5, detectada en octubre
de 2022.
¿Qué
podemos hacer para mantener bajas las cifras de virus circulantes,
especialmente en invierno? Vacunarse es una muy buena medida. Por
eso se ha propuesto en otoño de 2022 que los grupos de riesgo se
inmunizaran con una nueva dosis de refuerzo. Actualmente en España ya se ha
cubierto a la franja de mayores de 60 años.
¿Por
qué ha surgido esta explosión de casos en China y en EE UU?
La
situación de ambos países es diferente. En China, la población llevaba
confinada durante toda la pandemia por la estrategia
denominada “covid cero”. Por eso, la población no ha tenido exposición al
virus, solo contactos entre habituales.
A esto
se une una tasa de vacunación completa en mayores de 65 años no superior al
40 %. Por otro lado, las vacunas utilizadas y fabricadas en China (Sinovac
y Sinopharm, ambas del tipo de virus inactivados) son mucho menos eficaces: un
58 % de eficiencia frente a infección sintomática y 79 % para casos
graves. Eso las aleja de las inmunizaciones utilizadas en Occidente, ya sean de
ARN (Pfizer o Moderna, con eficiencias entre el 93 y el 98 %) o de
adenovirus (Astrazeneca o Jansen, entre el 80 y el 92 %).
Las
vacunas fabricadas en China requieren más dosis para obtener cierta protección
y es aconsejable combinarlas con otras de RNA o proteína, lo que no ha sucedido
en este país. Todo esto explica que, tras el fin del confinamiento, los casos
se hayan disparado.
En EE
UU, como la población no ha sido confinada más que los tres meses iniciales,
sus ciudadanos han estado expuestos posteriormente a virus circulantes. Además,
se ha vacunado con pautas completas en porcentajes adecuados a un 69 % de
la población, y el 15,4 % de personas de cinco años o más han recibido
dosis de refuerzo.
Es
verdad que el número de casos ha subido mucho en el último mes, con
más de 38 000 hospitalizaciones en la actualidad. Sin embargo, esta
situación era esperable tras el final de las fiestas navideñas, donde hay más
interacciones en sitios cerrados. A eso se suman las bajas temperaturas del
invierno, que facilitan la circulación de virus circulantes, y la aparición de
una subvariante de más transmisión, la citada XBB.1.5.
Las
recomendaciones son aumentar las tasas de vacunación en aquellas personas con
pautas incompletas y potenciar las dosis de refuerzo de los mayores de 65 años
e individuos con alguna inmunosupresión.
¿Hay
motivos para alarmarse?
La
situación actual en España es mucho mejor: un 92,9 % de los
mayores de 12 años tienen la pauta completa de vacunación y un 55,7 % de
la población ha recibido las dosis de recuerdo. Además, el 56 % de los
menores entre 5 y 11 años tiene un pinchazo.
A
comienzos de enero, las
estadísticas indicaban que los nuevos casos diagnosticados eran
9 220, de los que 3 520 requirieron hospitalización por covid y 231,
ingreso en UCI.
Esos
datos apuntan a que el panorama es bueno y que la
llegada de pasajeros de países con altas cifras de infección no debe
ser motivo de alarma. Sin embargo, debido a la falta de datos, recabar tomas de
covid a viajeros procedentes de China para secuenciarlas es científicamente
interesante si queremos conocer la evolución de subvariantes ómicron.
¿Nos
protegen las vacunas frente a las nuevas variantes y subvariantes?
Las
compañías Pfizer/Biontech y Moderna pusieron a disposición de los países las
vacunas bivalentes para la vacunación de refuerzo en otoño. Además de proteger
frente al virus SARS-CoV-2 original, inmunizan frente a las variantes ómicron
BA.1, BA.2, BA.4 y BA.5. En España, la vacuna de refuerzo elegida fue la
bivalente de Pfizer/Biontech para la población mayor de 65 años.
Para
aquellas personas con alto grado de inmunosupresión que no responden bien a las
vacunas, está disponible el fármaco Evusheld, que combina dos anticuerpos
monoclonales humanos (tixagemimab y cilgavimab) que se dirigen a la
proteína spike del virus SARS-CoV-2.
Sin
embargo, este fármaco puede no proteger frente a variantes y subvariantes
ómicron, por lo que se
recomienda a esos pacientes utilizar mascarillas y estar muy
pendientes de los síntomas de contagio.
En
cuanto a las vacunas de refuerzo y su capacidad de protección frente a las
subvariantes, dos estudios recientes detallan que estas inmunizaciones generan
buena inmunidad humoral, de anticuerpos, y sugieren una adecuada inmunidad
celular frente al virus, especialmente en la respuesta de linfocitos
citotóxicos, CD8.
El primer estudio analizó
la capacidad de las vacunas RNA bivalentes de refuerzo para inducir anticuerpos
neutralizantes frente a las variantes y subvariantes BA.2.75.2, BQ.1.1 y XBB.
Según sus resultados, las personas que recibieron dosis de recuerdo con dichas
vacunas estaban mejor preparadas para que sus anticuerpos neutralizaran a las
subvariantes ómicron que quienes las obtuvieron con las vacunas monovalentes originales.
El otro trabajo evaluaba
la inmunidad celular generada por las variantes BA.1, BA.2, BA.4 y BA.5 y la
cepa ómicron original. Este estudio demostró que ninguna variante escapaba de
la inmunidad, ya que las regiones de la proteína Spike que inducían la mejor
respuesta citotóxica de inmunidad celular eran iguales en todas las variantes.
Esto no había cambiado desde la cepa original, lo que significa que dichas
regiones están conservadas en el virus y sus variantes. La razón es que el
patógeno no
las necesita para entrar en la célula, que es donde se acumulan las mutaciones.
Todos
estos hallazgos hacen que científicos y académicos confíen en la protección de
las vacunas RNA bivalentes frente a las variantes y subvariantes ómicron. De
todos modos, aún no se han revelado los resultados del estudio SWITCH ON entre
el personal sanitario, que revelará la inmunogenicidad completa que inducen la
dosis de refuerzo con vacunas bivalentes.
En
definitiva, el único mensaje a transmitir es tranquilidad. En primer lugar, hay
que continuar con la pauta de dosis de refuerzo para que el grupo de mayores de
50 años refuerce su protección al virus y evitar números altos de virus
circulantes. Y en segundo lugar, debemos aplicar el sentido común con otras
medidas de prevención como la recomendación de la OMS del uso de mascarillas en
interiores y transporte público, y a ser posible, trabajar por una mejor
calidad del aire en interiores.
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