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domingo, 3 de enero de 2010
¿Qué nos moverá en Venezuela?. Caso franklin Brito.
Por María Carmela Rodríguez.
El se llama Franklin Brito, biólogo, despojado de su fundo hace 7 años, lleva 5 huelgas de hambre de las que esta cumplió ya 6 meses. Fue engañado por el régimen para que depusiera la huelga, se dejara hospitalizar...Acto seguido firmo el alta contra opinión médica del Hospital de Clínicas Caracas para reiniciarla. Estaba en su legítimo derecho a hacer eso. Una noche, en la sede de la OEA en Las Mercedes, en plena oscuridad, como suele hacer el régimen, es sacado a la fuerza por un comando y llevado al Hospital Militar en contra de su voluntad, supuestamente, según el acta, "para que reciba atención medica"...La escena que tengo clavada en mi memoria es la del Franklin agarrándose de las puertas de la ambulancia en un intento desesperado por luchar contra semejante atropello...Desde hace 20 días esta "hospitalizado".
El 31 de diciembre acompañamos a Elena, su esposa, maestra, madre de sus 4 hijos, en huelga de hambre en la sede de la OEA en Las Mercedes, desde que a su esposo se lo llevaron, a buscar a Franklin. Estaba en su derecho. Nada legal podría impedir eso porque estaba en un hospital "recibiendo atención medica", que él ha rehusado, por cierto, porque sigue ayunando. Unas amigas subieron con ella al piso 5, otras nos quedamos abajo esperando a los medios, que fueron citados a las 4 pm., y a un coro que le llevaría a Franklin y a otros pacientes, un poco de música, un poquito de alegría. En el piso 5 estaban Pablo Medina y otras personas, que bajaron al llegar Elena, para que no les llamaran la atención por el volumen de personas.
Nosotras abajo nos quedamos esperando a los medios...Nadie llegó a las 4. A las 5 llego una periodista de RCTV...Eso fue todo. El coro llego y Giusseppe lo subió al piso 5, y además llevo su celular para filmar, cosa que se pudiera documentar el momento. Y logro varias filmaciones...Avisamos a Elena que estaba RCTV, y bajo. Fue entrevistada dentro de la camioneta del canal...como si fuera una delincuente...
En el cuarto de Franklin había un empleado del hospital, el Sr. Oscar Pérez, quien informo que no podían llevarse a Franklin por órdenes del director del hospital, Dr. Earle Siso...Que él no sabía por que...Solo cumple ordenes.
No sirvió nada. Solo pudimos constatar que Franklin está secuestrado por el régimen pero en un hospital...por defender sus derechos. No hizo nada más que huelgas de hambre...Regresamos a Las Mercedes. El trayecto, bastante silencioso...No queríamos casi ni hablar...
En el ínterin, Giusseppe y Carmil, su esposa, fueron a llevar el video a Globovisión. Sorpresa, amigos: nadie, ningún periodista de guardia de acuerdo a la información que se dio en la puerta, solo personal de seguridad. "Tráiganlo mañana en la mañana", dijeron...
Al llegar a la OEA Elena se percata de que la puerta de acceso al edificio, donde le permiten usar el baño, había sido trancada con llave, dejando sus enseres personales dentro...No habría baño...quién sabe si hasta el sábado o el lunes. Pues amigas de buena voluntad le compraron lo que necesitaría esa noche, gracias a que Farmatodo estaba abierto. Dejo a su imaginación el "baño"…
Allí recibimos el año con ella: unas 10 personas, con una luna hermosa que nos dio un poco de luz, y con Franklin del otro lado del teléfono de Elena...todos juntos, menos con sus hijos, que están en Bolívar, al cuidado de la abuela.
Ayer 1 de enero fuimos de nuevo a hacerle compañía. Nos enteramos por Elena, mi amiga Yolanda Márquez y yo de que ningún abogado los asiste, ni particular, ni del Foro Penal, ni de ninguna organización de DDHH. Algunos pasan por allí y rinden alguna declaración. Otros visitan, opinan, redactan alguna carta, pero no hay un abogado ocupándose. Yolanda había llamado a Carlos Armando Figueredo, abogado experto de DDHH, quien con 4 simples preguntas y luego de leer algunos documentos que Elena le mostro, le expresa que el hecho en el que hay que enfocarse en estos momentos es en su privación ilegitima de libertad, en la violación flagrante de todos sus derechos fundamentales; lo otro es más complicado, y piensa que debería formar parte de un colectivo de denuncias para que tengan peso. Se ofreció a mover lo que haya que mover con sus enormes contactos, y a redactar un papel formal a consignar en instancias internacionales, toda vez que en Venezuela no hay estado de derecho. Parte de esa gestión hoy 2 de enero está bastante adelantada.
No continúo el relato porque lo que deseo es hacer un llamado a la conciencia de todos porque estas personas, Franklin y Elena, que están dignificando al venezolano, están haciendo de la injusticia su bandera, su motivo de lucha. El tema, amigos, es la Justicia vapuleada en Venezuela, no es la diatriba política. Sea quien sea la víctima, es la violación de la justicia, de la libertad. Este es un delito de lesa humanidad, no es un simple hecho de alguien que protesta por sus tierras. Franklin está preso, secuestrado en un Hospital, Siso, el director, quien no merece el "Dr.", es su carcelero, y Pérez uno de los brazos ejecutores, quien de paso es tan responsable como quien le dio la orden.
¿Donde están las organizaciones de DDHH? ¿Donde están los partidos políticos? ¿Donde está la Federación Medica Venezolana? ¿Donde están las academias?¿Donde están las organizaciones de paz, de mujeres, de ciudadanos, de estudiantes?, quienes nunca podrán decir que no recibieron expresiones de solidaridad y apoyo. ¿No deberían los medios ser los voceros permanentes de esta tragedia? ¿O es que eso no da rating?
¿Qué pasa, Venezuela? ¿Es que creemos que algo así nunca nos va a pasar?
El "cansancio" no es excusa. Venezuela está en coma, esta sin riendas, sin gobierno, a merced de la delincuencia, de la corrupción más inmensa de que tengamos recuerdo, del odio, del desamor, de la desesperanza. La noticia es que nosotros tenemos que hacer que eso se revierta, nadie más. No hay salvador que venga de fuera. Nosotros tenemos que decidir si queremos vivir así. Si no hacemos nada, no tenemos derecho a exigir, no tenemos derecho a criticar, no tendremos derecho a tener progreso ni paz. Así viviremos para siempre.
Y pasó. Siguió el desinterés, el inmediatismo, la falta de algo humano. Hoy me hago eco de Laureano Márquez y me siento algo culpable, asqueado, indignado por su muerte. ¿Y qué hice? ¿qué estoy haciendo?
ResponderEliminar¿Se pudo evitar la muerte de Franklin Brito? Creo que sí. El gobierno lo aisló y lo dejó morir, los chavistas se alegran, la oposición lo tomará como bandera política.
La lucha de la familia por su dignidad prosigue, caminando entre la niebla. Al menos ahí hay dignidad.