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martes, 2 de febrero de 2010
¿Y si se cae?
Nos llegó por correo electrónico
Por Olga K
Ooops! Tanto que habla el gobierno de los 5.487 ½ intentos de magnicidio, invasiones del imperio, intenciones malévolas de todo volumen y color en su contra y resulta que ante la avalancha de cosas que están pasando me asalta una pregunta loca ¿Y si se cae?
(Hágase un minuto de silencio para cavilar sobre la pregunta)
Lo que va de enero y sobre todo las últimas horas, plagadas de acontecimientos promovidos por los jóvenes del Movimiento Estudiantil han puesto en evidencia-sin que ese fuera su propósito original- un gobierno que se tambalea solito. ¡Solito!
Para efectos de esta nota, aclaremos primero que hay una gran diferencia entre “tumbar un gobierno” o que un gobierno “se caiga”.
Descartemos a los “tumbadores”. Los que piensan en tumbarlo son los radicales de siempre, de teclado y reunión, muchos ex simpatizantes de Ch y que mas que salir de él lo que quieren es sustuirlo. Entre ellos están los que luego de 11 años de desmanes ejecutados, tolerados y respaldados por los militares aún creen en la entelequia de “verdes institucionales”-y en el Ratón Pérez supongo- y todavía experimentan sueños húmedos con Badueles y afines…será porque no han corrido con un robocop detrás esquivando su gas, sus perdigones y sus rolazos.
No, no, no, golpistas no.
Estoy hablando de una caída. Como la del viaducto o las líneas del banco los días de quincena. Como cuando uno va embutiendo cosas en un closet, sin orden ni concierto y un día cualquiera, al intentar meter una insignificante cajita de aspirinas, se nos viene encima el corotero mal guardado durante, hum, digamos 11 años. ¡Pluk! ¡Pam! ¡Chas! ¡Racataplás!
La caída a la que me refiero no es figurativa ni metafórica. Es tan objetiva e incontestable como un análisis de ADN. Veamos en blanco y negro lo que ha traído sólo este intenso enero.
1. Crisis de luz.
2. Crisis de agua.
3. Devaluación del bolívar.
4. La reculeada con la medida de cierre de Centros Comerciales.
5. La suspensión, por miedo a la reacción que se vivió, del racionamiento de luz.
6. La expropiación de Éxito.
7. La arbitraria e inconstitucional Ley de Reforma Parcial de la ley de Expropiación por causa de utilidad pública o social. (o dicho de otra manera, legalización de un gobierno ladrón.)
8. Las nuevas circunscripciones electorales diseñadas a discreción y con ventaja.
9. El segundo cierre de RCTV y otros medios.
10. Nuevo horario del Poder Judicial agravando -más- el retraso procesal.
11. La renuncia del vicepresidente y la ministra por oscuras “razones personales”
12. Los muertos de la Planta y el creciente rollo carcelario
13. El cierre de 3 bancos mas
14. La represión brutal a los estudiantes y su tozuda e ingeniosa permanencia.
15. La severa censura internacional por el cierre de los medios de comunicación.
16. Los resultados electorales de Chile y Honduras
17. El descontento interno por la designación a dedo de candidatos rojos para la AN.
18. Desvaríos surtidos: Acusación a USA de provocar el terremoto de Haiti (ahhh?), la foto del avión que nos dizque invadía tomado de Internet, la presunta inocencia del artefacto “la garra de hierro” usado para contener manifestaciones…et alter.
19. Inseguridad y violencia desbordada (190 muertos los primeros 27 días del año)
20. Cadenas, cadenas, cadenas…
21. Protestas, protestas, protestas, protestas, protestas,…norte, sur, este, oeste
Como decía Petkoff,¡ ha pasado tanto que parece julio en vez de enero!.
Cada uno de los 21 puntos expone en carne viva la suma de estragos, incompetencias, ignorancia, culpas, y faltas de Chávez y la gestión chavista en todos los ámbitos.
Porque a contrapelo de la profusa propaganda oficial, la realidad es que de los 26 millones de venezolanos, ya no queda ni uno, independiente de su tendencia política, a quien no estén afectando-simultáneamente- al menos 15 de los 21 puntos citados.
Pero la guinda de este rosario es la irreverencia del poderoso “Tas Ponchao” que revela que el factor miedo es insignificante al lado del factor disgusto reduciendo, peligrosamente, el sector Ni-Ni. En segundo lugar, da al traste, sin piedad, con aquel decir fanático “con hambre y sin empleo, con Chávez me resteo”. Y por último y lo mas importante, quiebra, sin posibilidad de reparación, la otrora mágica impermeabilidad de Chávez que le eximía de culpas, descalabro tras descalabro.
El “Tas ponchao” es personal, lo acusa a él, lo responsabiliza directamente a él…y no le deja salida.
Sí, se cae.
Solito.
No es obra de la oposición, así que nadie se atribuya méritos por ello.
Cuando cae en las encuestas, objetivamente hablando, es mas por torpeza suya que por efecto de una acción nuestra. Y en este momento, esos 21 puntos puestos en blanco y negro, lo demuestran. ‘Ta ponchao. Se ponchó.
Y ahora la pregunta que titula esta nota ¿Y si se cae? …
Esa es la nueva variable en el incierto Día Después sobre el que prevengo desde hace meses. Día que, dado el nuevo panorama, puede llegar por cualquiera de estos 3 caminos: el golpe que descartamos y adversamos, la caída que se está dibujando y es muy peligrosa y la óptima, la salida electoral metiendo un pie en la AN. Y digo un pie, porque a pesar de lo dicho, no habrá el arrase que insensatamente anuncian algunos. Sobre todo los que siguen montados en el caballito del fraude. Sencillamente no habrá tal arrase…por ahora.
El hecho es que Chávez está ponchao y se le venció la impermeabilidad.
Se está cayendo.
Pero eso no debe ocurrir, ¡de ninguna manera!, antes del 26 de septiembre. Ese Día Después no está preparado con la escrupulosidad que demanda.
Púyenlo …pero no lo empujen. Es imperativo llegar al 26 de septiembre.
¡Amárrenlo ahí!, que no se vaya, que no huya, que se consuma desde su propia entraña…no queremos que lo tumben ni que se caiga, queremos que se desintegre. Para que cuando se vaya sea por efecto de nuestra acción y no de su torpeza.
No, Chávez ya no decide, decidimos nosotros.
¡Ni lo tumban, ni se cae!. Lo sacamos a punta de votos.
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