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domingo, 9 de enero de 2011
El Despertar de un País
Por Pablo Maza C.
Con la instalación de la nueva Asamblea Nacional se formalizan los cambios que vienen modificando el mapa político venezolano y en poco tiempo más lo transformarán para siempre. Ahora es irreversible, el país abre los ojos a la nueva realidad.
A la llegada de estos 67 paladines de la Unidad Democrática –ya sumado el PPT- entra en fase de agonía el improvisado, anárquico y criminal proyecto ‘revolucionario’ cubano-venezolano. Le toca ahora enfrentarse en el Parlamento con este nuevo contingente de luchadores por la libertad, del que saldrán algunos de los más formidables adversarios a las zanganerías y abusos contra la nación y los venezolanos. Serán contrincantes también para los alcaldes, gobernadores y ‘jefes de gobierno’ lacayos del régimen.
Sin restar crédito a los ciudadanos que guardan razonables dudas sobre el declive del régimen y su führer, a todos quiero recordarles una situación política muy similar a la nuestra, el histórico caso chileno:
Hay que mirar al sur. En el Chile de 1.988, después de más de 15 años de férrea dictadura comandada por el siniestro augusto pinochet, cuando se encuestaba a la población el 70% de los chilenos respondía que el tirano ya debía ser sustituido en elecciones libres y democráticas.
Inesperada estadística, considerando que en ese período Chile alcanzó algunos indicadores macroeconómicos interesantes, estabilidad social controlada -bajo amenaza represiva-, y aunque había desasosiego por la marcada división política del país, en líneas generales pocos querían regresar a la nefasta y violentamente truncada experiencia socialista. Por otro lado la oposición chilena estaba muy desprestigiada y dispersa, y la sociedad civil apática e inactiva. De alguna manera, todo eso explicaba el porcentaje de ciudadanos que paralelamente respondía que, de haber elecciones, pinochet sería invencible: casi el 80%!!
Pero además en aquel entonces TODAS las televisoras y radios chilenas estaban bajo control oficial y la prensa bajo rígida censura; la diplomacia internacional reconocía al gobierno dictatorial, los rectores universitarios eran militares activos. Las empresas eran dominadas por la ultraderecha –pro pinochetista en su mayoría-, la justicia de los casos políticos la manejaba el entorno del sátrapa y una gran parte de la dirigencia o militancia opositora estaba en el exilio.
Y aún así, ante ese difícil panorama el resto de los opositores chilenos llamó a la unidad para salvar la democracia y contra todo pronóstico se hizo el milagro: se organizaron y lograron que se convocara a un referéndum para decidir la continuidad de pinochet en el poder, y en el mismo lo vencieron sin atenuantes...
Se sabe que el ‘pinocho’ presionó al Alto Mando militar para desconocer los resultados, pero la votación fue respetada y al año siguiente se celebraron elecciones presidenciales con el inobjetable triunfo del Patricio Aylwin como candidato por la Concertación, entonces liderada por el honorable Genaro Arriagada de cuya voz oí la crónica que les he referido.
Por mucho tiempo ha mantenido la Concertación predominio político y electoral consolidando la democracia chilena, y lo debe en buena medida a que en ese difícil año previo al plebiscito no se dejó arrastrar por las provocaciones a la lucha violenta, y por la visión y pericia de sus integrantes para mantener el rumbo en un mar muy encrespado.
De regreso en Venezuela
En comparación con aquello son hoy –sin duda- mucho mejores nuestras expectativas opositoras, representadas en la Unidad Democrática con los 67 Diputados a la AN, 8 Gobernadores, el Alcalde Metropolitano de la capital del país y más de 70 alcaldes distribuidos en estados y municipios muy poblados e influyentes. Más de 5.700.000 votos obtenidos el 26-S muestran un creciente poder cívico y político contra el proyecto marxista-militarista, y que el menguado comando revolucionario haga como que desconoce esa realidad, no cambia los hechos.
Para capear este vendaval el régimen ha escogido la fórmula del terror legislativo: técnicas de desmoralización colectiva, de exasperación y angustia tratando inútilmente de debilitar nuestras convicciones. En esta Navidad nos restregaron con impudicia lo que parece más poder político para Chávez pero es apenas maquillaje para disimular su propia desesperación.
Ahora sólo cuenta con las cabezas de los Poderes Públicos y unos cuantos jerarcas militares como apoyos importantes de obligada y frágil lealtad; todos los demás son sólo peones y no dudará en sacrificarlos de inmediato. A costa de hipotecar el país y destruir su economía todavía tiene muchos recursos para negociar poder y comprar omisiones.
El tiempo se le acaba
Pero eso no es suficiente para tener el control político de un país. Le quedan como máximo dos años de gobierno y lo sabe, el juego macabro de empujar al país a una confrontación armada sin apoyo popular no es viable porque cualquier militar medianamente informado entiende que los delitos de violaciones de derechos humanos no prescriben. Ahora más que nunca los infractores son tenazmente perseguidos en todas partes, no se puede ya contar con retiros dorados como en antaño los de Pérez Jiménez, Somoza o los Duvalier. Vivimos otros tiempos, los de Noriega y Milosevic...
El mundo ha cambiado, y advertida la comunidad internacional por la valiente y determinada resistencia democrática de los venezolanos, con el desconocimiento de una elección presidencial o su postergación injustificada, los canales comerciales indispensables para mantener al país se cerrarán de inmediato. ¿Cuál diplomacia podrá salvarlo? Los dinosaurios cubanos están expirando sin poder de negociación; los chulos del altiplano, Nicaragua, Ecuador y la Cristi no tendrán capacidad ni agallas para defender a un presidente devenido en gángster si se resiste a entregar el poder. En cuanto a sus fieles de aquí, ya mostraron en Abril del 2001 para dónde es que van a correr si llegan a oír un tumbarrancho.
Claro está que no podemos pasar por alto los desmanes: hay que intensificar la protesta pública por todas las vías posibles, creando formas nuevas de lucha en defensa de la democracia pero sin caer en la trampa de una confrontación violenta para responder a los amagos del gorila y su circo de focas (algunas ya han dejado de aplaudir y se preparan para huir discretamente del escenario).
Quienes abogan hoy por una salida forzada tendrán que esperar a que la dinámica política lo demande, si es que el propio aspirante a tirano escoge ese camino. Mientras ese momento llega, todos los venezolanos debemos responsablemente resistir, y consolidar la Unidad convocando a diario a la reconciliación y reconstrucción de un país que en este momento hace agua por todas partes.
Cada arbitrariedad del régimen, cada violación constitucional y cada nuevo atropello son como un campanazo desafinado que con su tañido despierta a más venezolanos. Pero a veces despertar de una pesadilla es un trance confuso, doloroso... A eso se debe que algunos ciudadanos siguen aletargados y nuestro trabajo es levantarlos paciente y respetuosamente pero con fe y entusiasmo, con la propuesta de un país reunido y libre, emprendedor, respetuoso de las leyes y las diferencias políticas, que son indispensables para la democracia.
En estos primeros días del 2.011 pidamos a los Reyes Magos la mayor templanza, inteligencia y responsabilidad para regalarles muy pronto a nuestros hijos y a nosotros mismos, una Venezuela en libertad.
P.D.: Otras campanas -las de la libertad- también han sonado muy fuerte en la UCV, en el Táchira y en el sur del Lago. Todos somos estudiantes, todos somos Chucho Meleán, todos somos Franklin Brito...
Twitter: @futuranzoategui
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