Las Milicias Bolivarianas y la educación de nuestros hijos

Boletín Año 1, Número 3
Red de Encuentro Ciudadano

La resolución 17.621 del Ministerio del PoPo para la Defensa de fecha 24 de Marzo de 2011, publicada en la Gaceta Oficial N° 39.641, que habla sobre “El Plan Integral de Educación Militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana” convierte a estas en el ente rector de la Educación Militar e “impone la Educación para la Defensa Integral como eje integrador del Sistema Educativo Nacional”, nada más y nada menos.

Como dice Olga Ramos en un reciente artículo publicado sobre el tema: “Esta inconcebible usurpación de funciones y la pretensión de utilizar al Sistema Educativo Nacional para desarrollar una nueva concepción de Estado –cívico militar- son absolutamente inaceptables en el marco constitucional vigente y en una sociedad formada por ciudadanos”

¿Quiénes instrumentarán este plan educativo? Pues para sorpresa de todos, esta misión se le asigna a las Milicias Bolivarianas, 5to componente de la FAN, inconstitucional pues las milicias no aparecen en el artículo 328 de la Constitución.

¿En qué consiste la intervención de la Milicia? En el ámbito de la sociedad les corresponde el entrenamiento, preparación y organización del pueblo para la defensa integral de la nación; así como ser el eslabón de enlace entre civiles y militares para la conformación de la unión “cívico-militar” que ha sido bandera del régimen desde hace varios años. En el ámbito de la educación la milicia desarrollará, para la educación militar, los planes y programas de estudio y la administrará en los programas educativos.

Como vemos el papel que le han asignado a la Milicia Bolivariana es por decir lo menos preocupante, entrenarán a nuestros hijos en el concepto de la seguridad y defensa de la nación, que involucra evidentemente prepararnos para la guerra y para combatir a los enemigos externos e internos (léase opositores al régimen), cuando lo que aspiramos es que nuestros hijos reciban una formación para la democracia, la paz y la tolerancia.

Corresponderá a cada ciudadano permitir que sus hijos sean formados y preparados para la guerra, en vez que sean preparados para la paz y la convivencia ciudadana.

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