Crisis a futuro

Por Antonio Ecarri, 15/06/2011

La crisis de la educación venezolana, cuyas bases está entre enormes fallas de infraestructura, déficit de planteles, maestros mal pagados y alumnos con hambre, entre otras mil plagas, no sólo es el germen de la violencia como lo hemos venido señalando. Ese panorama nos enfrenta a una dura realidad: Venezuela está amenazada por una severa crisis de mano obra calificada.

En pocos años, la empresa venezolana vivirá su peor crisis, esta vez no por acciones intimidatorias o por efecto de la doctrina trasnochada, sino que no podrá contar con la mano de obra calificada necesaria para mantener sus puertas abiertas y mucho menos para su crecimiento y desarrollo. Esto obedece a que las instituciones encargadas de preparar a los venezolanos para el trabajo no cumplen sus objetivos, están en la ruina, cerradas o dedicadas a otros fines. Los venezolanos tenemos una severa crisis de futuro porque al ritmo que vamos, no pasarán muchos años antes de que nuestro país sufra una ausencia de trabajadores aptos para fortalecer el desarrollo nacional.

Todo muchacho que sale o es excluido del abandonado sistema educativo se va a engrosar las filas del hampa en vez de ir a trabajar por el progreso nacional. Además, quienes logran terminar su ciclo con una educación de baja calidad se convierten en inquilinos de la mata de mango del barrio porque, básicamente, no saben hacer nada. Es duro, pero es real. La educación actual no está dando respuesta ni construyendo la senda de crecimiento necesaria para el país.

Hoy existen 4 millones de niños fuera de la escuela y entre los años 2007-2011 desaparecieron 420 escuelas del registro del ministerio de Educación. Mientras no haya formación, no puede existir empleo decente. Por eso, propuse ante Conindustria centrar los esfuerzos no sólo del Estado sino de la empresa privada en dirigir sus políticas y proyectos de responsabilidad social hacia la educación.

Si tenemos educación de calidad, todo el país se beneficia. Una educación de calidad forma trabajadores capacitados para integrar el aparato productivo de la nación. Podemos formar a venezolanos que sean exitosos laboralmente y también en su entorno familiar y social. Hoy debemos construir la Ciudad Educadora como la respuesta a la violencia, al desempleo y la pobreza, de hoy y de mañana, porque Educación es Solución.

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