Empleo, desempleo y empresas

Por Ing. Carlos Presencia Jurado
Boletín 50 AIPOP

Uno de los factores que mayor estrés y preocupación genera en un ciudadano adulto responsable, es la inestabilidad de no tener un empleo seguro y con futuro de mejorar.

No deseamos que esta Editorial, sea vista como un ataque a nadie, ni una alabanza tampoco; debe verse como un reflejo sincero de lo que nos está sucediendo, para poder analizarlo y buscar correctivos o ajustes que vayan mejorando nuestra calidad de vida y nos regresen la estabilidad emocional, la seguridad económica y sobre todo nos den la alegría de que hay un futuro para mejorar. Lo importante es que estemos claros que ese futuro, está ligado directamente a las palabras: Esfuerzo, trabajo, honestidad, responsabilidad y sacrificio.

Se han hecho muchos experimentos en el mundo, para lograr máximo empleo y llevar felicidad a los ciudadanos, pero casi siempre, la excesiva politiquería, el populismo mal usado y la falta de ideas claras y desprendimiento, hacen que fracasen los esfuerzos.

En Venezuela, cada vez es más difícil obtener cifras confiables, de cualquier cosa, pues estamos siendo víctimas de una especie de enfermedad, de estar siendo espiados o que todo lo que se sepa, será usado en ataques; es decir: “complejo persecutorio”.

No vayamos a creer que lo óptimo, es que todos, absolutamente todos, tengan empleo seguro y estable; eso es absurdo y contraproducente. Debe existir siempre un mercado de oferta y demanda, que permita hacer cambios en las nóminas, estimule el mejoramiento profesional del trabajador y generen un flujo de alterabilidad laboral muy necesario. Lo que sí es terriblemente destructivo, es proporcionar trabajos falsos, que sean creados con fines de adoctrinamiento o captación de la voluntad, creando dependencia y una esclavitud falseada y disimulada, pero esclavitud al fin, obligada por la necesidad real e impostergable de llevar alimentos al hogar.

Actualmente de los casi 30 millones de venezolanos que supuestamente ya somos, están en edad y capacidad de trabajar y en el mercado laboral 13.100.000.

De esta cifra: el 70% trabaja en el sector privado, es decir algo más de 9 millones y que están repartidos así: 41.7% en la empresa privada = 5 millones y medio; y 29,4% en economía informal o por su cuenta = 3 millones ochocientos cincuenta mil.

El gobierno dio rienda suelta a la burocracia y pasó de menos de un millón de trabajadores en el año 2005, a más de un millón y medio hoy. Al mismo tiempo enredó más la burocracia pasando de 16 ministerios a 29. Increíble, pero es así. Esto no puede dar resultados positivos jamás. Se está desmantelando el aparato empresarial privado, pequeño y mediano, y mientras en el año 2010 se intervinieron o se apropió el gobierno de 234 empresas privadas, estos primeros 6 meses del 2011, ya se apropió de casi 400 empresas, que o se autodestruyen, o pasan a ser una carga en las que CRECEN, aceleradamente las tres enfermedades fatales: BAJA PRODUCCION – DESBASTECIMIENTO E INFLACION.

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