Otro acto de salvajismo en la UCV

Por Heinz R. Sonntag, 16/11/2011

Dentro del objetivo estratégico del actual régimen, esto es: la eliminación de las universidades autónomas, experimentales y privadas para crear un sistema de “universidades socialistas”, han ocurrido numerosos acontecimientos. Para mencionar el más conocido, basta con señalar el estrangulamiento presupuestario de las mismas a lo largo de los últimos cinco a siete anos. Pero hay otros actos más bárbaros que han venido repitiéndose en estos tiempos, llevados a cabo por fuerzas comprometidas con el liderazgo de la “revolución bolivariana”. La creación de grupos estudiantiles como el M28, amén de la de profesores, empleados y obreros, ha imposibilitado la convivencia pacífica y consensual que ha caracterizado la Universidad de nuestro país durante mas de varias décadas. Dentro de la misma, los mecanismos de cohesión y pacifica resolución de los inevitables y naturales conflictos entre y dentro de los distintos actores y sus grupos han venido funcionando. Ahora, tales conflictos ya no encuentran soluciones pacificas, sino que se manifiestan en actos de extrema violencia. No tengo que recordar los inicios de los mismos, a los pocos anos del inicio del actual “proceso”, cuando, a comienzos del primer decenio de este siglo y milenio, profesores y autoridades rectorales fueron atacados y secuestrados en actos vandálicos, una de cuyas víctimas fue un íntimo amigo mío.

Esta escalada de violencia se agudizo en los últimos – digamos – cuatro anos durante los cuales los ataques a dependencias de la ciudad universitaria de la UCV, al fin y al cabo declarada Parte de la Cultura de la Humanidad por la UNESCO, y las agresiones a las autoridades se multiplicaron. Secuestros de las mismas, así como del Consejo Universitario en pleno, no fueron ya casi reseñados por la prensa independiente y por los medios audiovisuales. Se estableció una suerte de “censura”, contra la que las actuales autoridades rectorales y los profesores que nos reconocimos universitarios, no encontramos una respuesta, entre otras cosas por la falta de unidad verdadera de los universitarios en defensa de nuestra Alma Mater. No recuerdo ya a cuantos actos académicos he asistido que no fueron interrumpidos por la “revolucionarios”.

En los últimos tiempos, ese vandalismo adquirió dimensiones sobresalientes. Hace pocos días, los bárbaros del M28 (chavistas, para decirlo brevemente) irrumpieron en un Acto Académico. Y, en los primeros días de esta semana, los “encapuchados” (a propósito: ¿quién les dio las capuchas?) armados con armas largas (a propósito: ¿quién les dio las armas?) agredieron a las autoridades y prendieron fuego a los vehículos de algunas de ellas, poniendo el peligro las vidas de varios chóferes.

La Universidad autónoma, experimental y privada, que excluye por definición los sistemas de educación “universitaria” de la “revolución bolivariana”, debe recurrir para su sobrevivencia a toda la sociedad: ¿Quieren ustedes, conciudadanos, renunciar al espíritu crítico que nos anima a los universitarios para mejorar las vidas de todos nosotros, no solo materia sino también espiritual, moral e intelectualmente? ¿Quieren ustedes, conciudadanos, que sus hijos y nietos crezcan como súbditos? ¿Prefieren una vida en paz, libertad del pensamiento y pluralidad?

Les hago un llamado a todos para que, siguiendo a mi hijo Daniel, muerto a los 18 años, se atrevan a vivir en LIBERTAD.

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