Paredón portátil

Por Ing Sebastian Paz Codecido
Boletín 99, AIPOP
Es increíble el número de venezolanos, principalmente jóvenes, que han emigrado en los últimos años a estudiar y/o a trabajar en otros países. Igualmente es apreciable el número de los que están adelantando gestiones y trámites para emigrar a destinos que incluyen lugares tan lejanos y remotos como la antípoda Australia.

¿Cuál es la causa de este atípico éxodo? Consideramos que el motivo principal es sin duda alguna el de la inseguridad personal que campea en el país, otras razones personales o económicas también existen, pero son evidentemente secundarias. Es el miedo a ser secuestrado o asesinado en cualquier momento o lugar a manos del hampa que impunemente nos tiene cercados, lo que nos impulsa a emigrar.

En los últimos 14 años, según las estadísticas, el número de asesinatos ocurridos en Venezuela sobrepasa con creces los 150.000 casos; de estos, más del 95% están totalmente impunes. Estas cifras superan largamente los índices de países tradicionalmente inseguros y violentos a nivel mundial.

Esto nos ha llevado a una situación en la cual se calcula que más de 500.000 venezolanos se encuentran legal o ilegalmente en el exterior. Por primera vez en la historia, Venezuela, un país tradicionalmente receptor de migraciones ha pasado a ser un país de emigración, constituyendo en algunos sitios como Estados Unidos y España los mayores centros de atracción.

Esta situación nos recuerda el gran éxodo de gran parte de la población de la Isla de Cuba que comenzó a comienzos de la década del 60 y se ha mantenido en el tiempo. En ese caso, además de las causas económicas y políticas que pudieran haber existido, fue el miedo generado con la implantación del régimen de terror implantado por el recién llegado gobierno de Fidel Castro, la causa principal para emigrar. RECORDEMOS EL PAREDÓN.

Esa inmensa salida de cubanos principalmente a los Estados Unidos y países del Caribe (entre ellos Venezuela), fue la que permitió y facilitó al régimen comunista de Castro a llevar a cabo el establecimiento del sistema que actualmente aqueja a sus ciudadanos que allí permanecen.

¿Podríamos pensar, recordando el título del libro de Adriano González León, que lo que tenemos en Venezuela es un PAREDON PORTATIL, EL CUAL NOS ACECHA EN CUALQUIER MOMENTO Y LUGAR SIN PREVIO AVISO?

¿Qué vamos a hacer? Sentarnos a esperar el anuncio del próximo vuelo o sentarnos a esperar que nos toque la ruleta de la violencia? Tenemos este año una gran oportunidad para cambiar esta situación, No la perdamos!

Fuente:
http://www.aipop.org/site/modules/mydownloads/singlefile.php?cid=19&lid=211