Sueños
de libertad es la canción compuesta por Ernesto Rangel, uno de los cuatro
directores de Econoinvest injustamente detenidos desde hace más de dos años,
acusados de delitos que no cometieron. La pieza fue arreglada por su amigo, el
insigne músico y Aquiles Báez. (Vea Video )
“Se
originó –refiere Báez–, la noche que se celebró la primera audiencia del
juicio, el pasado 12 de julio, cuando Ernesto, una vez que regresa a la celda
donde ha permanecido por casi 820 días en los sótanos de la DIM, hizo en la
soledad de la noche una retrospectiva de los dos años de su injusta detención
por parte de la administración de justicia del país”.
Explica
Báez que en medio de su tristeza y decepción, Rangel recordó que a los dos
meses de su detención en la DIM, junto al resto de sus compañeros Herman
Sifontes, Juan Carlos Carvallo y Miguel Osìo, los integrantes del grupo C4Trío,
Héctor Molina, Jorge Glem y el propio Aquiles, se convirtieron en sus
profesores de cuatro, mientras Edward Ramírez le enviaba muchas tareas
dirigidas a mejorar el ritmo, el tiempo y arreglos.
Recuerda
que a su amigo Ernesto siempre le había atraído el cuatro, pero había dejado de
lado esa afición, por la tragedia que atravesaba. No obstante, Héctor Molina,
de C4Trío, le llamó la atención y le dijo que no dejara de tocar y que no
abandonara la música, porque así nunca estaría solo.
A
partir de ese momento se refugió en el instrumento. “Al principio molestaba a
sus compañeros de celda, pero luego se unieron a él e interpretaban en coro las
diferentes melodías que entonaba”, recuerda Báez.
Cuenta
que el tenor Aquiles Machado vio con sorpresa los avances musicales de Rangel
durante una de las visitas que le hizo, donde interpretó en la voz de su
compañero de infortunio, Herman Sifontes, el tema Viajera del río. “Yo también
les canté un par de merengues larenses, que hicieron que toda la visita
aplaudiera y se sumara”, añadió con emoción Báez.
Rememoró
el momento cuando a los sótanos de la DIM llegó Julián Conrado, alias “el
Cantante”, miembro de las FARC, quien fue de mucha ayuda a Rangel para pulir
sus aspiraciones musicales, pues se ofreció para enseñarle a componer
canciones.
“Conrado
le dijo que cuando estuviera inspirado, escribiera unos versos, que no se
preocupara por la rima, sino que lo dejara correr y que a partir de ahí irían
saliendo frases para luego transformarlas en una canción. Así fue como Rangel
escribió los primeros versos donde surgiría Sueños de Libertad, refiere Báez.
“Llegó
la noche después de la primera audiencia del juicio. Las esperanzas de salir
estaban fundadas en que en mayo se habían cumplido los dos años que establece
la ley para obtener la libertad plena al no haber sentencia, como lo estipula
nuestra legislación y todas las convenciones internacionales suscritas por
Venezuela. Tenían también en sus manos la reciente decisión del Consejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que solicita al Gobierno venezolano su
libertad inmediata por haberse determinado que la suya fue oficialmente una
detención arbitraria así como la inexistencia de delito alguno”.
“Ese
día esperaban los directivos de Econoinvest, entre ellos mi amigo Ernesto,
obtener la medida cautelar, pero lamentablemente esta no llegó. Al terminar
este episodio y ya en su celda, sin poder dormir, pensando lo que había sucedido
durante el día, fue, entonces, cuando comenzó a componer Sueños de libertad”,
recuerda Báez.
Explicó
que Rangel comenzó a escribir a las doce de la noche, luego de esa primera
audiencia del juicio, y a eso de las tres de la mañana había terminado el
primer borrador, al que luego Julián Conrado le dio forma. Posteriormente
siguió agregándole versos. “Yo le corregí algunas estrofas y le hice los
arreglos musicales”, sostuvo Báez.
“Me
insistió que a él le sonaba a un son, por aquello de que tuviera un aire de
esperanza y mucha fuerza, para darle apoyo a todos sus amigos y familiares. Yo
le dije que iba a invitar a un pequeño grupo de músicos para grabar la pieza a
la brevedad”.
Para
Aquiles Báez sucedió algo inesperado y muy gratificante, ya que los músicos se
entusiasmaron con la idea, quisieron participar y se sumaron a la iniciativa de
grabar Sueños de libertad.
De
esta manera nació la versión definitiva de esta hermosa pieza que hoy podemos
disfrutar y que no dudamos habrá de convertirse en un himno de los que sufren
los excesos de un sistema de justicia trastocado.
En
la producción participaron, en las voces: Marcial Istúriz, Ana Valencia, Hanna
Kobayashi, Ana Isabel Domínguez, César Gómez, Huguette Contramaestre, Alejandro
Zavala, además Constanza y Jackeline Liz en los coros. En el Bajo y piano:
Rodner Padilla, Guitarra: Aquiles Báez, congas, bongos, campana y guiro: Diego
Álvarez, Batería: Adolfo Herrera, Timbal: Marcial, Ezequiel Serrano: Saxo y
Juliana Pérez en la flauta.
Recibido
por correo electrónico
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico