JUAN FRANCISCO ALONSO sábado
6 de octubre de 2012
Al instalar una jornada
de oración en la que participaron líderes de cerca de una docena de creencias,
el presidente de la CEV, monseñor Diego Padrón, dejó en claro que la
reconciliación y la paz solo serán posibles mediante gestos como pedir perdón y
respetar las leyes. Asimismo llamó a todos los sectores a unirse en contra de
la violencia.
Dios, Yahvé, Jehová o Alá. Sin
importar su denominación líderes de cerca de una docena de confesiones se
dirigieron al unísono supremo creador para pedir por la paz en el país.
Representantes de las iglesias ortodoxa armenia, luterana, protestante, anglicana, presbiteriana, greco-ortodoxa, grecomelquita y de las comunidades judía e islámica dejaron ayer a un lado sus profundas diferencias religiosas y aceptaron la invitación de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) para elevar una plegaria por el reencuentro en los venezolanos.
El templo maronita San Charbel, ubicado al frente de la mezquita de Caracas en Colegio de Ingenieros, fue el escenario escogido para celebrar el primer encuentro interreligioso, al cual también asistieron la ministra de la Juventud, Maripili Hernández; y el secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo.
El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, justificó la iniciativa, la cual se produjo 48 horas antes de que abrieran los centros de votación, precisamente por el clima de polarización que reina en el país desde hace años y que se ha visto exacerbado por la campaña por la Presidencia de la República que acaba de terminar.
"Sabemos que los hombres siempre estamos inclinados a la división, al odio y al rencor y que necesitamos de la ayuda de Dios para ser todos constructores de la paz", afirmó.
Por su parte, el presidente de la CEV, monseñor Diego Padrón, aseveró que la jornada buscaba servir de ejemplo para la dirigencia del país y para la colectividad en general.
"(La idea era se que viera como) grupos que tradicionalmente están separados como los judíos y los musulmanes pueden compartir una oración por el bien de Venezuela, igual que los católicos al lado de los ortodoxos y los protestantes. Esto es una demostración de que es posible la paz y la concordia", afirmó el también Arzobispo de Cumaná.
Ni siquiera el fortísimo chaparrón que cayó ayer en la capital, el cual estuvo acompañado por rayos y truenos, deslució un acto que, según sus organizadores, buscaba emular al que en 1986 celebró en la ciudad italiana de Asís el difunto Papa Juan Pablo II.
¿Para qué y cómo?
Al instalar la celebración, monseñor Padrón dejó en claro que la paz y la reconciliación no es elementos intrascedentes, sino que son requisitos fundamentales e imprescindibles para que Venezuela "alcance su pleno desarrollo".
Tras recordar que la vida continuará luego de la elección de mañana, el Presidente de la CEV indicó que el reencuentro tanto a nivel personal como institucional necesita de gestos: "Pedir perdón por los errores cometidos, respetar la letra y el espíritu de la Constitución y las leyes, recuperar la confianza entre los ciudadanos, el mutuo reconocimiento, y luchar para que los bienes que la Providencia divina nos ha concedido alcancen a todos por igual. Pero, por ahora, y sobre todo, reconciliación en Venezuela es hoy derrotar la violencia y construir entre todos, sin exclusiones un proyecto común de país, luchando contra toda expresión de corrupción y contra toda evasión de responsabilidades éticas, sociales, políticas y económicas".
Tanto Padrón como Urosa hicieron un llamado a quien resulte favorecido por los votos el día de mañana para que gobierne para todos y para que no fomente las divisiones.
Por su parte, la ministra Hernández saludó la iniciativa, aunque apelando al apóstol San Pablo recordó que las oraciones no bastan, sino que hay que ir a los hechos.
"Además de pedirle la paz al Señor debemos construirla y eso pasa por ayudar al hermano, al oprimido", dijo, al tiempo que agregó: "Que la paz y la reconciliación sólo pueden ser logrados a través de la justicia social, en la inclusión social".
Por último, el Secretario Ejecutivo de la MUD saludó el gesto y aseguró que desde la oposición se hará todo lo necesario para contribuir con el reencuentro de los venezolanos.
Representantes de las iglesias ortodoxa armenia, luterana, protestante, anglicana, presbiteriana, greco-ortodoxa, grecomelquita y de las comunidades judía e islámica dejaron ayer a un lado sus profundas diferencias religiosas y aceptaron la invitación de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) para elevar una plegaria por el reencuentro en los venezolanos.
El templo maronita San Charbel, ubicado al frente de la mezquita de Caracas en Colegio de Ingenieros, fue el escenario escogido para celebrar el primer encuentro interreligioso, al cual también asistieron la ministra de la Juventud, Maripili Hernández; y el secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo.
El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, justificó la iniciativa, la cual se produjo 48 horas antes de que abrieran los centros de votación, precisamente por el clima de polarización que reina en el país desde hace años y que se ha visto exacerbado por la campaña por la Presidencia de la República que acaba de terminar.
"Sabemos que los hombres siempre estamos inclinados a la división, al odio y al rencor y que necesitamos de la ayuda de Dios para ser todos constructores de la paz", afirmó.
Por su parte, el presidente de la CEV, monseñor Diego Padrón, aseveró que la jornada buscaba servir de ejemplo para la dirigencia del país y para la colectividad en general.
"(La idea era se que viera como) grupos que tradicionalmente están separados como los judíos y los musulmanes pueden compartir una oración por el bien de Venezuela, igual que los católicos al lado de los ortodoxos y los protestantes. Esto es una demostración de que es posible la paz y la concordia", afirmó el también Arzobispo de Cumaná.
Ni siquiera el fortísimo chaparrón que cayó ayer en la capital, el cual estuvo acompañado por rayos y truenos, deslució un acto que, según sus organizadores, buscaba emular al que en 1986 celebró en la ciudad italiana de Asís el difunto Papa Juan Pablo II.
¿Para qué y cómo?
Al instalar la celebración, monseñor Padrón dejó en claro que la paz y la reconciliación no es elementos intrascedentes, sino que son requisitos fundamentales e imprescindibles para que Venezuela "alcance su pleno desarrollo".
Tras recordar que la vida continuará luego de la elección de mañana, el Presidente de la CEV indicó que el reencuentro tanto a nivel personal como institucional necesita de gestos: "Pedir perdón por los errores cometidos, respetar la letra y el espíritu de la Constitución y las leyes, recuperar la confianza entre los ciudadanos, el mutuo reconocimiento, y luchar para que los bienes que la Providencia divina nos ha concedido alcancen a todos por igual. Pero, por ahora, y sobre todo, reconciliación en Venezuela es hoy derrotar la violencia y construir entre todos, sin exclusiones un proyecto común de país, luchando contra toda expresión de corrupción y contra toda evasión de responsabilidades éticas, sociales, políticas y económicas".
Tanto Padrón como Urosa hicieron un llamado a quien resulte favorecido por los votos el día de mañana para que gobierne para todos y para que no fomente las divisiones.
Por su parte, la ministra Hernández saludó la iniciativa, aunque apelando al apóstol San Pablo recordó que las oraciones no bastan, sino que hay que ir a los hechos.
"Además de pedirle la paz al Señor debemos construirla y eso pasa por ayudar al hermano, al oprimido", dijo, al tiempo que agregó: "Que la paz y la reconciliación sólo pueden ser logrados a través de la justicia social, en la inclusión social".
Por último, el Secretario Ejecutivo de la MUD saludó el gesto y aseguró que desde la oposición se hará todo lo necesario para contribuir con el reencuentro de los venezolanos.
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