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miércoles, 12 de diciembre de 2012
Liderazgo
Por Enrique García, 10/12/2012
Cuando falta menos de una semana para que se lleve a cabo en Venezuela el enésimo evento electoral de la era Chávez, el debate no se centra hoy día en quienes son los candidatos más idóneos para cada uno de los cargos a elegir. Tampoco se habla sobre la importancia de mantener los espacios de poder conquistados por la oposición en los anteriores comicios regionales, ni sobre si el chavismo logrará afianzar el triunfo obtenido el 7 de octubre pasado en las presidenciales. Lo que a todo el mundo importa es si Chávez se va a morir, que si el cáncer, que si el tratamiento... Luego está la discusión sobre si el vicepresidente, ungido por el líder del proceso puede, según la constitución, ocuparse del cargo interinamente, si existe chavismo sin Chávez y un largo etcétera en el que nos ha envuelto el Comandante-Presidente con su visita a Venezuela. Si, la llamamos visita, porque su lugar de residencia actual no es el país al que gobierna, sino la isla de Cuba donde lleva a cabo sus tratamientos y en donde pasa cada vez más tiempo.
Lo que motiva mi reflexión es que si, como todo indica, Chávez muere pronto, Venezuela habrá salido de una época oscura. Pero, como casi todo lo que sucede en el país petrolero, no habrá sido por el esfuerzo del pueblo venezolano, mucho menos de la oposición política. Durante los últimos veinte años, todo el acontecer venezolano ha girado, de una u otra manera, en torno a un solo individuo llamado Hugo Chávez. Y nadie, absolutamente nadie, ha sido capaz de hacer sombra a un personaje cuyos méritos, aparte de su innegable carisma, son inexistentes. Es especialmente sangrante, la ausencia de un líder verdadero, que aglutine a la cada vez mas heterogénea masa que adversa al "socialismo del siglo XXI", porque Henrique Capriles, al igual que los candidatos oposicionistas anteriores, sólo se sostienen en la idea de "salir de Chávez" a como dé lugar. Y se ha demostrado, elección tras elección, que sólo eso no es suficiente para llegar al corazón de un país cada vez más empobrecido e inseguro.
En esto, Venezuela se parece a España. Durante casi 40 años, la historia del país europeo estuvo íntimamente ligada a la de un personaje también oscuro como lo fue Francisco Franco. A diferencia del caso venezolano, España tiene un legado que mostrar de la etapa franquista. Y aunque su situación actual sea pésima, la transición española fue un ejemplo para el mundo entero.
Llegados a este punto, nos preguntamos ¿Será capaz Venezuela de pasar pacíficamente por esa transición necesaria? ¿Lograrán los venezolanos la necesaria reconciliación para poder empezar a emerger de las tinieblas en que ha hundido al país la trágica revolución bolivariana?¿Encontrarán un hombre que lleve en sus hombros la muy pesada carga de levantar un país desde sus cimientos?
Ignoro las respuestas. Pero me imagino a los izquierdosos del mañana con camisetas alusivas a la figura de Chávez, junto a las del "Che" y me echo a temblar. !!!!Qué mundo dejamos a nuestros hijos!!!!!
Publicado por:
http://diariosdelamiseria.blogspot.com/2012/12/liderazgo.html
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