Editorial de analítica.com, 21/01/2013
La prudencia en la toma de decisiones pudo tener su justificación en el pasado reciente pero ahora que la situación se hace cada día mas evidente es indispensable un mecanismo ágil que pueda tomar decisiones sin necesidad de largos procesos de consultas
Que se produzca la presencia o la ausencia temporal o absoluta del Presidente Chávez.
Que el PSUV decida cuándo serán las próximas elecciones presidenciales si es que las hay.
Que el tiempo resuelva la necesaria designación de un liderazgo para la oposición.
El tiempo es crítico, y como dice el dicho venezolano, el tigre come por lo ligero. No se puede seguir esperando que las decisiones que tome la MUD dependan de lo que haga o deje de hacer el régimen.
Hay que preparar desde ya un plan A, B y hasta C que deba prever, entre otras, un esquema organizativo adaptado a las circunstancias cambiables, la designación de un liderazgo que represente a la totalidad de las fuerzas opositores, y una dirección política que coordine las diversas acciones que se requieran en función de los repentinos cambios que puedan ocurrir.
Las elecciones municipales son claramente importantes en un régimen democrático , pero ¿acaso estamos viviendo en un estado de normalidad democrática?
La tarea más urgente de la oposición es disponer, lo más pronto posible, de un comando político unificado y contar con una figura que se contraponga a la del designado por el chavismo.
La prudencia en la toma de decisiones pudo tener su justificación en el pasado reciente pero ahora que la situación se hace cada día mas evidente es indispensable un mecanismo ágil que pueda tomar decisiones sin necesidad de largos procesos de consultas que pueda dar con la rapidez del caso respuestas oportunas a las diversas acciones del régimen.
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