ANTONIO MARIA DELGADO Publicado
el jueves, 05 de septiembre de 2013
En muchos países del mundo, cuando
algún funcionario de alto rango se siente maltratado por la prensa, su equipo
pide una corrección. Y en casos extremos, envía una carta al periodista
amenazando con tomar medidas legales.
En Venezuela, al periodista le
secuestran a la esposa.
Y es que la amenaza y la violencia se
han convertido en armas habituales del chavismo para silenciar a los medios de
comunicación y a sus reporteros, quienes están expuestos a pagar un alto precio
por ejercer la profesión en el país sudamericano.
En el caso de Miguel Mundo —ex
director del diario La Noticia y ex corresponsal del canal de noticias
Globovisión— el precio que se le estaba exigiendo en una mañana de enero del
2012 por reportar las corruptelas de la “revolución bolivariana” en el estado
Cojedes era la vida de su esposa, Alexandra.
“En la mañana es cuando recibo la
primera llamada. Me dicen que la cargan a ella. Me dicen que se proponían dar
una lección para demostrar que con ellos uno no se puede meter”, dijo Mundo
Después de una angustiosa espera de
varias horas, se produjo la segunda llamada. Mundo trata de negociar, pero el
hombre en el auricular se muestra intransigente. Le dice que ya estaba todo
listo, que estaba decidido, que la iban a “eliminar”.
“Yo no sabía que hacer”, relató Mundo.
“No tenía a quien llamar”.
Historias como la de Mundo se han
vuelto demasiado comunes en Venezuela, país donde el periodismo independiente
es acosado desde diferentes flancos, por una “revolución” que ve la libertad de
prensa como una de los mayores obstáculos para la continuidad del proceso.
Es un tema que genera preocupación
entre los colegas venezolanos que residen en el sur de Florida, y quienes esta
semana realizan un foro sobre los peligros que corre la libertad de prensa en
el país sudamericano y en otras naciones integrantes del ALBA.
“El periodismo en el país se encuentra
bajo un proceso gradual de estrangulamiento”, explicó Belsay Hennig, segunda
vicepresidenta de la Asociación de Periodistas Venezolanos en el Extranjero
(Apevex).
Para ello el gobierno aplica
diferentes métodos que van desde demandas en cortes controladas por el chavismo
y la negativa a otorgar divisas para importar insumos, hasta la compra de
medios de comunicación a través de empresarios “amigos”, explicó Henning.
El acoso judicial de los medios es uno
de los temas centrales del foro “El Socialismo del Siglo XXI y sus
repercusiones en la libertad de prensa”, evento organizado conjuntamente por
Apevex y el Centro de Iniciativas para Latinoamérica y el Caribe (CLACI) del
Miami Dade College y que será realizado en la mañana del viernes en el Wolfson
Campus de la casa de estudios.
Pero además de acosar a los medios, el
chavismo persigue directamente a los periodistas.
Según la asociación civil Espacio
Público, el país registró en el 2012 unas 250 denuncias de actos de violencia y
prácticas de amenaza e intimidación emprendidas contra los reporteros.
Por su parte, el Capítulo de Venezuela
del Instituto de Prensa y Sociedad reporta 193 casos en lo que va del presente
año. Ambas organizaciones consideran que el acoso a la prensa es una política
de Estado en Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico