Por Nelson Maica C, 13/07/2014
01. Nota 1. ¿Quiénes? ¿Todos? ¿La política y/o los políticos? ¿Ambos? ¿Uno a la vez? Cambiar de opinión parece, aquí, ahora, una labor imposible. Algunos han tratado de demostrar que intentar convencer a personas, sobre todo pertenecientes a grupos, con pruebas evidentes, más bien refuerza su posición y sus creencias equivocadas. Peor si le dices y le demuestras que están equivocados. Si el tema afecta sus convicciones, deja a un lado todas las evidencias. Esto parece más frecuente en ambientes muy polémicos donde determinadas personas se cierran totalmente y se convencen más de sus argumentos hasta el colmo de defender una idea y la contraria, al mismo tiempo, sin pestañar, sin que se queden sin materia gris. ¿Acaso estamos en un tiempo según el cual lo politico pretende ser exclusivo, acaparador de toda la realidad, pero al mismo tiempo está totalmente separado, ausente, desconectado de esa misma realidad? ¿Quién lo comprende y explica? ¿Un psiquiatra? ¿Un chaman? ¿Un mago?
02. Casi tenemos la impresión, ante un movimiento natural de la sociedad y ante un sacudón de la economía, que lo politico o se ausenta o se incrementa casi al mismo tiempo, dejando al descubierto, por ese vaivén, una gran complejidad, merecedora, por parte, sobre todo, de quienes se dedican a la política, de una mejor atención y cuidado.
03. La política, hoy día, se nos está mostrando, al menos a mi manera de ver, sesgada hacia lo adulterado, falta de autenticidad, frente a la realidad económica, la realidad social de estos últimos quince años.
04. Puntualicemos: sería ingenuo, parcializado e irreal, hasta pretender o plantear la ausencia de la política y/o politico. Imposible, ni siquiera imaginar sociedad sin política y/o lo politico.
05. ¿Podemos diseñar una política que se anticipe a los posibles cambios espontáneos de la sociedad venezolana? ¿Que dibuje y abra caminos con suficiente anticipación? ¿Que se anticipe a los posibles errores y equivocaciones con la suficiente antelación como para solo escoger el mejor y acertado camino, vía, y desechar lo erróneo? ¿Acaso pensamos y/o creemos que la política y los políticos no se equivocan con demasiada frecuencia? ¿Y qué de nuestra política y políticos?
06. Generalmente cuando nos damos cuenta, en política, de un posible y/o evidente error, se tiene la tentación de buscar ayuda en el pasado, en las ascendencias. Aquí nos topamos con una vieja idea política todavía en discusión y que para algunos ha llegado hasta ser cábala: a) quienes pregonan que la coherencia de la vida ciudadana, de la vida civil, es producto, es consecuencia, del Estado (y no explican lo suficiente como se llego al estado) y b) quienes aseguran que la convivencia civil, de la ciudadanía, es quien da origen y mantiene al Estado (sustentando tal afirmación en la evolución de la sociedad).
07. Ese punto sigue casi igual. La política venezolana parece haber asimilado hasta los “tuétanos” algunas prácticas de patentes europeas, sobre todo, eso de que la política y los políticos lo conducen todo, lo emprenden todo, lo trasmutan todo, lo imponen todo. La sociedad estaría, entonces, según esas ideas, al servicio de la política y de los políticos. La sociedad seria una esclava al servicio de la política y/o de los políticos ¿Estamos viviendo una experiencia semejante?
08. Los comunistas que se apropiaron de ideas liberales (el liberalismo es anterior al comunismo) para su beneficio, creyeron que podían “hacer su particular historia institucional” mediante intensa propaganda y reformas inspiradas desde la Asamblea Nacional francesa, monarquía constitucional, aceptada por Luis XVI. En lo económico ha privado el voluntarismo, sosteniendo, incluso, que la realidad económica, también, internacional se puede “acomodar” a voluntad unilateral. En lo politico, basados aun en viejos mitos revolucionarios, han pretendido manipular a su antojo todo lo relativo a la soberanía. Se pretende magnificar el contraste entre “un sueño politico” y la supuesta inmovilidad de la realidad.
09. Tratan de justificar alternarse en el poder como un cambio politico extraordinario que no influye determinantemente en la sociedad. La sociedad avanza siguiendo su trayectoria anterior con ligeras modificaciones que le imprimen ciertas reformas. Esto es lo normal. Desde el antiguo régimen hasta la ilustración no hubo profundos cambios ¿Cómo percibimos, dos siglos después, el paso de la sociedad conservadora a la sociedad conservadora pero socialdemócrata?
10. Existe en la sociedad una gran capacidad para resistir y, a veces, es reforzada por trastornos, sobre todo, económicos. Cuando la economía se comportaba viento en popa, los políticos cultivaban su aparente importancia: podían repartir, tenían algo para repartir y hasta llegaban a pensar no solo en su larga permanencia en esas lides sino también en que la economía podía ser más fácilmente manejada, domeñada, que la propia sociedad. ¿Lo estamos viviendo desde hace quince años?
11. Entramos en crisis. Baja la autoestima. La economía parece no aceptar, en estos momentos, ninguna dirección. La importancia de la política económica, en nuestro caso, se está midiendo mas por el daño que hace que por su bien. La sociedad entra en efervescencia, se desdobla en muchas y pequeñas realidades, se resiste a las acciones globales, uniformantes, con las cuales se identifican los políticos. Aquí, el politico se encuentra contra la pared. Tiene necesariamente que descubrir un nuevo aire que solo está en principios morales para resguardarse de tan tremenda equivocación.
12. En Venezuela, algunos supuestos políticos, salidos del sector militar para mas ñapa, con sueños de revolución y revolucionarios (doblegados ante los indeseables castros, chinos, bandas, sectas, etc., carentes de principios sólidos, depredadores de la riqueza nacional, comerciantes de la soberanía) imposible de encontrar y realizar (como lo muestran quince años en el poder) no tienen conciencia de sus límites e ineptitudes; pero tendrán que convencerse de que no pueden transformar la sociedad y tendrán, obligados por las circunstancias y la población, que facilitar el desenvolvimiento de esa misma sociedad. Esta sociedad aparentemente se está moviendo hacia la búsqueda de sus fuerzas internas hacia la modernidad, hacia un movimiento al encuentro de sus valores.
13. Tal vez los políticos sean los últimos en ser tocados por ese movimiento en curso, silente. La supuesta izquierda que hace quince años enarbolo bandera de revolución está agotada, corrompida, sumisa, colonizada, y cambió a robolucion. Los liberales, acosados y casi exterminados en quince años, por la represión, el terror y el crimen como política del régimen, muy reducidos, enarbolan aun la bandera y el sueño de la libertad y su política resiste como el metal más duro existente hasta el presente: la vida.
14. La política y los políticos no se negaran a sí mismos. La dinámica social seguramente intervendrá para minimizar sus equivocaciones. Y de no hacer la lectura apropiada corren, todos los políticos, el riesgo de ser cómplices y facilitadores de un proceso de regresión social y del retorno de temas retrógrados. Un retorno del elitismo. Se ponen en peligro todos los logros solidarios. Ojo los del “cartel” de la MUD.
15. ¿Cómo impedir mas equivocados y equivocaciones? No más errores. Principios por encima de conveniencias; muros de contención: sistema de valores, reglas éticas; cada cual debe formularlo a su manera. La supremacía de la sociedad sobre el estado reclama, requiere, un mínimo de referencias éticas a riesgo de la aparición de desviaciones que puedan ser limitadas. Hay Nota 2.-
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