Por Eddie Ramírez, 22/10/2014
El estafador se aprovecha de la buena fe de
personas que están poco informadas o que por razones afectivas o de índole
política depositan confianza en quien engaña. A veces procede por iniciativa
propia, pero las más de las veces se apoya en cómplices. Nuestra historia
reciente cuenta con dos grandes estafadores, el ¨comandante eterno¨ y Nicolás,
su hijo putativo.
El presidente de facto estafa a sus partidarios
diciéndoles que los precios del petróleo se desplomaron porque el ¨imperio¨
quiere acabar con las economías rusa y venezolana. No tiene la honestidad
intelectual de decirles que las causas son que nuestros socios de la OPEP están
bombeando más petróleo y vendiendo con descuentos, que los países desarrollados
están hoy con economías debilitadas y por ello demandan menos petróleo y que
los Estados Unidos se copiaron eso del desarrollo endógeno y decidieron
aprovecharse de la política de los precios altos, vigentes hasta hace poco,
para desarrollar sus reservas de crudo contenidas en lutitas que antes no era
rentable y así disminuir sus importaciones.
Los venezolanos fuimos estafados con las
importaciones de petróleo liviano. Aclaremos que una compañía puede vender
petróleo y al mismo tiempo comprar, todo depende de las circunstancias de
oferta y demanda. En el caso de las compras de crudo ligero a Argelia y a
Rusia, quizá Pdvsa no pierda en la operación de mezclar extrapesado de la Faja
con el ligero importado y vender un crudo intermedio, pero evidentemente dejó
de ganar al no prever la construcción de ¨mejoradores¨ para acondicionar el
extrapesado. Los únicos cuatro ¨mejoradores ¨existentes fueron construidos por
la Pdvsa meritocrática y hoy algunos no funcionan a plena capacidad. También
Pdvsa fue negligente al descuidar la producción de livianos, por lo que es
escaso aun teniendo reservas. Igualmente fuimos estafados cuando los rojos
eliminaron la Orimulsión, que permitía exportar el extrapesado, a menor precio,
pero a muy bajo costo de producción.
Maduro estafa a sus compatriotas aseverándoles que
no importa que el precio del petróleo baje a 40 dólares el barril, mientras por
otro lado trata desesperadamente de convocar de urgencia a la OPEP para
intentar reducir producción a ver si los precios aumentan. Quizá deba convocar
al ¨pajarito¨ para que le proporcione información de cómo logró que el precio aumentara
apenas llegó al poder, lo cual se atribuyó a un éxito personal a pesar de que
es sabido que el factor fue la recuperación de la economía en el sudeste
asiático.
Las estafas más conspicuas han sido las
electorales, al no permitir auditorías que avalen o rechacen los resultados.
Otra estafa fue cometida en contra de los deudos de los 19 ciudadanos
asesinados el 11 de abril del 2002, en la que condenaron a inocentes y se
hicieron de la vista gorda con los posibles victimarios. También fueron estafas
los anuncios de innumerables magnicidios sin prueba alguna, solo con la
intención de despertar simpatía y acusar a la oposición de estar comprometida.
Una estafa de alcance internacional es acusar sin
pruebas a Uribe, Obama, paramilitares y a la oposición en Miami y local de los
asesinatos de Otayza y de Serra. En el primer caso es de presumir que los
¨sicarios¨ condujeron a la víctima a control remoto al barrio La Palomera para
allí cometer el crimen. En el de Serra fue con arma blanca quizá porque los ¨sicarios¨
no recibieron dólares para adquirir armas de fuego y tampoco para hospedarse en
un hotel, por lo que tuvieron que alojarse en instalaciones gubernamentales de
la Misión Vivienda. Los dirigentes de los ¨colectivos¨ abatidos en el edificio
Manfredi eran hasta ayer fervientes revolucionarios a quienes el anillo de
seguridad del ministro Rodríguez Torres permitía acercarse y tomarse fotos,
pero hoy Maduro estafa a sus partidarios inculcándoles que eran malandros, lo
cual tampoco es excluyente.
Si el estafador quiere pasar a la historia con un
tratamiento no tan severo, debería reconocer que Pdvsa está en la carraplana,
que fue un error estatizar empresas privadas y aprobar leyes para controlar
precios. Desde luego, también debería desarmar a los paramilitares rojos, poner
en libertad a los presos políticos, cesar las persecuciones judiciales y
aceptar nombrar un CNE de acuerdo a la Constitución y un TSJ no sumiso. Sabemos
que esto es imposible, por lo que el estafador deberá enfrentar, por lo menos,
la dura sanción de la historia y la alternativa democrática unida debe
propiciar su salida lo antes posible por vía constitucional.
Como en botica: El régimen sigue con la intención
de vender CITGO por considerar más importante los mercados de Cuba, Jamaica y República
Dominicana, en donde adquirió participación en refinerías, que el
norteamericano. Nuevamente la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo
advirtió al país de la inconveniencia de esa venta. Sería otra gran estafa. ¡No
más prisioneros políticos, ni exiliados!
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