Por Lisbeth J. Prieto Garcia, 4/10/2014
Licenciada en Ciencias Políticas y Administrativas
En Venezuela existen cuatro tipos de cambio oficiales, incluyendo ofertas en subastas públicas en la que el Banco Central puede intervenir discrecionalmente…
pero la demanda nunca se satisface.
Lo que unos llaman aperturas, flexibilización, en el socialismo, no son más que artimañas para perpetuarse en el poder. Los socialistas son buenos tomadores del pulso social, saben manipular a la población en determinados momentos y dar a la gente de cierta forma respiros de libertad cuando el sistema puede estar en el inicio del fin. Para nadie es un secreto que muchos de los gobiernos que abrigan estos ideales, viven de la lastima internacional. En el caso de Cuba, tanto el gobierno como gran parte de la población en general conforman una especie de sistema parasitario con los mismos cubanos que huyeron hacia Miami a hacer una vida normal, en un país de más oportunidades.
Los cambios siempre están acompañados de negocios para la elite que gobierna o vinculados a ella. Permitir operar con el Peso Convertible (CU) y no el devaluado Peso Cubano, aceptar reconocidas tarjetas de créditos, constituye un buen negocio porque finalmente todo queda dentro del país en las tiendas de servicios o productos importados. Con la estrategia de la retórica justifican todos los males con el bloqueo del gobierno norteamericano pero obtienen ganancias penalizando a quien lleve dólares ya que este proviene del enemigo. A pesar de esto, cuando ciertas reformas suceden, de inmediato los ilusos creen que viene buenos tiempos, que ahora la gente si pasará a vivir una vida normal, con acceso progresivo tal como cuando en este país autorizaron la compra de autos a precios inaccesibles y con ganancias favorables a la dictadura.
La pregunta es ¿Por qué permisos graduales y no respeto completo a los derechos individuales? Porque el plan es simplemente entretener con esperanzas de un futuro mejor. En el caso de Venezuela, Chávez fue el mejor vendedor de esperanzas que ha aparecido en el escenario nacional, con el mejor sucesor (Nicolás Maduro) fiel a sus ideas y al programa de gobierno, incluso el más adoctrinado útil para quienes dirigen el futuro de los venezolanos, es decir, el gobierno cubano.
No tengo duda en afirmar que acorde con la historia, nos dirigimos a la “flexibilización” del control de cambio en Venezuela, que permitirá recibir divisas del extranjero para vivir de la lástima, mantener el estatus del círculo más corrupto del post chavismo y para vender cierta “Calidad de Vida” entre quienes puedan compararse con otros venezolanos porque compraron ropa, desodorante y hasta un chocolate importado. Solo cambiando el curso de las ideas dejaríamos de repetir el ejemplo que Fidel nos dio, cambiar caras puede esperar, urge un cambio de sistema y estar atentos a estas reformas que no tardarán en aparecer interpretadas como pequeñas cuotas de libertades o flexibilización que en la práctica no es más que oxígeno para ellos.
http://hechosyopiniones.com/2014/10/04/tiempo-de-aperturas/
Los cambios siempre están acompañados de negocios para la elite que gobierna o vinculados a ella. Permitir operar con el Peso Convertible (CU) y no el devaluado Peso Cubano, aceptar reconocidas tarjetas de créditos, constituye un buen negocio porque finalmente todo queda dentro del país en las tiendas de servicios o productos importados. Con la estrategia de la retórica justifican todos los males con el bloqueo del gobierno norteamericano pero obtienen ganancias penalizando a quien lleve dólares ya que este proviene del enemigo. A pesar de esto, cuando ciertas reformas suceden, de inmediato los ilusos creen que viene buenos tiempos, que ahora la gente si pasará a vivir una vida normal, con acceso progresivo tal como cuando en este país autorizaron la compra de autos a precios inaccesibles y con ganancias favorables a la dictadura.
La pregunta es ¿Por qué permisos graduales y no respeto completo a los derechos individuales? Porque el plan es simplemente entretener con esperanzas de un futuro mejor. En el caso de Venezuela, Chávez fue el mejor vendedor de esperanzas que ha aparecido en el escenario nacional, con el mejor sucesor (Nicolás Maduro) fiel a sus ideas y al programa de gobierno, incluso el más adoctrinado útil para quienes dirigen el futuro de los venezolanos, es decir, el gobierno cubano.
No tengo duda en afirmar que acorde con la historia, nos dirigimos a la “flexibilización” del control de cambio en Venezuela, que permitirá recibir divisas del extranjero para vivir de la lástima, mantener el estatus del círculo más corrupto del post chavismo y para vender cierta “Calidad de Vida” entre quienes puedan compararse con otros venezolanos porque compraron ropa, desodorante y hasta un chocolate importado. Solo cambiando el curso de las ideas dejaríamos de repetir el ejemplo que Fidel nos dio, cambiar caras puede esperar, urge un cambio de sistema y estar atentos a estas reformas que no tardarán en aparecer interpretadas como pequeñas cuotas de libertades o flexibilización que en la práctica no es más que oxígeno para ellos.
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