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martes, 31 de marzo de 2015

¿Dónde firmo?, @yedzenia



Por Yedzenia Gainza, 29/03/2015

Desde el pasado 20 de marzo y hasta el próximo 9 de abril, Nicolás Maduro pretende recoger 10 millones de firmas contra el decreto de Barack Obama en el que declara a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de EE.UU”. Un decreto que incluye sanciones como la prohibición de entrada al país, y lo más doloroso para los que se llenan la boca hablando de lo malo que es ser rico, la congelación de los activos financieros de siete altos funcionarios del régimen venezolano involucrados en las violaciones a los derechos humanos. Las joyitas en cuestión son:


  • Gustavo Enrique González López, Director General del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y presidente del Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria (CESPPA).
  • Antonio José Benavides Torres, Exdirector de Operaciones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
  • Justo José Noguera Pietri, Presidente de la Corporación Venezolana de Guayana y excomandante general de la GNB.
  • Katherine Nayarith Haringhton Padrón, Fiscal 50º del Ministerio Público.
  • Manuel Eduardo Pérez Urdaneta, Director de la Policía Nacional Bolivariana.
  • Manuel Gregorio Bernal Martínez, Exdirector General del SEBIN.
  • Miguel Alcides Vivas Landino, Inspector General de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Con una movilización sin precedentes, el régimen ha visitado barrios y trasladado reclusos para que firmen el documento de rechazo a unas medidas que no castigan al conjunto de nuestra sociedad, pero sí a señores que aún no han justificado cómo y a cuenta de qué consiguieron sacar de un país con control de cambio cantidades de dinero que se supone están fuera del alcance de funcionarios públicos.

Como esto no es suficiente para alcanzar 10 millones de nombres y apellidos, el aparato del régimen ha despedido a los empleados públicos que se han negado a firmar, y para colmo, ha obligado a los niños que aún no saben hacerlo, a poner su huella, escribir cartas o dibujar mensajes contra Obama -de quien no es creíble lo de justiciero hasta que deje de comprar petróleo venezolano-.

Quién sabe si en la estrategia de la campaña para conseguir el apoyo de los ciudadanos, Nicolás Maduro tendrá los pantalones de presentarse en alguna de las multitudinarias colas para comprar comida. Seguro que allí bajo el sol y durante tantas horas encontraría muchos voluntarios dispuestos a utilizar el bolígrafo. La duda es cómo…

La morgue de Bello Monte también es un sitio estupendo para recolectar firmas. Es probable que entre la desesperación por dar con una urna y/o el dinero para un funeral, los familiares de los desafortunados que pasarán por allí estos días tengan tiempo para preocuparse por las cuentas corrientes de los 7 magníficos de moda del chavismo.

En las universidades donde han perseguido, detenido y asesinado estudiantes también deberían recoger firmas. Igualmente en las colapsadas estaciones del Metro de Caracas, lugares en los que entre fallo y fallo los usuarios podrían entretenerse defendiendo el visado de los antiimperialistas que no quieren renunciar a las compras y las vacaciones en esa nación que tanto asco les produce.

Los consulados alrededor del mundo donde se ignoran las peticiones de más de 25 mil estudiantes que hasta están pasando hambre porque el régimen no les permite cambiar moneda para pagar sus estudios, son garantía de éxito para lograr el objetivo de Maduro.  Las familias y amigos que permanecen en la puerta del SEBIN, la cárcel política en la que están encerrados y son sistemáticamente torturados decenas de venezolanos que un día decidieron decir lo que pensaban, podrían ayudar a engrosar la cantidad de rúbricas recogidas.

Puede que las farmacias en las que casi es necesario llevar al niño desnudo para poder comprar pañales, no sea muy complicado conseguir un autógrafo a cambio de la promesa de un paquete para cuando haya. Por último, en las salas de espera de los hospitales en los que las heridas de bala, el cáncer, la hepatitis, la diabetes, y por supuesto la mengua están diezmando a la población, es posible recopilar aunque sea la huella dactilar de algún moribundo resentido con el malvado Obama que por haberse fundido las ganancias del barril de petróleo por encima de los 100$, no le permite tener el tratamiento adecuado. Porque el dinero lo desapareció Obama, ¿no?

Ante tantas opciones, no es descabellado imaginar que al régimen que pretende hacernos creer que nos afectarán las sanciones hacia 7 funcionarios que viven angustiados por cuentas bancarias cuyos jugosos saldos explican el mastodóntico esfuerzo de Nicolás Maduro en convocar al país entero para ponerlo en pie de guerra contra el mundo, no le será muy complicado obtener espontánea u obligatoriamente las firmas a las que aspira.

Y mientras los poderes del Estado se dedican a este teatro en lugar de resolver el caos en el que han hundido a este país, queda una pregunta en el aire, ¿dónde se firma para salir de esta pesadilla?



Las conspiraciones, Eddie Ramírez


Por Eddie Ramírez, 31/03/2015

Conspirar, es decir unirse contra un superior o soberano, es materia de militares con o sin la participación de civiles. Marco Tulio Bruni-Celli, distinguido abogado, sociólogo, político y experto en derechos humanos, plantea el tema en su libro El 18 de octubre, de obligatoria lectura para entender mejor no solo ese importante hecho, sino para reflexionar sobre el papel de los militares en nuestra historia del siglo XX y de estos últimos quince años.

Bruni-Celli señala, con muchas pruebas, que los militares “vienen conspirando en Venezuela sistemáticamente contra todo tipo de gobierno desde que se creó el Ejército Nacional”, recalcando que ello es independiente de si es una dictadura, una democracia, una buena o mala administración o de los presupuestos y condiciones socio-económicas de los militares. Además, dice Bruni-Celli, “siempre han buscado y en la mayoría de los casos han logrado comprometer previamente, y ganar como aliados para sus acciones subversivas, a sectores del mundo civil”.

Tradicionalmente, opinantes políticos superficiales achacan las conspiraciones de los militares a simples ambiciones personales, lo cual pareciera estar lejos de la verdad. El citado autor analiza a profundidad el tópico, mencionando la tesis de Rómulo Betancourt de que, por lo general, los militares “sienten que se les asigna un destino manifiesto y una misión providencial como salvadores de países”. Entendamos que en Venezuela la idiosincrasia de los militares no difiere significativamente de la de los civiles. Conspirar implica un alto riesgo y las más de las veces el conspirador va a parar a la cárcel o al exilio. Para un militar conspirar puede significar perder su carrera y el derecho a jubilación. Por ello, la motivación, equivocada o no, debe ser importante y no simple ambición.

Cuando existen mecanismos institucionales para controlar abusos del poder Ejecutivo o para corregir crisis severas, es injustificable que los militares decidan conspirar. La discusión se presenta cuando no existen esos mecanismos. En teoría, no corresponde a los hombres de uniforme decidir cuándo deben actuar. Esto es particularmente cierto cuando los civiles no están de acuerdo sobre el qué y el cómo salir de un gobierno. Para que una conspiración tome cuerpo se requiere una crisis política y/o económica, apoyo civil y una masa crítica de militares descontentos.

El 18 de octubre de 1945 fue una iniciativa de los militares que contó con el respaldo de Acción Democrática y con el visto bueno de los dirigentes Rafael Caldera y Jóvito Villalba. Posteriormente, el nuevo gobierno contó con la benevolencia del partido comunista. El 24 de noviembre de 1948 fue un golpe militar con el apoyo tácito de Copei y de URD, y la pasividad de la población. El 23 de enero de 1958 fue también un golpe militar, pero con respaldo de todos los partidos políticos, intelectuales y gremios profesionales, así como con acciones de calle. El 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992 fueron golpes militares fallidos sin ningún apoyo civil, salvo un pequeño grupo de cabezas calientes, aunque Caldera y Uslar justificaron a posteriori a los alzados. Estos hechos indican que también los civiles han sido unos permanentes conspiradores, aunque con diferentes grados de involucramiento.

Hoy en día Venezuela padece la crisis más severa del siglo XX y lo que va del XXI, Periódicamente el régimen inventa conspiraciones para encarcelar a civiles que considera enemigos políticos y a militares que percibe como desafectos. No tiene base la acusación del eje conspirativo Madrid-Bogotá-Miami, mucho menos que Estados Unidos piensa invadirnos. ¿Existe otra conspiración más “endógena”? Solo sabemos que hay descontento en todos los sectores y que, a pesar de que la vía electoral es muy estrecha, debemos votar aunque ello no sea suficiente para salir del totalitarismo.

Como en botica: De regreso de la revolución es un valioso y valiente testimonio de la admirada profesora Gloria Cuenca sobre su desencanto de la utopía comunista. Nuestros diputados que aspiren a la reelección deben presentar un informe de su gestión y asistencia a las sesiones. Pareciera que algunos ni siquiera han leído las Memorias y Cuentas de los ministerios, las cuales reflejan el desastre de la administración, a pesar de lo que ocultan. Presumimos que la MUD emite comunicados blandengues aspirando que sea lo “políticamente correcto” para evitar descalificaciones del régimen, pero los mismos no convencen a ninguna de las partes. El hampa tolerada por el régimen asesinó en Puerto La Cruz a nuestro compañero de Gente del Petróleo, ingeniero Erik Serrano y a su hijo. En todo el país los malandros actúan impunemente amparados en lo afirmado por los rojos de que” los saqueos de febrero de 1989 fueron el inicio del movimiento revolucionario”. Maduro debe renunciar. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

PATOLOGÍAS DE LA POLÍTICA, por @FernandoMiresOl

Fernando Mires 23 de marzo de 2015

Un problema al parecer insalvable de las teorías políticas reside en el hecho de que por lo común son elaboradas para sujetos históricos definidos de acuerdo a la propia teoría. Tomemos como ejemplo a las teorías marxistas y veremos como sus sujetos actúan de acuerdo a determinaciones de clase teóricamente diseñadas. O también, piénsese en las teorías liberales construidas sobre la base de supuestos individuos autónomos en condiciones de discernir claramente sobre sus intereses políticos.

Las teorías modernas no van a la zaga. Las construcciones habermasianas, por ejemplo, parten de la premisa de que la llamada sociedad está constituida por seres racionales en condición de establecer relaciones comunicativas las que deberán conducir –nadie sabe como- a la articulación discursiva de un orden democrático.

Quizás la única excepción está representada por algunos alcances teóricos de Ernesto Laclau quien al recurrir a Lacan pudo observar como las demandas sociales han de ser descifradas en el espacio difuso y opaco de las representaciones simbólicas. Pero, lamentablemente, también en Laclau los actores sociales son deducidos desde la lógica de una teoría sustentada por un futuro “estratégicamente” condicionado.

Podría entonces afirmarse que la mayoría de las teorías políticas han sido hechas para seres humanos “normales”, es decir, para un “homo politicus” ideal.

No obstante, una simple mirada a los lugares marcados por confrontaciones políticas, mostrará como ese ser humano “normal”, deducido de la racionalidad de una teoría (todas las teorías son racionales) dista de ser la regla. Más bien es la excepción.

Dicho más claramente: la llamada sociedad está formada por personas que padecen de horrorosos miedos a morir. Por lo mismo, todo análisis político debe tratar con seres imprevisibles, paranoicos, histéricos, adictos, deseantes, megalómanos, sicóticos o simplemente neuróticos. Esa es, nos guste o no, “la madera carcomida” –expresión de Kant- sobre la cual han de carpinterear quienes intentan explicar las conductas ciudadanas.

En términos psicoanalíticos, la materia de toda infraestructura humana está formada por ocultas pasiones. ¿Bajas pasiones? Exactamente. Pero no porque sean bajas sino porque están “abajo”, aguardando el momento de aparecer en la superficie, disfrazadas de lógicos intereses y sublimes ideales. En ese sentido, todas las pasiones son “bajas”.

No fue un político, fue un economista, A. O. Hirschman, quien en su libro The Passions and the Interests pudo percibir como los intereses económicos racionales son, en muchos casos, simples pasiones revestidas (sublimadas, en lenguaje freudiano). Por lo mismo, aún convertidas en intereses, las pasiones no desaparecen. Suele suceder más bien lo contrario: los intereses racionales se convierten según Hirschman, en súbditos del imperio de las pasiones.

Extrapolando hacia lo político la tesis de Hirschman, podemos observar como, más aún que la economía, la política es un espacio proyectivo, no tanto de intereses, sino de pasiones mal disimuladas. Ahí reside el trasfondo patológico de muchas representaciones políticas. Por ese motivo algunos analistas de la política sostenemos que, aunque parezca paradoja, el análisis de lo político no se agota en lo político. Hay que recurrir a otras fuentes. Entre ellas, a las psicoanalíticas.

Ahora, desde una perspectiva inversa, la práctica política podría cumplir bajo ciertas condiciones una función terapéutica. Lo dicho se explica si consideramos que la política al ser actividad pública es también un espacio de ex -presión (liberación de presiones). Las re-presiones en cambio, cumplen el objetivo de impedir que las presiones salgan hacia fuera. No existe por lo mismo la represión política. Toda represión es anti- política.

Por otra parte, la política es una zona de conflicto. Allí los unos se enfrentan con los otros a través del uso de la palabra escrita u oral. En cierto modo, más que en los consultorios, la palabra debatida puede cumplir en la política una función liberadora, pero siempre y cuando esta no se convierta en un medio de agresión. Esa es la razón por la cual tanto las prácticas políticas como las clínicas requieren de cierta supervisión. Dicha función suele estar encargada en la política a la gobernancia. La tarea principal de una gobernancia, por lo tanto, no es incentivar, tampoco anular o disminuir el conflicto, pero sí, supervisarlo

De modo más preciso: entendemos por gobernancia no solo al gobernante sino al conjunto de personas e instituciones destinadas a regular la lucha política. Es por eso que la gobernancia, al no tomar parte por ningún bando en conflicto es la menos política de todas las tareas políticas. Pero sin gobernancia la política carecería de supervisión y las pasiones se revelarían en toda su desnudez como ocurre en los regímenes antipolíticos. En otras palabras, así como hay personas que no se saben gobernar a sí mismas, hay naciones sin, o con precaria gobernancia.

La gobernancia representa teóricamente al conjunto de la ciudadanía. Luego, si la gobernancia sólo atiende a una de las partes del conflicto o monopoliza todos los poderes en la persona de un gobernante, las ex -presiones ciudadanas dejan de pertenecer a la lucha política para transformarse en lucha por la política, o lo que es lo mismo, en una lucha por la recuperación de los escenarios de la política. En ese sentido las luchas democráticas no persiguen el desgobierno sino todo lo contrario: una mejor gobernabilidad. Las protestas sociales son en ese sentido más conservadoras de lo que se piensa. Buscan, antes que nada, “poner orden”.

Fue el Papa Benedicto XVl quien al referirse a los excesos cometidos por la Iglesia en los tiempos de la Inquisición, nos habló de las patologías de la religión. Al escucharlo no pude sino recordar el cuadro de Goya: “El sueño de la razón (también) produce monstruos”. Pues en los dos casos, el de la religión y el de la razón, las patologías latentes en la condición humana logran apoderarse de instancias sublimes de la vida. Mucho más en la vida política la que al ser esencialmente conflictiva estará siempre expuesta a los embates de las pasiones más primarias. Es cierto que al final siempre ha terminado por imponerse la cordura. Pero los regueros de sangre que dejan detrás de sí esas luchas, no son para rememorar.

Hasta ahora no tenemos ninguna prueba de que las patologías sean solo fenómenos individuales. Al contrario, todo nos muestra cuan fácilmente logran adquirir dimensiones colectivas. Más grave aún si la gobernancia ya ha sido “contagiada” (transferida).

Pero lo peor ocurre al revés, a saber, cuando una gobernancia enloquecida “contagia” –o transfiere- su patología a toda una nación. En ese caso extremo la patología política podría llegar a convertirse en un trauma de profundas dimensiones históricas. Hay efectivamente naciones que no pueden apartar la vista de un pasado que nunca termina definitivamente de pasar.

Tomado de: http://polisfmires.blogspot.com/2015/03/fernando-mires-patologias-de-la-politica.html

La verdadera amenaza, por @EdgarRiveroUNT

Edgar Rivero marzo 2015

La real academia española señala que AMENAZA significa: “Dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a alguien o en su defecto dar indicios de estar inminente algo malo o desagradable”. Probablemente con esta aclaratoria esté lloviendo sobre mojado, al querer dejar plasmado algo que muchos sabemos y peor aún, hemos padecido de forma aguda, en estos últimos años de la “Venezuela socialista”.

Diría el filosofo Montesquieu: “Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”. Afirmación que corrobora lo que realmente es una amenaza cuando un país es “gobernado” por un grupo de forajidos, que ahora pretenden darse golpes de pecho y erguirse como los salvadores del universo solicitando la derogatoria del Decreto emitido por la Casa Blanca de EUA. Pendeja burla!

Ahora bien, resulta infantil pretender hacer creer a estas alturas y con el país colapsado, por los escandalosos casos de corrupción, que son vox populi y los que todavía no sabemos, que la culpa de todo la tiene la oposición aliada con el “imperio”. La verdadera amenaza son ellos mismos, quienes han abusado del poder durante más de una década y se han transformado en la amenaza más peligrosa, para los derechos de los ciudadanos venezolanos. La verdadera amenaza es no contar con un Estado de Derecho, unas instituciones imparciales e independientes, unas verdaderas FAN venezolanas y no cubanas. En fin, el uso “legal” de la fuerza pública en contra del pueblo, que se ve afectado física, psíquica, socialmente, cada vez que arremeten sistemáticamente contra la vida, la integridad y dignidad de un pueblo, que creyó en el cuento del socialismo del siglo XXI.

En efecto, la verdadera amenaza para Venezuela, la representan quienes hoy por desgracia ostentan ilegítimamente el poder, ya que nunca podrán comprobar que realmente el presidente es venezolano y que los resultados de últimos procesos electorales hayan sido los verdaderos.

En definitiva, se han burlado hasta la saciedad del pueblo, persisten sin justificación alguna en confundir y distraer a punta de mentiras la atención. De ese modo, evitan enfrentar con responsabilidad la necesidad de rectificar y buscar soluciones. Se han dedicado, con el mayor caradurismo del mundo, a gastar un dineral, invirtiendo en tiempo récord en maniobras distraccionistas de la opinión nacional e internacional, para evitar la discusión sobre los verdaderos problemas del país.

En este sentido, amenaza endógena, se traduce a sostener durante meses una mentira. Puras evasivas. Inventan supuestas guerras o golpes de Estado y con ello, se victimizan, cuando la verdadera víctima es la gran mayoría de los venezolanos. Han aprovechado los errores de terceros, para utilizarlos como justificación de su estrategia irresponsable, que propicia el mantenimiento de la escasez, el alto costo de la vida, la inseguridad personal, al lado del crecimiento sin límites de la corrupción con la cual corroen con impunidad todo lo que tocan y otras tantas calamidades. Por desgracia, todo esto desmejora y destruye áreas tan importantes como la educación, la salud y empleo.

Sin dudas, queda de mi parte claro que la verdadera amenaza, para el país, la conforma el mismo gobierno de turno. No es necesario ser un gran experto en el área económica ni política, para darse cuenta que los únicos responsables de este desastre que vivimos en la actualidad son Nicolás Maduro y sus acólitos. Es inaudito aceptar a estas alturas del juego un engaño más. Nadie absolutamente se cree el cuento de una supuesta “guerra económica”, dirigida por la oposición y por el imperialismo del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

Todo lo contrario, las improvisaciones, los errores y la corrupción se han convertido en un monstruo llamado “amenaza endógena”. Todo el país sabe que han gobernado en un tiempo, cuyos ingresos petroleros le otorgaron una gran fortuna, nunca vista en la historia nacional. Ahora, cuando los precios bajan, resulta que han sido tan incapaces y corruptos que no sólo no ahorraron en la época de bonanza, sino que más bien endeudaron, vendieron y regalaron al país, para tratar de satisfacer su voracidad, para despilfarrar y permitir la corrupción con el dinero de todos los venezolanos.

Finalmente, no hay amenaza más cruel que la que se perpetra bajo el escudo de la ley y en nombre de la justicia. Es tiempo de reaccionar, Es tiempo de motivarse, participar y acabar con esta zozobra e incertidumbre permanente. Venezuela reclama tu concurso. Es ahora, sin miedo y sin prejuicios. Venezuela despierta!

Edgar Rivero

Hay 46 centros de votación en residencias de la Misión Vivienda, por @PartidoUNT

Prensa UNT 30 de marzo de 2015
@PartidoUNT

Vicente Bello reclama al CNE que no informe sobre cifras del registro electoral

La Mesa de la Unidad Democrática emplazó al Consejo Nacional Electoral a precisar si los edificios no terminados de la Misión Vivienda servirán como centros de votación para los comicios parlamentarios.

“El corte del registro electoral de diciembre 2014 reportó que existen centros en residencias de la Misión Vivienda, incluidos edificios en construcción. De hecho, el sorteo de los miembros de mesa, efectuado a mediados de marzo, arrojó que hay 46 centros de votación con menos de 30 electores, cifra que ignoramos si creció luego de las jornadas de actualización de enero y febrero de 2015. En esos lugares no designaron miembros de mesa porque no están habilitados, no están terminados y, en consecuencia, no se podrá votar en ellos”, afirmó Vicente Bello, representante electoral de la MUD en el CNE.

Los centros controvertidos estarían en Guárico, Zulia y Caracas, según informes de la dirigencia y militancia de los partidos de oposición. “La MUD ha hecho los reclamos de manera constante ante el CNE y no ha obtenido respuestas. ¿Se podrá votar en centros no construidos?”, se preguntó.

En 2013 hubo entre 36 y 50 edificios de la Misión Vivienda que sirvieron como centros de votación. Bello alertó que, desde que el chavismo llegó al poder, se usan residencias como centros electorales.

“Antes no se hizo, solo se usaban los colegios. A partir de 2012 y 2013 se profundizó esta práctica. Por ejemplo, se instalaron mesas en los salones de fiestas de los edificios que están en la avenida Libertador, cerca de Pdvsa. La MUD reclamó y el CNE no atendió. Aunque logramos tener testigos, no hubo acceso al público. En los barrios y zonas populares se colocan centros en módulos o dependencias públicas, algo que es válido. La excepción se da en la Cota 905, donde se usan canchas deportivas. Los centros se instalan dos días antes, pero son de acceso público”, dijo.

La MUD rechaza que las mesas de votación estén en comunas, consejos comunales y sedes de colectivos porque, por seguridad, nadie se atreve a vigilarlas: “En el 23 de Enero, La Piedrita no permite el ingreso de quienes no sean vecinos, por lo tanto nadie hace una contraloría electoral por la intimidación”, dijo Bello.

Denunció la falta de información sobre el registro electoral de las parlamentarias. Explicó que el último corte es de diciembre de 2014, lo que genera dos problemas: 1) quienes se inscribieron en diciembre o enero no aparecen en la página web del CNE, y 2) no se sabe cuántos son los fallecidos, nuevos inscritos y reubicados.

Prensa UNT

@PartidoUNT

Acusa @delsasolorzano: La impunidad en Venezuela supera el 98 por ciento según informe de la fiscalía, por @PartidoUNT

Prensa UNT 30 de marzo 2015
@PartidoUNT

El partido Un Nuevo Tiempo analizó el informe anual de La Fiscalía General de la República, y pudo verificar que el Ministerio Público hizo record de impunidad, en materia de corrupción, violaciones de derechos humanos, secuestros y delitos comunes, durante el año 2014.

La vicepresidente de UNT y diputada al Parlamento Latinoamericano Delsa Solórzano, en rueda de prensa, hizo un análisis minucioso del informe anual de la Fiscalía General de la República, recordando que lamentablemente Venezuela se ha convertido en uno de los países más violentos del mundo, de acuerdo a datos de la Organización de Las Naciones Unidas ONU.

La diputada Solórzano se refirió específicamente a las cifras de impunidad en Venezuela en materia de violación de los Derechos Humanos, sobre todo calificó el año 2014 como uno de los más críticos. “Estamos viviendo en Venezuela la etapa más oscura en materia de violación de los derechos humanos”.

“Llama la atención que en el informe la Fiscal Luisa Ortega Díaz reconoce que en el año 2014 el Ministerio Público se concentró en la represión de los manifestantes y dice: ‘El Ministerio Público destinó a la mayoría de los Fiscales para ejercer la acción penal de los detenidos en las manifestaciones’. Esto ratifica lo que hemos venido declarando: que todo el Ministerio Público y los jueces están dedicados a la persecución de la disidencia política. ¿Quién carrizo persigue a los criminales? La respuesta es nadie”, subrayó enfática Solórzano.

En ese sentido, para demostrar esta primera conclusión del informe y que ha denunciado el partido UNT de forma constante, la diputada Solórzano presentó las cifras que revelan la gran impunidad de la fiscalía frente a los problemas de violencia y violación de derechos humanos en el país.

“En su informe la Fiscalía reconoce la violación a los DD.HH y la comisión de tortura, también dice que son hechos aislados que no corresponden al Estado, pero cuando hay tortura es el Estado el único responsable -precisó Solórzano- Dice además que han recibido 8 mil 049 casos por violación de Derechos Humanos, pero solamente 105 fueron llevados a juicio, no dicen en el informe cuántos son condenados. Esto ubica la impunidad en materia de Derechos Fundamentales en 98,69 por ciento”.

Indicó Solórzano que frente a esta situación la Fiscal Luisa Ortega Díaz, advirtió en su informe que acudió ante el comité contra las torturas de la ONU a defender al Estado venezolano, en los casos de tortura que la Comisión de los Derechos Humanos de la Mesa de la Unidad democrática denunció.

“Señora Luisa Ortega Díaz, le recuerdo que usted es Fiscal General de la República, no Procuradora General de la República, que su función no es defender al Estado, sino ejercer la acción penal contra todos aquellos que cometen delitos. Que hoy, gracias a su nefasta gestión, hay un 98,69 por ciento de impunidad por violaciones de derechos humanos. Aunque no tienen sanción, le recuerdo que estos delitos no prescriben”. Precisó la diputada Delsa Solórzano.

En cuanto a los casos de corrupción, informó de acuerdo a los datos sustraídos del informe anual de la Fiscalía General de la República, que ingresaron 12 mil 319 casos, de los cuales fueron a juicio sólo 304, es decir que en materia de corrupción hay un 97,73 por ciento de impunidad.

“El 17 de enero del año 2014 personalmente acudí ante el Ministerio Publico a solicitar la apertura de una investigación penal en el caso de los 25 mil millones de dólares que se robaron en CADIVI, este es la punta de lanza de todo los hechos de corrupción que UNT denunció a los largo de todo el año. El caso de las empresas de maletín que se le otorgaron dólares para traer carne de Brasil y nunca la trajeron. El más reciente caso, el de Andorra, se denunció el pago de más de 80 millones de dólares de comisión por el contrato de remodelación de la línea uno del metro de Caracas y hoy tenemos un pésimo servicio del metro”.

Continuó explicando Solórzano que el informe del Ministerio Público en Delitos Comunes señala que se registraron en el 2014, 351 mil 321 casos, de los cuales fueron a juicio 5 mil 426, es decir 98,45 por ciento de impunidad.

“Es decir que ni siquiera los 25 mil homicidios que ocurrieron el año pasado llegaron a juicio. Eso evidencia el índice de impunidad que hay en Venezuela. Estas cifras no las he inventado yo, esto está reflejado claramente en el informe anual del Ministerio Público” advirtió la vice presidenta de UNT.

Por último se refirió a las cifras alarmante de los secuestros en Venezuela, de los que fueron denunciados 599 casos ante la Fiscalía en el 2014, de ellos solo 10 fueron a juicio, es decir 98, 33 por ciento de impunidad. “Señora Fiscal, ¿A usted no le da pena estas cifras de impunidad en materia de secuestros? ¿No le da pena que Venezuela esté en los niveles más altos de secuestros de América Latina? Hay organismos internacionales que señalan que somos el quinto país con más secuestros en el mundo, hay otros que dicen que somos el segundo”.


Prensa UNT

@PartidoUNT

lunes, 30 de marzo de 2015

La emigración venezolana, @JoseAGuerra


Por José Guerra, 29/03/2015

Generalmente un país donde sus ciudadanos emigran es porque sufre un conflicto bélico, hay inestabilidad política o se experimenta una crisis económica severa y recurrente. Las oleadas de inmigrantes que llegaron a Venezuela en el siglo XX, provenientes al principio de Europa, obedecieron a las penurias provocadas por guerras. Posteriormente de América Latina vino mucha gente, especialmente de Colombia y luego de Argentina, Chile, Perú y Ecuador, en las década de los setenta, motivada en las dictaduras que se instalaron en esos países del sur de América y también por la estabilidad económica que había en Venezuela y por la fortaleza del bolívar, una de las monedas más fuertes del mundo. También llegaron cubanos a comienzos de los años sesenta, huyendo de la dictadura de Fidel Castro. Los árabes y chinos fueron bien recibos en este país. El aporte de los inmigrantes fue muy positivo para el desarrollo de Venezuela y para su diversidad étnica y cultural.

Ahora los papeles se invirtieron y son los venezolanos los que emigran en masa, hacia variados destinos, en todos los continentes. Tal vez ha sido el profesor de la Universidad Simón Bolívar, Iván De La Vega, quien mayor tiempo le ha dedicado a cuantificar y estudiar este fenómeno, relativamente nuevo. Conviene mencionar que cada vez que un gobierno anuncia que va a aplicar un sistema socialista, la gente suele salir espantada de ese país. Cuba es un caso típico al respecto.

Según el profesor De la Vega, en los últimos diez años han salido de Venezuela más de 1.500.000 personas, por diferentes motivos y razones, pero claramente hay tres que sobresalen. En primer lugar, la situación de inseguridad que vive el país, reflejada en los miles de asesinados cada año a manos del hampa. Ello crea un estado de zozobra en muchas familias que temerosas de que sus hijos o parientes mueran baleados, optan por emigrar. En segundo lugar destaca la crisis política y el estado de conflictividad permanente que vive el país y que ha provocado estrés permanente en ciudadanos inermes, que no ven sosiego en sus vidas. Finalmente, el factor económico juega un rol fundamental, en la medida en que la inflación, la falta de empleos y la desvalorización del bolívar han deprimido los salarios y truncado la esperanza de jóvenes profesionales y emprendedores.

El caso de las universidades es patético. Miles de profesores se han marchado a otros países donde valoran mejor su trabajo y calificaciones, por cuanto las remuneraciones en Venezuela no compiten ni siquiera con las de Haití, cuando se valoran en dólares.

El drenaje de jóvenes hacia el exterior debería preocupar a un gobierno con un mínimo de sensatez. Pero no es así y más pareciera que Maduro estuviese contento con el hecho que la juventud abandone al país. Para incentivar a los venezolanos a que permanezcan en el país, debe producirse un cambio político, que restaure la confianza, disminuya la inflación, genere empleos bien remunerados y combata sin contemplaciones la inseguridad personal. Nada de esto lo puede hacer Maduro.



Imitemos la libertad nunca al totalitarismo, @carlosvilchezn


Por Carlos Vilchez Navamuel, 26/03/2015

Don Emilio Bruce, columnista del periódico costarricense La República, escribió recientemente un artículo magistral, lo tituló “Maldita prensa”. El escrito fue publicado el 06-03-15, allí de una manera muy fina advierte y señala un mal que ha ido proliferando como mala hierba en nuestra región, se trata del cuestionamiento que hacen algunos presidentes a la prensa en general, recordamos por supuesto al finado Hugo Chávez, Rafael Correa y por supuesto a Nicolás Maduro, jefes de Estado que hablan pestes de la prensa y que han tomado medidas drásticas en sus países.

Bruce nos dice entre otras cosas que “No escuchemos los cantos de sirena de aquellos países que han buscado silenciar a quienes desean hacer públicas sus censuras. Sobre el desarrollo de la libertad cabalga la democracia y el progreso de los pueblos. Sobre la supresión de las opiniones, sentimientos y preferencias de las sociedades, se cierne la noche de una era de degradación y totalitarismo”.

Y es que como sabemos, don Emilio al escribir esto, se estaba dirigiendo al presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, quién hace solo unos días se quejó del acoso mediático, el presidente escribió un artículo y se presentó en cadena de la radio y televisión.

En el texto el profesor se pregunta: “¿Qué es ese lamento de que me tratan mal en la prensa? ¡Sea hombre y trabe los dientes! ¡No afloje!, nos habrían dicho los mayores. Las críticas son indispensables para el gobernante. Los elogios generan conformidad y autocomplacencia. La crítica de hoy no es diferente de la de los pasados 12 años”.

Bruce añade: “Creo que los gobernantes, a semejanza de don José María Castro Madriz, deberían, lejos de criticar y de sumergirse en las teorías de la conspiración de la prensa, servirse de ella y estimular la misma. Imitemos la libertad nunca al totalitarismo. Más adelante don Emilio continua y dice “Sobre el desarrollo de la libertad cabalga la democracia y el progreso de los pueblos. Sobre la supresión de las opiniones, sentimientos y preferencias de las sociedades, se cierne la noche de una era de degradación y totalitarismo”. https://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=533326808

Lleva razón don Emilio cuando dice IMITEMOS LA LIBERTAD NUNCA AL TOTALITARISMO, rechacemos las ideas estatistas, autoritarias o totalitarias, emulemos los modelos que han sido exitosos en otros países como Nueva Zelanda, Australia, Suiza o Suecia, no copiemos sistemas fracasados como lo han hecho en Cuba o Venezuela, ya sabemos cómo terminan.


Carlos Vilchez Navamuel
http://www.carlosvilcheznavamuel.com
@carlosvilchezn

El que tenga ojos que vea y oídos que oiga, por Jesús G. Briceño


Luis Almagro, Secretario OEA
Por Jesús González Briceño, 24/3/2015.

Las recientes reuniones del Alba y del Unasur y la elección del nuevo secretario general de la OEA, Luis Almagro, chavista confeso, son  más de lo mismo en las que se ha condenado a los estadunidenses y al  presidente Obama por sus medidas calificando a nuestro país como una amenaza para la seguridad del país norteño, desatándose una gigantesca operación mediática y de movilización de los tarifados nacionales y extranjeros  contra el imperialismo yanqui. En esta dirección también se mostrado las conclusiones de estos foros latinoamericanos condenando tales medidas. ¿Es que acaso de verdad no estamos  padeciendo las vicisitudes  de la tragedia nacional con cientos o miles de  ciudadanos de a píe asesinados, secuestrados, golpeados y encerrados, o los  cientos de opositores amenazados, perseguidos, encarcelados y  estudiantes y civiles muertos, heridos y encarcelados  en  las calles y  en sus recintos particulares, injustificadamente?.

Estamos sufriendo  una alarmante hiperinflación  superior a tres dígitos y, lo peor, es que no se detiene  y  cada día vemos el alza desmesurada de los precios de las canasta alimentaria  y,   muy superior, en los artículos y bienes no regulados ya que nuestra  economía doméstica está alineada con la tasa del dólar paralelo, debido a que las medidas  cambiarias del dólar cimadi  ha disparado su valor y al no haber disponibilidad para cubrir la  demanda desenfrenada de dólares que requiere  nuestra economía para normalizarse, por reducción considerable de la oferta gubernamental, se  genera definitivamente la DOLARIZACIÓN  DE LOS PRODUCTOS E INSUMOS , ya que dependemos  en más de un 50%de las  importaciones foráneas, por el fracaso total de la economía  estatizada y  de las expropiaciones y confiscaciones privadas.

No es un secreto  el déficit de productos básicos como el café, la azúcar, carne, la leche líquida y en polvo, el pollo, servilletas, papel  higiénico, aparece y desaparece, pañales, las pastas reguladas, el aceite comestible, el arroz, el queso blanco, cosméticos, tintes, desodorante, hojillas,  y otros productos han desaparecido de los anaqueles,   o han alcanzado precios exorbitantes como el pescado y similares, el atún ( ahora el refugio de los hogares),los quesos y  derivados lácteos, los confitería y chuchería, los frutas en general son inalcanzables;  los refrescos , jugos y yogures, y pare  de contar. Asimismo los electrodomésticos, vehículos y repuestos, los aceites  y filtros, los materiales de construcción, maquinarías y equipos han sufrido en menos de dos años  incrementos superiores al mil %...Y lo mismo ha pasado con  las medicinas que además de escasear,  observamos gigantescas colas  en las farmacias  y el aumento desmesurado de los servicios médicos y la pólizas de seguros de vida, HCM,  y de los  vehículos.

Otro  problema es el incremento de la criminalidad no solo del  ciudadano común sino también de los cuerpos policiales y agentes de seguridad a pesar de que los medios de comunicación apenas reflejan una parte de la realidad porque en su gran mayoría están controlados  o han sido comprados por testaferros gubernamentales. El micro tráfico de drogas expandido sobre todo en las áreas populares o barriadas es el causante, en gran parte, de horrendos crímenes  contra la población y en el asesinato de los agentes de seguridad para disponer de un hierro para cometer asaltos y asesinatos.

La corrupción es otro flagelo de nuestra sociedad  y anteriormente son muy conocidos la valija argentina de Antonini, las ayudas a Bolivia, el Perú, Ecuador, Nicaragua, países centroamericanos y, en particular, a Cuba. Así lo demuestran las cuentas bancarias en el exterior de altos y otros funcionarios que han actuado al amparo de Chávez y de la actual administración, con  costosas propiedades en EE. UU, en tanto que el blanqueo de capitales están saliendo a relucir en Andorra  del Banco Madrid, y otras  cuentas bancarias  y propiedades  muy costosas en EE.UU  y no pasará mucho tiempo en que  se conozca en detalle estas operaciones ilícitas que  involucra a PDVSA, , altos  cargos castrenses, funcionarios públicos nacionales y sus testaferros.

Actualmente la administración  Obama y los congresantes estadunidense barajan otras acusaciones contra altos funcionarios gubernamentales venezolanos por blanqueo de capitales en  banco privado d´ Andorra donde se involucra a Pdvsa y a la hija de Chávez, María Gabriela Colmenares con millonarias cuentas en ese banco español, y lo más grave de esta  situación es que el recién reelegido presidente de Israel aportó pruebas de la explotación,  comercio  y de la venta de uranio del gobierno venezolano a la Republica Islámica de Irán  para su programa nuclear. Sin duda alguna  si el régimen de Maduro y antes de Chávez no está involucrado en estas operaciones ilícitas y con el terrorismo mundial, es obligatorio desmentirlas mediante   investigaciones serías   ante la opinión mundial, lo que ha sido imposible y responden con el trillado argumento de una guerra económica para desestabilización del régimen.

El  presidente Maduro califica todo este menú vergonzoso como una GUERRA ECONÓMICA contra su gobierno y la revolución bolivariana, pero es que ¿ Donde están los frutos de las investigaciones que se deben realizar por parte de  la fiscalía y cuáles son las personas investigadas, encausadas  y  o sentenciadas por todo aparataje de corrupción, crímenes, desaparición de miles de millones de dólares y de bolívares, compras de medios de  comunicación y de carísimas propiedades y cuentas  tanto en el exterior como en nuestro país?

Para desgracia de nuestra nación esos foros de Unasur, El Alba y de la OEA  han servido para apoyar incondicionalmente  la gestión de Chávez y Maduro porque han sido beneficiarios  de nuestros recursos fiscales petroleros con dádivas, precios petroleros subsidiados, financiamiento de obras costosas  y apoyo político para mantenerse en el poder indefinidamente. Ha sido harto demostrado también el apoyo ideológico y financiero al partido español PODEMOS recientemente confirmado.


Los casos de corrupción, pobreza,  criminalidad, narcotráfico y el desconocimiento de los derechos humanos y constitucionales en países prochavista, demuestran que el gobierno Chávez-Maduro no tiene ningún asidero para endosar su fracaso patente y  comprobado a  la disidencia ni muchos menos a los  norteamericanos. Si así fuere, tan sólo con suspender la compra de hidrocarburos, Obama hubiera podido infligir un daño irreparable a nuestro país, en el que ha disminuido  ostensiblemente su renta petrolera con el   bajón  superior al 50% de sus precios. QUIEN TENGA  OJOS QUE VEA Y OIDOS QUE OIGA.

Venezuela: ¿DEL DACAZO AL OBAMAZO?, por @FernandoMiresOl

Fernando Mires 29 de marzo de 2015

Hay que reiterarlo: Barack Obama es el Presidente de EE UU y no el jefe de la oposición de Venezuela. De ahí que las medidas tomadas por su gobierno en contra de siete corruptos funcionarios chavistas no están guiadas por una eventual correlación política de fuerzas en el espectro venezolano. El gesto de enemistad, al declarar a Venezuela una amenaza para los EE UU, tampoco.

Obama, evidentemente, escogió el momento para hacer pública su posición frente al gobierno Maduro. Que lo haya hecho en medio de negociaciones mantenidas con el régimen cubano y pocos días antes de la Cumbre de las Américas que tendrá lugar el 10 y 11 de Abril en Panamá, muestra que ha considerado determinadas razones de alcance estratégico, razones que trascienden lejos, muy lejos, a la simple particularidad venezolana.

Hay que tener en cuenta que Obama no vive en los tiempos de Bush, enredado en mentiras increíbles para justificar su ominosa invasión a Irak. Tiempos en los cuales hasta dictadores de baja estofa se permitían el placer de lanzar diatribas en contra del gobierno norteamericano.

Obama, a diferencias de Bush, es probablemente uno de los presidentes norteamericanos que ha ganado más legitimidad en la arena internacional. La restitución de la alianza atlántica en Europa, las alianzas establecidas con gobiernos islámicos en la lucha en contra del ISIS, su distanciamiento con respecto a fracciones de la derecha israelí, sus tensas pero diplomáticas conversaciones con el gobierno de Irán en torno a temas nucleares y militares (los tiempos de las locuras de un Ahmadineyah quedaron atrás), su apertura política hacia Cuba, más la eminente suspensión del embargo y su voluntad de acercamiento amistoso a los países latinoamericanos –incluyendo a los del ALBA- son hechos que demuestran un cambio profundo en la política internacional de los EE UU.

La nueva estrategia apunta -lo ha reiterado Obama en diversos discursos- a la sustitución de las relaciones de dominación militar por relaciones de hegemonía política. Eso quiere decir que Obama, sin renunciar al uso de la fuerza, intenta restaurar el valor de la política en el espacio internacional.

El nuevo rol de EE UU precisa, sin embargo, de un estatuto simbólico. Por eso mismo Obama debe defender la nueva imagen que busca dar a su nación. Visto así, Obama no puede permitir que un mandatario, cualquiera que sea, insulte a su gobierno todos los días, menos aún si preside un país del que EE UU es su más seguro socio comercial; un país, además, con el que no tiene ningún problema económico, político o militar. ¿Ha llegado el momento de mostrar a Maduro que incluso la paciencia diplomática tiene límites? Así parece.

Si vemos el tema desde una perspectiva global, la designación de Venezuela como amenaza para los EE UU tampoco debe sorprender demasiado. El régimen venezolano es en la región el que más se acerca al formato clásico de una dictadura. Y los regímenes dictatoriales o simplemente autoritarios han sido siempre, en todas las latitudes, amenazas para la paz externa. Más todavía si un régimen no oculta su atracción por casi todas las dictaduras enemigas (reales o potenciales) de los EE UU.

Habría que ser muy ingenuo, por ejemplo, para no darse cuenta de que la política de Obama frente a Caracas tiene que ver con Moscú mucho más de lo que a primera vista parece. Frente a Rusia hay ya una Guerra Fría no declarada por la OTAN. Pese a eso, Obama no busca aliados en América Latina. Lo que sí quiere, y desde su óptica tiene toda la razón, es no tener más enemigos.

Probablemente el gobierno de Obama anhela que las relaciones entre Venezuela y los EE UU sean las más normales posibles. Con mayor razón en tiempos marcados por conflictos al lado de los cuales el que existe (si es que existe) con Venezuela es solo una migaja. Que esa normalidad también conviene en la práctica al gobierno Maduro, pero no a su falso discurso “antiimperialista”, es un factor con el cual seguramente contaba la administración norteamericana.

No es errado pensar entonces que la declaración de enemistad al gobierno de Maduro es un punto encuadrado en un marco estratégico destinado a configurar la futura política de los EE UU con respecto a toda América Latina.

La apertura hacia Cuba, por un lado, y la muestra de enemistad hacia el gobierno de Venezuela, por otro, son indicadores que muestran diseños de esa nueva política. A través de ella Obama intenta dejar claro que los EE UU están dispuesto a colaborar con todos los gobiernos de la región, cualquiera sea su orientación ideológica, siempre y cuando estos no lleven a cabo acciones de hostilidad en su contra.

Ahora bien, si un gobernante como Maduro busca extraer capitales políticos nacionales a través de una sostenida campaña de hostilidad hacia EE UU, deberá naturalmente contar con las consecuencias. Ese parece ser desde ya el mensaje que Obama llevará a la Cumbre. Un mensaje que naturalmente no solo será dirigido a Venezuela sino, además, a todos los gobiernos de la región.

Para determinadas fracciones de la oposición venezolana, las que en su narcisismo político imaginan que el mundo comienza y termina en Venezuela, la posición de Obama respecto al gobierno de Maduro o les ha parecido un grave error o la han saludado como un gran gesto de solidaridad. Ni lo uno ni lo otro. Al tomar posiciones frente a Maduro, Obama no consideró demasiado la correlación de fuerzas al interior de Venezuela. Pero no tenía por qué hacerlo. Su actitud no deriva de un asunto táctico inmediato. Forma parte, reiteramos, de una estrategia global destinada a ser medida en plazos largos.

Probablemente la administración estadounidense tenía previsto que Maduro iba a reaccionar como reaccionó. En medio de la crisis económica más profunda vivida en el país, del más grande descrédito internacional y de la corrupción más desenfrenada, era obvio, casi natural, que Maduro llevaría a cabo una campaña patriotera como no se recuerda en América Latina desde los tiempos cuando el general Galtieri desató la guerra de las Malvinas (1982) solo para reconquistar la popularidad perdida por la dictadura militar de su país. Sin embargo, puesta esa reacción al lado de la importancia que para EE UU reviste marcar las líneas de una estrategia política continental, no hay como perderse: Obama no puede ni debe subordinar su política continental a los intereses ni de la oposición venezolana ni de ninguna otra. Si así lo hubiera hecho, habría cometido de verdad un acto de injerencia.

En otras palabras: nos encontramos frente a un problema dividido en dos dimensiones: una internacional, donde los EE UU no pueden sino hacer lo que están haciendo, y otra muy local, en donde un gobierno antidemocrático enfrenta a una masiva oposición que intenta movilizar fuerzas y obtener un triunfo electoral decisivo. Ambas dimensiones, la internacional y la local al ser distintas no son necesariamente compatibles. Y con esa incompatibilidad deben contar tanto el gobierno como la oposición de Venezuela.

Desde la dimensión local, la política internacional de Obama parece favorecer, por lo menos durante un breve lapso, a Maduro y sus huestes. A fin de reconquistar la popularidad perdida, el gobierno Maduro, siguiendo la lógica Galtieri, ha trazado una línea demarcatoria que intenta sustituir a la contradicción entre “burguesía y pueblo” por otra formada por “patriotas” y “antipatriotas”. O dicho de este modo: así como en vísperas de las elecciones municipales del 2013 Maduro declaró una artificial guerra económica, antes de las elecciones parlamentarias del 2015 ya ha declarado una no menos artificial guerra patria frente al peligro de una invasión que, naturalmente, nunca tendrá lugar.

En la primera “guerra” Maduro llamó a saquear tiendas comerciales, acción conocida como el Dakazo. Durante la segunda “guerra” llama a la movilización nacional, recogiendo “millones” de firmas en contra de Obama. ¿Estamos entonces frente a un “Obamazo”? Todo indica que Maduro camina en esa dirección.

El eventual “Obamazo” persigue, además, otro objetivo, a saber, dividir más a la oposición de lo que de hecho ya lo está. En efecto, el patrioterismo desatado por Maduro ha cavado nuevos surcos en el amplio campo opositor. Por de pronto ya es posible detectar dos polos antagónicos. A un lado los “nacionalistas” dispuestos a posponer diferencias con el gobierno en aras de la nación amenazada. Al otro lado los “pro-intervencionistas”, dispuestos a entender el discurso global de Obama como una mera táctica destinada a derribar al gobierno venezolano.

Probablemente hay dentro del nacionalismo opositor quienes piensan que la “cuestión nacional” no debe ser regalada al gobierno. En principio, dicho planteamiento podría ser correcto. Lo que evidentemente no es correcto es plegarse al discurso del gobierno aduciendo que Venezuela es un país que no amenaza a nadie, asumiendo así, objetivamente, la retórica del “antiimperialismo” oficial.

Lo mismo ocurre con el sector “pro-intervencionista”: al imaginar que Obama busca el derribamiento del gobierno, asume positivamente el mismo discurso de Maduro. No deja de llamar la atención en ese punto, como columnistas que en el pasado reciente habían dedicado largas parrafadas en contra de Obama, acusándolo de débil, de populista, de izquierdista y hasta de islamista, se han convertido, de la noche a la mañana, en fanáticos “obamistas”.

Entre los dos polos extremos (el nacionalista y el pro-intervencionista) existe, sin embargo, una amplia franja opositora que ve en la línea demarcatoria trazada por Maduro una simple maniobra destinada a desviar la atención con respecto a las calamidades sociales provocadas por el gobierno, un intento más para tapar los escándalos financieros, las fortunas depositadas en bancos norteamericanos, las fabulosas cuentas de personeros chavistas en los bancos de Madrid y Andorra, más lavados de dinero, tráfico de drogas, contrabando y otras exquisiteces similares.

Del mismo modo, y en ese punto parece haber consenso mayoritario en la oposición, la lucha por la liberación de los presos políticos ha sido continuada, más allá de que existan desacuerdos políticos con algunos dirigentes en prisión. La lucha por una nación sin presos políticos –eso es muy importante decirlo- también pertenece a “la cuestión nacional”. Tiene que ver con la imagen de Venezuela en el mundo. Y en estos momentos esa imagen es francamente desastrosa.

Fue el ex presidente de Costa Rica, Óscar Arias, quien formuló la tesis de que en una democracia no puede haber presos políticos. Dicho en sentido inverso, cuando en una nación ya no hay presos políticos, recién podemos hablar de democracia. Ahora, si tomamos en cuenta que una nación democrática no es una amenaza para nadie y a la vez se quiere que Venezuela no sea catalogada como amenaza externa, es necesario luchar por la democratización del país.

La cuestión nacional pasa por la cuestión democrática y esta última pasa a su vez por la liberación de todos los presos políticos. A diferencia de la lógica matemática según la cual el orden de los factores no altera el producto, en la lógica política sí lo altera. Con la liberación de los presos políticos comienza la invulnerabilidad internacional de Venezuela. Ese es el punto.


Venezuela investiga la implicación de los jerarcas del chavismo, por @MarisaRecuero/ @ARubioCampana

MARISA RECUERO/ANTONIO RUBIO 30 de marzo de 2015

El caso Banco Madrid ya está en la Fiscalía venezolana. Por primera vez en 15 años, Venezuela investigará un escándalo de corrupción relacionado con antiguos cargos del Gobierno de Hugo Chávez, después de que el diario ELMUNDO destapara, el pasado 16 de marzo, un presunto blanqueo de capitales por parte de, al menos, seis personas vinculadas al chavismo.

Apenas ocho días después de esa publicación, la Asamblea Nacional, el órgano legislativo del país bolivariano, que preside Diosdado Cabello, aprobó la propuesta formulada por el diputado de la oposición Julio Montoya para esclarecer los hechos. Nunca antes una iniciativa de la oposición fue aceptada en estos términos, llegando de inmediato a la llamada Comisión de Contraloría, similar al Ministerio Fiscal español.

Fuentes conocedoras de esta iniciativa parlamentaria achacaron la decisión a tensiones internas entre Cabello y el presidente de la República venezolana, Nicolás Maduro. No obstante, las mismas fuentes advirtieron de la relación de amistad que existe entre el presidente de la Comisión, Pedro Miguel Carreño Escobar, y Carlos Aguilera Borjas, uno de los implicados en el caso de blanqueo de dinero. En concreto, se trata del ex director de la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención de Venezuela (Disip). Esto es, el organismo existente antes de que Chávez creara el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, conocido por sus siglas Sebin.

La Comisión de Contraloría tiene la misión de velar por la transparencia de los entes financieros y públicos de Venezuela, además de la fiscalización de la Administración pública en todos sus niveles. Cinco de los seis venezolanos relacionados con el caso Banco Madrid estuvieron vinculados, de manera directa, al Gobierno venezolano.

El citado Aguilera Borjas fue el ex jefe de Seguridad de Chávez. Junto a él, también aparecen en el listado Nervis Gerardo Villalobos, viceministro de Energía; Javier Alvarado Ochoa, ex presidente de Electricidad de Caracas; Diego Salazar Carreño, familiar de Rafael Ramírez, actual embajador de Venezuela en la ONU y ex presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA); y Francisco Rafael Jiménez Villarroel, ex dirigente de la petrolera. El sexto implicado es el empresario de seguros Omar Farías Luces.

Entre los implicados, tres de ellos tienen empresas en España, en las que ostentan cargos de administradores, según consta en el Registro Mercantil. Se trata del ex director de los servicios de Inteligencia, del ex presidente de la compañía eléctrica y del magnate de los seguros, propietarios, respectivamente, de Clab-Consultoría Inmobiliaria, Catalufa Inversiones Inmobiliarias e Inversiones Porbónica.

A excepción de Clab y Porbónica, que fueron registradas en 2007, Catalufa -la empresa de Alvarado Ochoa- se creó hace apenas seis meses, en septiembre de 2014. Ninguna tiene empleados, ni estructura organizativa y tampoco consta actividad reciente. Es más, los depósitos de cuentas de los últimos años no aparecen. Sólo en el caso de Clab, la sociedad de Aguilera Borjas, constan cuentas anuales correspondientes al año 2012, periodo en el que esta empresa obtuvo un beneficio negativo de 4.838 euros, registrando un capital social de 1,7 millones y activos por importe cercano a los dos millones. Clab-Consultoría Inmobiliaria fue creada con un capital inicial de 3.000 euros.

Las tres están registradas como actividad de promoción inmobiliaria. Aunque no están relacionadas entre sí, Inversiones Porbónica comparte domicilio social con una sociedad vinculada a Alvarado Ochoa. Se trata de Clavo y Canela 2000, una agencia de valores, propiedad de la venezolana Ceciree Carolina Casanova Rangel, cuya apoderada es una española, dueña de la empresa Hondalar. Precisamente, esta sociedad tiene su domicilio en Majadahonda, en el mismo lugar que Porbónica, de Omar Farías.

Domicilio social

Este diario contactó con la apoderada de Clavo y Canela 2000 para conocer la relación entre Farías y Alvarado. Su primera reacción fue asegurar que no conoce a Alvarado Ochoa, para después precisar que ambos «no tienen ninguna relación en España». En este sentido, aseguró que conoció a Farías por un amigo personal que estaba casado con una venezolana. «Me dijo que quería invertir en España». «Cuando vienen a España ni se ven ni se conocen, yo no sé si en Venezuela se conocerán», insistió en relación a la vinculación de Farías y Alvarado.

En el domicilio de la capital madrileña donde está registrada Catalufa, la empresa de Javier Alvarado, constan también otras dos sociedades, administradas por la citada venezolana Carolina Casanova. Se trata de la ya mencionada Clavo y Canela 2000, además de Cocuiza. Ninguna de las dos tiene empleados, ni estructura organizativa. Según la apoderada de Clavo y Canela, el piso donde está registrada Catalufa es propiedad de Casanova.

En cuanto a Carlos Aguilera, administrador de Clab-Consultoría Inmobiliaria, su empresa está en un gabinete jurídico del centro de Madrid, gestionado por la abogada española Begoña Gímeno Díaz. Este diario se puso en contacto con la letrada, que justificó la presencia de Clab en su domicilio advirtiendo de que allí sólo llegan las notificaciones dirigidas a esa empresa.

Hace poco más de dos meses, Aguilera Borjas incluyó a un nuevo administrador solidario en su empresa. Se trata de José Manuel Aguilera Rioboo, asistente técnico en Venezuela del consorcio español CSM -Dimetronic, Cobra, Constructora Hispánica y CAF-, encargado de la línea 1 del Metro de Caracas. La adjudicación de este contrato también se investiga en el caso Banco Madrid. Este diario intentó contactar con los tres venezolanos implicados en el caso, pero sólo respondió Omar Farías

Tomado de: http://www.elmundo.es/economia/2015/03/30/55184241268e3ebd5a8b4581.html