Por Oswaldo Sujú Raffo, 03/03/2015
Nuevamente Guyana demuestra su perversidad y falsedad ante quien le dio
respaldo político, apoyo económico y regalías petroleras que aún disfruta. Hoy
en noticias de prensa nacional e internacional, Guyana exige a Venezuela no
obstruir las actividades de exploración y explotación que realizará, en futuro
muy cercano, la poderosa empresa petrolera Exxon Mobil norteamericana, en una
“concesión otorgada” por Guyana en la fachada atlántica de Venezuela.
Transcribo parte de la información publicada en el diario El Nacional:
“El Ministerio de Relaciones Exteriores ha solicitado que el gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela, desista de tomar cualquier acción que solo
podría obstaculizar el desarrollo de Guyana y su gente, ya que estaría en
contravención del derecho internacional.” Este comunicado del Canciller de
Guyana, Carolyn Rodriguez B. emitido en la noche del sábado 01 de Marzo 2015,
se debió a la comunicación enviada por el Canciller de Venezuela, Delcy
Rodriguez, al director de la filial guyanesa Jeff Simón, en donde Venezuela se
opone al envío de equipos de exploración y explotación petrolera, en una
concesión ilegítima otorgada por Guyana, en aguas soberanas de Venezuela en el
Delta del Orinoco. Esta vez reconozco la actitud de nuestra Cancillería y doy
por descontado que, la nota original se entregó a la Cancillería de Guyana y
una copia a la filial Exxon Mobil, pues es lo correcto.
Nuestro malagradecido vecino, sostiene que el proyecto de la Exxon
Mobil tiene un costo de 200 millones de US$ y sus actividades comenzarían a
mediados de Marzo 2015. Ante la posición de Venezuela, el gobierno guyanés
informó a los 15 países del CARICOM, a los de UNASUR, a los de PETROCARIBE, a
la O.E.A, al COMMANWELTHA y a la O.N.U (faltó a la Federación Interplanetaria
Universal), sobre las acciones tomadas por Venezuela recientemente. Es de
imaginar que Guyana se refería a la captura del buque pirata “Tedkrik Pandana,
alquilado por la Texas Andarko, a solicitud del inamistoso vecino y que fue
apresado por un guardacostas de la Armada Nacional en Octubre del 2013, por
violar aguas ancestrales y de legítima soberanía venezolana. .
En esta ocasión, según informaciones recogidas y analizadas por la
O.N.G “Mi mapa Venezuela incluye nuestro Esequibo, el nuevo buque intruso es el
“Deepwater Champión”, buque de perforación profunda contratado por Guyana a
través de la Exxon Mobil. Inicialmente este buque fondeará al norte del llamado
“Bloque Stabroek”(70.000 kms2) en aguas del Delta del Orinoco, navega en rumbo
143 º y a mínima velocidad. Se supone que operará en el área “LIZA” de 2.000
mts de profundidad y debe llegar a mediado de Marzo 2015.
Por lo visto se repite la Historia; en estos momentos de serios
problemas políticos, económicos y sociales que vive nuestro sufrido país, la
voracidad guyanesa busca “pescar en río revuelto”. Resalta el cinismo, la
mentira y la patraña de esa “republiqueta” llamada Guyana (Solo es dueña del
25% del territorio que ocupa) al señalar a Venezuela como violadora del Derecho
Internacional, cuando es ella misma la que hace y deshace de los acuerdos y de
jurisprudencias internacionales desde 1966. ¿No sabe Guyana, que no debe ni
puede hacer ilegítimas concesiones en nuestras aguas nacionales y en las
resultantes de una delimitación terrestre pendiente? ¿No recuerda Guyana el
casi conflicto armado que tuvo con Surinam por hacer exploraciones petroleras
en aguas nacionales de ese país?. ¿Qué busca Guyana con insistir burdamente en
violar a priori las aguas nacionales de Venezuela?.
Considero que el gobierno de Guyana debe saber que, cualquier nueva
violación de aguas en el Delta del Orinoco es CASUS BELLI (Causa de Guerra), a
menos que esto sea una provocación o una finta, aprovechando la situación
política interna y externa de nuestro país, o tal vez “otro trapo rojo”..
Venezuela en el futuro debe medir muy bien con quien debe ser generosa y
consecuente. Ya basta de “poner la otra mejilla” ante gobiernos ingratos y
traidores, aprovechadores y vivianes.
Pienso y reclamo la actuación decidida y patriótica de nuestra Marina
de Guerra, tan igual como lo hizo en el 2013 el Patrullero Oceánico “Yecuana”
PO-13 con la decisión, arrojo y el concepto del deber patrio, mostrado por su
Comandante , el Cap. Náv. Jesús Martínez Acevedo y los oficiales, maestres y
marinos de esa insigne unidad de nuestra Armada, de repetirse otra agresión a
nuestras aguas nacionales. La defensa del gentilicio y de la soberanía
terrestre, marítima, aérea y fluvial venezolana está por encima de cualquier
compromiso político o ideológico. Bien lo dijo el Canciller francés Talleyrand:
“La diplomacia de los débiles, carga siempre un compañero inseparable: El
FRACASO”. Sentencia que no deben olvidar quienes dirigen y mañana dirigirán los
destinos de esta Venezuela tuya, mía y nuestra. La Patria es primero y es la
única que tenemos. Fuera los castrocomunistas, chulos y vividores. ¡Hasta
luego!
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