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viernes, 6 de marzo de 2015

Expresiones de un ciudadano común, Rafael Torrealba


Por Rafael Torrealba, 05/03/2015

Pienso que a mí me pasa, al igual que a una gran mayoría de personas, en algún momento de la vida; el sentir un profundo deseo de vivir mejor, aunque para ser mas especifico, debería manifestar el hecho de desear “vivir mejor en un mundo mejor”; quizás debido a que existen cosas desagradables, que no se han podido renovar dentro de la actual humanidad, a pesar de los grandes logros que se han realizado hasta hoy, por parte de muchas personas que pretenden constituir bienestar en una amplia colectividad, según me parece.

Comparto con el resto del mundo, ese mismo sueño de que algún día alcanzaremos la felicidad, pese a que tal y como lo veo, la idea de la felicidad este mas cercana a un sueño del que no se quiere despertar, que a una realidad que se pueda consolidar a plenitud. Digo esto, porque momento a momento, el hombre de este siglo, se esfuerza por obtener ese importante objetivo, llámese como se llame; tanto como un pirata que está deseoso por encontrar algún valioso tesoro, en algún lugar del océano.

Vivimos en un planeta, al que le tenemos un hambre insaciable que nos podría matar, pues si se mira alrededor, eso que llamamos cultura, da la impresión de estar tambaleando entre el odio y el amor de aquellos que la aclaman con mucha locura. Ya, desde muy temprana edad, aprendemos y se nos enseña a compartir dicha nomenclatura con nuestros semejantes para poder habitar en sociedad; cosa de la cual el español Fernando Savater diría lo siguiente:

…Todos nos movemos en un contexto cultural y, por lo tanto, nuestra cultura esta impregnada de cosas; estamos vivos entre símbolos que vienen del pasado y que se prologan hacia delante. Para empezar, todos comenzamos a pensar a partir de un lenguaje que no hemos inventado y que nos enseñan, y ese lenguaje es la mediación fundamental, es la mediación radical que tenemos con la realidad, es la mediación del lenguaje que se nos enseña para que empecemos a pensar. Luego vienen todas las demás: Las mediaciones económicas, histórica, culturales, etc. Todos nos movemos en ese mundo, y nuestro concepto de la realidad es una constante circularidad que va desde la experiencia que intenta ser lo mas empírica, desnuda y objetiva posible a todo ese depósito de subjetividad acumulada y superpuesta en capas que también forma parte de la realidad. De hecho, no es que la realidad este ahí, nosotros aquí y en el medio se interponga algo, sino que nosotros y la realidad estamos inmersos en un proceso en el cual hay símbolos, hay significados, un proceso que no podemos deslindar y poner por un lado la naturaleza –que no sabemos lo que es, la naturaleza es un concepto cultural claro esta- y, por otro lado, nosotros en la cultura.(1)

Muchas son las dichas, pero al mismo tiempo, muchos son los problemas que a diario nos afecta a todos los ciudadanos que participamos de esta integración, en la que vivir es cosa de todos los días, seamos algunos infantes, adolescentes, adultos o ancianos.

Ya me gustaría tener siempre una solución convincente, a cada uno de los problemas presentes en los distintos ámbitos que componen mi existencia, pero no me queda mas remedio que resolver estos de la mejor manera posible, al mismo tiempo, que tome algunas oportunidades y privilegios que suelo disfrutar y conseguir en múltiples ocasiones.

Debo reconocer que vivir, y mas aun, saber vivir, no resulta una tarea sencilla, para ningún individuo, sin importar la época y el país de origen, en el que le haya tocado nacer. De esto nos habla la historia universal, al describir y relatar aquellos acontecimientos más significativos que fueron necesarios en el desarrollo del hombre. Particularmente, si se presta atención a un país como Venezuela, en donde sus pobladores nativos tienen un modo de ser “criollos” (forma de vivir, en un sentido vulgar); que comprende un conjunto de hábitos, costumbres y tradiciones características de un país sudamericano bastante exclusivo, producto de un proceso histórico marcado por el mestizaje y el colonialismo europeo dado durante el periodo del Renacimiento.

Por ello, es bueno entender los muchos aspectos que propiciaron la formación de dicha república; llamada hoy República Bolivariana de Venezuela, dirigida por el actual Gobierno bolivariano de Venezuela, mediante un sistema político denominado “el socialismo del siglo XXI”, del cual muchos argumentan, que este ha enfocado sus actividades en base a una filosofía política marxista, realizando una gestión paternalista y descuidada de la nación venezolana, amenazando el bienestar de la misma, desde el momento en que el presidente Hugo Chávez Frías asume la responsabilidad del Ejecutivo Nacional.

Como muchos ya saben, actualmente quien está a cargo de la presidencia de la República bolivariana de Venezuela es el conocido Sr. Nicolás Maduro, quien sustituye al Sr. Hugo Chávez Frías, debido a que este fallece a comienzos del año 2013, y suceden una serie de acontecimientos que condujeron a establecer dicha situación.

En un principio, el mencionado gobierno parecía prometer una mejor administración sobre la nación venezolana, a diferencia de otros gobiernos anteriores al suyo; al implementar la creación de misiones y programas sociales, complementando reformas legales a favor de la clase obrera, brindando beneficios a una gran mayoría de sus ciudadanos. Sin embargo, también se comenzaron a establecer paulatinamente regulaciones severas sobre la propiedad privada y la libertad de expresión, se aplicaron reformas sobre el sistema económico existente y las instituciones públicas.

Poco a poco, dentro de la sociedad venezolana, se agravan conflictos sociales como son el aumento de la mortalidad, la delincuencia, la corrupción y la rivalidad exacerbada entre partidarios oficialistas y opositores, lo cual, ha proporcionado desde entonces, un clímax de tensión, descontento y malestar entre un número considerable de venezolanos.

Cabe destacar, que durante el año 2014, los problemas en este país suelen pronunciarse mas al comenzar a surgir con sutil barbaridad: la inflación, escasez de productos varios, mayor inseguridad con relación a años anteriores, ineficiencia en los servicios e instituciones públicas, entre otras concepciones manifestadas por una masa que experimenta inconformidad con las condiciones predominantes en Venezuela.

Siguiendo lo anteriormente expuesto, tal y como va el asunto, Venezuela, se encuentra en una situación bastante delicada, en la cual es necesario plantearse acciones practicas (si es que las hay) en la brevedad de lo posible, que estabilicen y den luz a una gran parte de los problemas presentes, pese a que:

“Cuando los asuntos humanos son tan accesibles como los hechos naturales pueden ser tratados con métodos técnicos, cuando no lo son, la toma de conciencia modifica su curso”.(2)

En este sentido, veo con más expectativas, la propuesta de promover e incentivar la actividad educativa dentro de la colectividad, con el fin de:

·         ·Incorporar a la mayor cantidad de personas en la participación y solución de problemas sociales.
·         ·Superar las deficiencias que las personas presentan en sus vidas, utilizando los recursos y medios que estas disponen, en beneficio de las mismas.

Todo esto, dependerá del conocimiento y de las maneras como se trasmita el mismo; teniendo en cuenta que este siempre estará dirigido a transformar y mejorar la vida de todas las personas, que lo adquieran y hagan uso debido de este. Así, se logra, “educar en defensa propia” como proclamaría Fernando Savater; aun cuando esta proposición pueda parecer aparentemente pasiva, por no lograr dar resultados concretos de inmediato, sino a largo plazo. Se puede estar de acuerdo, entonces, con el hecho fundamental de que existan las escuelas y las universidades, “pues en ellas se investiga libremente; el arte y la literatura que abren nuevos caminos; todo aquello que investiga y logra la madurez a través de la libre competencia intelectual, todo lo que simboliza una humanidad libre”3, constituyendo dentro de estos espacios, recintos importantes que se sostienen sobre la base de un esfuerzo social. Sin embargo, no basta con solo eso, ya que como todo país, se requiere de trabajar y determinar planteamientos adecuados que puedan solventar los retos mas comunes, que se hayan dentro de este entorno, resaltando que “lo definitivo es la decisión de lucha que madura día a día; la conciencia de la necesidad del cambio revolucionario, la certeza de su posibilidad”.(4)

Es necesario así, que para ello cada ciudadano, tome en consideración lo que experimenta mientras vive y lo que sucede dentro de su contexto, participando activamente en la progresión del país.

Por otra parte, debo agregar que existe un sector de la población venezolana, sosteniendo que “el socialismo del siglo XXI” representa uno de los grandes logros que ha sucedido en la historia venezolana; dado a que desde el momento en que este movimiento político, nace y adquiere forma bajo la tutela del Sr. Hugo Chávez Frías, una gran mayoría de personas han sido privilegiadas y favorecidas por medio de las reformas legales, misiones y programas sociales impulsados por el Estado venezolano.

De allí, que estas actividades constituyan un enorme cambio, con el cual se consigue reivindicar a una masa popular que es atendida y tomada en cuenta, con relación a otros periodos presidenciales; por un gobierno que ha venido desarrollando proyectos de viviendas, educación, alimentación, salud y trabajo (por mencionar algunos) durante su trayecto.

A lo mejor por ello, esta causa a la que llaman “revolución” pareciese haber surgido para quedarse, tal y como afirman muchos de sus partidarios, a pesar d los extraños eventos acontecidos durante el año 2014 y los que están ocurriendo ahora en este año 2015, dentro de la nación venezolana; de los que otro grupo social catalogado como “oposición” manifiestan molestias.

De este modo, resulta difícil conciliar la dicotomía social que se suma a otros puntos que exigen ser resueltos en Venezuela, en la medida en que los ciudadanos de esta republica se ocupen de ello, lo que pudiese corroborar que:

“…Cuanto mas larga sea la lucha, mas grande y complejos serán los problemas administrativos y en su solución se entrenaran los cuadros para la difícil tarea de la consolidación del poder y el desarrollo económico, en una etapa futura”.(5)

Lo mas recomendable, es que se definan claramente las condiciones actuales que Venezuela presenta, a la vez, que se daban puntualizar las medidas mas convenientes para emplear a tales condiciones, poniéndolas al servicio de todo el colectivo que compone esta nación, recordando los principios fundamentales que aparecen escritos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, además de sus dictados.

Vivir hoy, resulta una cuestión compleja y cotidiana, para todos los ciudadanos que formamos parte de este cosmos, y más aun cuando se nos presentan distintos inconvenientes que necesitan de nuestra cuidadosa intervención. Pese a todo, espero que la ciudadanía venezolana, pueda consolidar aquella aspiraciones que la impulsan a hacer de esta humanidad, algo extraordinario y especial que merece ser destacado.

Agradezco la contribución y el servicio, que por medio de su labor realiza este referido, a ciudadanos que como yo, queremos seguir siendo parte de este universo, en el que juntos podemos ser una sociedad.

Fuentes Bibliograficas

1.      Savater, F. (1999). Ética y ciudadanía. Caracas: Monte Ávila.
2.      Ruitenbeek, H.M. (Comp.). (s.f). Dilema de la sociedad organización (Vol. 5) (A.R. Jiménez, Trad.). Buenos Aires: Paidos.
3.      Ibidem.
4.      Che Guevara, E. (1970). Obras 1957-1967 (tom.I). La Habana: Casa de las Ameritas.
5.      Ibidem. 

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