Por Jesús González Briceño, 1/03/2015
Los sueños de juventudes quieren ver el amanecer del alba
trastocados por
injusticias de los malignos y osados
que empañan sin
titubeos la claridad del sol, la
libertad el amor y la vida
se han convertido en despojos a que la verdad evade.
Es que ¿acaso
si se apagan las esperanzas
guardadas de los lirios y azucenas
que añoran el
disfrute de la vida cotidiana?
Que esto pueda suceder en esta tierra de gracia
bendecida por el
creador y los arcángeles del cielo
que no nos
pueden abandonar de la mano del tirano,
convirtiendo el edén en una PATRIA ACIAGA.
Entre sollozos,
dolores y con
alegres añoranzas
se ilumine una
vez más el camino invertebrado, todos
juntos con los jóvenes, adolescentes y otros de años pasados
recuperaremos el honor y tanto odio seminado.
También aquellos cegados por el
odio y el rencor
de los
sepulcros y el luto por nosotros y por ellos olvidados puedan ver
la nueva la luz
apagada
que casi se
había extinguido renaciendo su esplendor para así poder guiarnos.
No escasearan
los rocíos, las tormentas
tropicales, ni eclipses de larga data
el viento barinés, ni sediciosos ventiscas de llanuras santandereanas
avenidos allende
de otras tierras, con los nuestros
y de otros mares
algo lejanos
para que la espada de Damocles de hoja bien afilada
trastoque las malas hierbas, espinares y zarzales
que la
avifauna voraz con su garras habituales
germinaron sufrimientos, genocidios y avatares que finalmente
serán de una vez confinados.
Adelante Juventudes, que tenéis un corazón indomable
que jamás será vencido
cuando las arcas de sangre derrame todo su vertido
hasta saciar la sed de sus almas pervertidas
en el transcurso
del camino os unirán millones de
paladines para combatir con vosotros
la desidia y el
horror a que nos han conducido
entonces sobrevendrá el
sueño que no se da por perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico