Edgar Rivero Abril
de 2015
Evidentemente
los Salmos de la Biblia, nos resultan cercanos, porque parecieran oraciones
surgidas del corazón en momentos culminantes de la vida; como si fueran
súplicas desgarradas o alabanzas exultantes, llenas de alegría y gratitud. Pero
en todos ellos late, tras la voz que pronuncia los versos, una confianza
profunda: la certeza de que son palabras dirigidas a Dios que nos escucha, pero
a la vez nos envía un mensaje.
De
allí pues, el gran significado y aplicación del Salmo 33:4; que señala: “Dios
le da las peores batallas a sus mejores guerreros”, a nuestra realidad actual.
Esta oración que expresa alto y claro la fe y la devoción espiritual, en
momentos complejos y complicados, se adapta perfectamente, al altísimo
compromiso que adquieren los “guerreros” que hoy se juegan de manera cívica y
democrática, las candidaturas dentro de la UNIDAD.
Los
guerreros inscritos para participar en las elecciones primarias de la UNIDAD,
pautadas, para el diecisiete de mayo del año en curso, son: Nohelia Rojas,
Cesar Dávila, Daniel Rangel, Rafael Gustavo Páez, María Beatriz Martínez,
Víctor Uribe, Moisés Reyes, Héctor García, Eusebio Giménez y Germán Pérez, de
los cuales solo tres serán los escogidos para representar, de forma nominal, en
cada uno de los circuitos o circunscripciones electorales del estado
Portuguesa, enumerados como uno (01), tres (03) y cuatro (04), mientras que el
número dos (02) se resolverá por consenso.
Sin
dudas, todos sin excepción, no solo reúnen los requisitos exigidos por la
Norma, sino también cuentan con las cualidades y potencialidades requeridas
para afrontar, con entereza e hidalguía, el complejo rol de representar en
estos momentos de profunda crisis a nuestro estado, como parlamentarios
nacionales. Es la hora de la verdadera Patria y por eso es crucial e imperativo
seleccionar a los mejores guerreros.
De
igual manera, es importante recordar que serán muchos los obstáculos a sortear.
Nuestros guerreros deben contar con una actitud recia, proba, recta, gallarda y
con temple suficiente como para no caer en provocaciones, tentaciones ni
distracciones. El primer objetivo es superar con éxito nuestro proceso de
primarias y continuar trabajando de forma unida sin complejos, sin prejuicios
de ninguna índole para llegar seguros, en el tiempo más corto y al menor costo
a la meta: ganar la mayor cantidad de puestos, para salir del régimen. Esta es
una condición necesaria pero no suficiente, para que el país se recupere
económicamente y mejore la calidad de vida de los venezolanos.
Cabe
agregar, una de las batallas a vencer por parte de nuestros candidatos es
recuperar la confianza del pueblo en sus instituciones, hoy supeditadas al
partido del régimen y eso es una secuela grave del proceso de destrucción
nacional, que comenzó hace 16 años, con la implantación a la fuerza del
socialismo del siglo XXI. Para rescatar la institucionalidad venezolana, se
necesita de una Asamblea Nacional auténtica, que sea la genuina expresión de un
país que aprendió la lección. Un verdadero Parlamento, donde se discutan los
problemas que agobian a los venezolanos, se restablezca la democracia perdida y
exista pluralidad de opiniones.
Finalmente,
es vital para la democracia venezolana ganar esa mayoría en el parlamento con
una propuesta convincente y atractiva; para ello es indispensable la activación
del ciudadano que se siente agobiado por la crisis, preocupado por el futuro y
que ha perdido la esperanza de vivir mejor en Venezuela. Por eso, el pueblo
necesita de una UNIDAD monolítica, sólida e inquebrantable, en torno a una
pléyade de candidatos que sean la genuina representación del pueblo venezolano;
una UNIDAD atenta a sus penurias y aspiraciones. Adelante guerreros de la
democracia, que llegó la hora de recuperar a Venezuela.
Edgar
Rivero
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