Por Dr. Edgar Jiménez Salas, 19/04/2015
Boletín 229 AIPOP
Conocido, como es, el fracaso del sistema de salud creado por los
actuales gobernantes, donde se acabó, no solo una red hospitalaria y de
atención primaria, la cual pudo satisfacer todas y cada una las necesidades de
todos los venezolanos que acudían con el fin de recibir atención médica, y el
grave y continuo ataque a la industria farmacéutica, tanto nacional como
trasnacional, quizás con el fin maquiavélico de inculpar a dicha industrias en
la escases y en ser en forma absoluta la culpable de que las autoridades
sanitarias no pueden cumplir con esa atención primaria tan importante y
necesaria para los pacientes de menores recursos de nuestro país y poder
perpetuar, desde las alturas del régimen, la condena de muerte con la
implementación de un sistema de acceso al medicamento el cual solo pretende
demostrar ante la población que el MPPS está atacando la falla de medicamentos
cuando en realidad se trata de ocultar el fracaso que han tenido en todas las
áreas de la salud.
Este sistema, inconsulto y desconocido por los actores principales en
la comercialización de productos farmacéuticos, importadores, fabricantes,
distribuidores y expendedores, no es más que otra cortina de humo que busca
enmascarar las verdaderas causas de la escasez de los medicamentos, que no es
otra que la falta del pago de 4 mil millones de dólares que el gobierno adeuda
por no haber cancelado a los proveedores de materias primas y productos
terminados, lo que impide poder reponer los inventarios, entonces ¿de dónde se
van a suministrar los medicamentos de calidad a los que estamos acostumbrados
los venezolanos? O es esta la cristalización de una idea de vieja data, de
introducir al país medicamentos de dudosa procedencia y desconocida calidad, o
productos que en Venezuela han sido ventajosamente sustituidos desde hace
varios años.
Esta decisión arbitraria, reguladora e inconsulta afecta el derecho a
la salud y al libre acceso al medicamento de todos los venezolanos.
Aunado a esto el Ministro ha indicado que en Venezuela existe un alto
índice de consumo de medicamentos y eso hay que cambiarlo, y que el SIAMED
servirá para combatir la guerra económica y el bachaqueo. Caramba señor
Ministro, pareciera que con su nombramiento ha olvidado que: “El medicamento es
un bien de primera necesidad no enmarcado en la libre oferta y la demanda, cuya
cadena de comercialización es efectiva y está cubierta por la guía de
transporte por lo que la distribución de cada unidad es conocida por el
gobierno (al cual usted sirve), un hecho harto conocido que impide la
extracción. Acusar al paciente de la compra compulsiva de medicamentos es otro
embuste, y también es bueno recordarle que el alto costo de los medicamentos y
su fecha de vencimiento, impide al ciudadano “almacenar”.
En conclusión el problema de base no es otro que la cancelación de la
deuda y asignación de divisas para que tengamos un inventario suficiente para
satisfacer la demanda.
Ciudadano Ministro usted conoce las causas del problema del
desabastecimiento tan prolongado; asegure primero la disponibilidad de
medicamentos de calidad, eficientes y seguros, como siempre hemos tenido en
Venezuela y luego anuncie el sistema para regular y registrar el buen uso de
los fármacos, o controlar el mercado negro si existiera.
La escases se debe a la falta de capacidad para manejar el problema, lo
demás es continuar haciendo demagogia y política barata con los venezolanos.
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