Luis Ochoa Terán junio de 2015
Los venezolanos hasta ahora no habían
terminado de entender e interiorizar cómo es posible que el país habiendo
recibiendo los más grandes recursos que conozca la historia dela nación, hoy en
día, nos encontremos en un colapso económico, con una industria petrolera en
declive y sospechosa de ser una lavadora financiera, un sector productivo
reducido a su mínima expresión, la soberanía alimentaria dependiendo de las
importaciones, la infraestructura del país destruida, los servicios públicos en
el suelo, la violencia delincuencial es la más alta del mundo y la corrupción
sin parangón en la historia republicana. Han sido necesarios 16 años para que
los venezolanos, al fin comprendieran el engaño y la estafa bolivariana montada
en una esperanza social, que terminó por descorrerle el velo en los ojos a los
sectores populares que ahora horrorizados ven claramente como los bolivarianos
destruyeron y saquearon a manos llenas el país, mientras solo recibían virusas
que solo alcanzaba para la sobrevivencia de ellos.
Por primera vez en 16 años la oposición
tiene una clara opción de triunfo electoral. Por primera vez los sectores
populares están sintiendo el desastre del modelo económico y el opresivo
régimen político. Por primera vez los sectores populares y la clase media en
condiciones paritarias han comenzado ha expresar su repudio al régimen
bolivariano y claman por la necesidad de un cambio político y de modelo
económico. Hoy sin embargo, el pueblo conociendo las triquiñuelas y
marramuncias de los bolivarianos, el país aturde a la oposición exigiéndole
unidad y a gritos nos piden que hagamos realidad la Tarjeta de la Unidad. El
país está cansado de las divisiones, de las discrepancias, de la intolerancia,
de los conflictos. El pueblo quiere un cambio de política no de caras y
rostros, lo que pide es un cambio de actitud política, de conciliación y de
acuerdos; pero además, el país quiere escuchar no solo ofertas electorales sino
una propuesta de un nuevo modelo político y económico en democracia y en
libertad. El país espera por ella.
Los sectores políticos suelen decir con
frecuencia que “la voz del pueblo es la voz de Dios” normalmente cuando esta
voz coincide con sus intereses. Por el contrario, la verdadera sabiduría del
líder político es precisamente escuchar y saber interpretar esa voz del pueblo.
En la Venezuela de hoy, el clamor del pueblo que se escucha en todos los
rincones del país es el de un cambio político y económico, pero además, el de
la unidad de la oposición y en la Tarjeta Única. Es tiempo de que los partidos
políticos no solo escuchen al pueblo sino que demuestren, hoy más que nunca,
que los intereses del pueblo y del país merecen un sacrificio por porte de los
partidos políticos.
Es precisamente por ese clamor popular
que el Partido Un Nuevo Tiempo asume y propone “La Tarjeta de la Unidad”, pero
además, no solo es una exigencia nacional sino la solución para desterrar la
primacía de los intereses de los liderazgos y de Partidos Políticos, de unos
contra otros, porque la Tarjeta de la Unidad solo representará la “esperanza de
cambio” de una nueva Venezuela, de una Venezuela de oportunidades, el regreso
del exilio político y de todos los venezolanos que emigraron porque no
encontraban futuro en esta Venezuela parcelada y autoritaria. Ha llegado el
tiempo de que los partidos piensen primero en el país y después en ellos y no
al contrario. Son tiempos para entrelazar esfuerzos en estrategias y objetivos
comunes que nos conduzcan precisamente a ese cambio, que después del triunfo,
habrá tiempo para que los liderazgos compitan en igualdad de condiciones y sea
precisamente el pueblo el que escoja el que mejor exprese su sentimiento, sus
esperanzas y su futuro. Son tiempos de sacrificios y para unirnos en un solo
propósito y objetivo, derrotar al gobierno para que se produzca “el Cambio”, y
ello, solo lo garantiza la “Tarjeta de la Unidad”.
Luis Ochoa Terán
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