Luis Manuel Esculpí 06 de julio de 2015
Se cumplió con el ritual conmemorando la
fecha, se inició con la izada de bandera en el Panteón Nacional, acto presidido
por el ministro de la Defensa Vladimir Padrino López. El mismo General que fue
orador de orden en la sesión solemne hace un par de años.
En la sesión de la Asamblea Nacional
está vez los parlamentarios lucieron trajes apropiados para la ocasión,
atendieron la formalidad no exhibida en las sesiones ordinarias.
Después del saludo de Diosdado Cabello a
Nicolás Maduro y a todos los presentes, le correspondió leer el Acta de
Declaración de Independencia a Fernando Soto Rojas, quien lo hizo de manera
aceptable, seguramente después de mucho ensayar.
Luego tomó la palabra el orador de orden
Aristóbulo Istúriz quien no exhibió el ingenio y la locuacidad de otrora,
carente de la gracia y simpatía como le es inherente al régimen, hizo su
particular interpretación de la historia y consideraciones un tanto traídas por
los cabellos -sin alusiones- : " hay dos momentos que se pueden destacar
este 5 de julio el 11 de abril y el referéndum revocatorio". Se refirió a
las debilidades del gobierno señalando: "Donde Chávez no pudo avanzar fue
en la transición de modelo económico"... " nunca el pueblo tuvo en
sus manos la distribución del comercio. La oligarquía ha tenido en sus manos la
distribución del comercio...Esta guerra económica busca un impacto psicológico
en el pueblo" ¡Que manera de justificar la gravísima crisis que vivimos!
Reiteró " El control de cambio es una medida política, no
económica"...apenas a dos días que el paralelo había superado la barrera
de los quinientos. Del resto pronunció el discurso convencional de los
defensores del gobierno. Por supuesto no faltaron las consignas alusivas al
antecesor de Maduro.
Este año no se realizó el desfile
militar con motivo del día del ejército, se efectuó en una fecha eminentemente
civil, como siempre, el 5 de julio. Constituyó una nueva demostración de la
alianza militar-cívico, acompañado de la narrativa épica muy peculiar de los
locutores; en esta oportunidad llamó mucho la atención la presencia de los
motorizados civiles, quienes se comportaron acorde con la majestad de la fecha
y no realizaron sus acostumbradas maniobras de alta velocidad, ni realizaron
los "caballitos" de rutina.
Mientras en Los Próceres se hacía una
demostración del poderío militar, en Barbacoa el pueblo donde nació Simón Díaz
al Sur del estado Aragua, la banda de El Picure hacía de las suyas; más de diez
hombres rodearon la sede de la comisaría y lanzaron una granada M 26 dejando a
tres funcionarios policial gravemente heridos. El ataque - que se prolongó por
más de veinte y cinco minutos- se debió al intento de rescate de unos miembros
de la referida banda
Mucho se ha denunciado el control que
ejerce esa banda en el norte del estado Guárico y en sur de Aragua, lo único
que falta es que el diputado adicional asignado a esa zona por las estadísticas
del INE, refrendado por el CNE le corresponda a uno de sus integrantes.
Mientras tanto en El Cementerio, entre
los Barrios Los Alpes y El León se produjo un tiroteo por más de media hora y
quemaron una motocicleta de la policía. Periodistas reportaron que estaba
actuando la banda de "El Negro" y el "Coky". Quienes habían
organizado una miniteca en la calle con cobro de entradas y todo.
Mientras tanto en Punto Fijo estado
Falcón se fugaban diez presos de "alta peligrosidad", a través de un
boquete, de la sede de la policía.
Todo eso en un solo día de conmemoración
y de rutina, sin la reseña de los crímenes del fin de semana, o los delitos
"menores" que constituyen tema de conversación en cualquier tertulia.
Un día de celebración de una fecha
patria, como se suele decir, no fue muy distinto. Mientras las FAN exhibían su
potencial bélico, la delincuencia mostraba el suyo. El hampa se ha modernizado,
ha inventado nuevas formas delictivas. En estos 15 años el gobierno ha diseñado
y presuntamente ejecutado más de veinte planes de seguridad, el resultado está
a la vista. En ese período hicieron su aparición estelar los Pranes y el
sicariato.
A pesar de la singular explicación en el
discurso gubernamental para abordar los aspectos esenciales de la crisis
económica, es aún más significativa la pretensión de ignorar la dimensión del
problema de la inseguridad.
Hay zonas completas del país, algunas
eufemísticamente denominadas "zonas de paz", donde prácticamente no
se ejerce gobierno. La Constitución establece "La seguridad de la nación
es competencia esencial y responsabilidad del estado". La
irresponsabilidad en esta materia es más que evidente.
Cualquier análisis desapasionado y
objetivo del actual cuadro debiera concluir necesariamente en la necesidad del
cambio político. Esa opción hoy es perfectamente posible. El cambio es
Imprescindible para avanzar y sentar las bases que posibiliten alternativas de
salida a la actual crisis económica, social y política.


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