Luis Ochoa Terán julio de 2015
La política exterior de un país no es
otra cosa que el reflejo de la política interna, así reza un viejo principio de
política exterior, por lo que, la política internacional de Maduro no puede ser
otra cosa que el reflejo del desastre político interno al que ha conducido al
país, con el agravante que paso 7 años de canciller y jamás entendió de
política exterior, ni siquiera interiorizó las consecuencias nefastas y
peligrosas de equívocos internacionales que pudieran conducirnos a un conflicto
no deseado o un achicamiento del territorio nacional.
Chávez aposto a lo internacional como un
instrumento para garantizar la legitimidad de la transformación del sistema
político democrático en autocrático y utilizó a lo inverso la doctrina
Betancourt para instalar regímenes autoritarios que le permitieran un cordón
protector que le garantizara estabilidad y legitimidad política a su régimen
autoritario para perpetuarse en el poder; para ellos uso, los recursos del
petróleo y prefirió sacrificar al pueblo y el futuro de Venezuela. Como si
fuera poco, entrego a Venezuela a su peor enemigo, al sátrapa de Fidel Castro.
La crisis petrolera con su nefasta
crisis económica así como el despilfarro y la corrupción del gobierno
venezolano, aunque parezca insólito y tal vez una contradicción, ha salvado a
Venezuela porque ha puesto al descubierto la “Real Politics” de sus famosos
aliados que sin la contrapartida de los beneficios lo han abandonado y Maduro
ahora deambula solitario rumiando sus propios errores y su soledad, sin otra
alternativa que buscar como recomponerse con su fantasmal enemigo, el imperio
americano.
Hoy por hoy, la política exterior
bolivariana sin dinero y sin aliados se encuentra encarcelado en la geopolítica
que el pequeño país de Guyana ha movido certeramente acorralando a un Maduro
torpe, incompetente, errático, sin capacidad de toma de decisión, unas fuerzas
armadas divididas y un país entero en su contra, lo cual lo presenta como una
presa fácil de derrotar y he allí el peligro, que en medio de un proceso
legislativo electoral que las encuestas anuncia perderá de calle, la
irresponsabilidad y la desesperación lo conduzcan ahora a un error mayor,
queriendo emular al dictador argentino Galtieri, cuyo final todos recordamos y
esperamos él recuerde.
Todo indica que el mazazo ya no de
Diosdado sino de la política exterior guyanesa que recibirán Maduro, las
Fuerzas Armadas venezolanas y la política exterior bolivariana será de
pronóstico reservado, si no se da un giro de 180grados y se incorporan a todos
los sectores venezolanos de buena voluntad a la defensa de nuestro territorio
en reclamación, si no se reconducen las negociaciones y se colocan al frente
personas serias, expertas y profesionales que conozcan de la problemática
fronteriza y que tradicionalmente han llevado las negociaciones, de lo
contrario, será una pantomima para justificar la entrega. En los actuales
momentos los venezolanos cuestionamos y responsabilizamos a Maduro y su
gobierno por incompetente, pero lo peor de todo , es que han regalado nuestro
mayor ingreso petrolero a unos supuestos aliados latinoamericanos y caribeños
que ni siquiera han emitido una sola palabra de solidaridad con Venezuela ,
peor aún, ni el dueño del protectorado del circo venezolano ha dicho ni pio
para defender a Venezuela como era de esperarse, porque precisamente ha sido él
el responsable junto con Chávez de haber cambiado 40 años de política de
negociación nacionalista y soberanas frente a nuestra reclamación esequiba,
para ahora conducirnos hacia la entrega del territorio por capítulos, como lo
ha hecho en lo político Chávez con Cuba.
Hasta ahora ningún país del Unasur, la
Celac, el Mercosur, la OEA, Petrocaribe (Solo este organismo caribeño tiene una
deuda con Venezuela de 21.000 millones de dólares, deuda superior a nuestras
reservas internacionales que están hoy en día en 18.000 millones de dólares). A
pesar del derrame de recursos venezolanos que se distrajeron del erario
nacional para ayudar a salir de la crisis a esos países a costa del
hundiéndonos y la pobreza de nuestro pobre país rico ninguno de estos países se
han pronunciado, ni tampoco lo han hecho ni Rusia, ni Irán, ni China, ni Corea
del Norte y ni siquiera Siria a favor de Venezuela, mientras Guyana sin
entregar un kilogramo de oro o bauxita o un árbol para talar, ya se han
pronunciado los 54 países que conforman la Commonwealth, los 15 que integran el
Caricom, los Estados Unidos diplomáticamente en marzo pasado les ofreció a esos
mismos países un programa de suministro petrolero para sustituir la crítica
situación petrolera y financiera de la Venezuela bolivariana, como si fuera
poco, hasta los Países No Alineados le ofrecieron su respaldo.
Maduro y la revolución bolivariana sin
petrodólares está sola, de allí que en su discurso en la Asamblea Nacional da
un viraje y por fin reconoce que en los 40 años de democracia hubo política
exterior y acertadas negociaciones fronterizas que su gobierno seguirá, por eso
se deleitó repasando la historia de las negociaciones con Guyana. Esta es la
pura realidad y una razón más para el cambio político urgente que aspiramos los
venezolanos en las próximas elecciones legislativas, pues de lo contrario,
estos bolivarianos no solo nos dejaran en la ruina económica total, aparte de
sometido a los cubanos sino además nos entregaran un país cercenado y achicado.
¡Pobre de esta Venezuela, que la revolución bolivariana la puso, patas pa’
arriba!.
Luis Ochoa Terán


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