El País
17 de noviembre de 2015
El
Gobierno francés ha movilizado a más de 100.000 policías y militares para
prevenir nuevos atentados y seguir la pista de presuntos yihadistas,
especialmente de Salah Abdeslam, de 26 años, el sospechoso más buscado por los
atentados de París. Las fuerzas de seguridad, que ya han identificado a cinco
de los siete kamikazes de la matanza, realizaron ayer numerosos registros y
detuvieron a 29 personas. La policía belga lanzó una extensa redada en Bruselas
relacionada con los sucesos de la capital francesa que acabó sin arrestos.
En
busca de sospechosos y de armas, la policía francesa realizó en la noche del
domingo y ayer 168 registros en 19 departamentos o provincias, asignó
residencia bajo control a 104 personas (a las que exige vivir en un determinado
lugar y somete a vigilancia), detuvo a 23 personas y se incautó de 31 armas,
entre ellas varios fusiles Kaláshnikov y un lanzacohetes. Las operaciones se
realizaron, entre otros lugares, en París, Toulouse, Estrasburgo, Marsella o
Grenoble. El primer ministro, Manuel Valls, teme un nuevo ataque terrorista “en
los próximos días”.
En una
“movilización excepcional” ante la matanza de París, según la calificó el ministro
del Interior, Bernard Cazeneuve, las fuerzas de seguridad terminaron de
identificar formalmente a cinco de los siete kamikazes de los ataques y se
centraron en dar caza al principal sospechoso que logró huir tras los
atentados. Salah Abdeslam, considerado muy peligroso y hermano de uno de los
terroristas suicidas, alquiló el Volkswagen Polo utilizado por los terroristas
en el ataque a la sala de conciertos Bataclan y cruzó la frontera a Bélgica al
día siguiente de los ataques junto a otros dos individuos. La policía los
identificó y los dejó pasar, no estaban fichados.
Salah
Abdeslam está ligado al barrio bruselense de Molenbeek, considerado cuna y
refugio de muchos yihadistas. La policía belga realizó ayer una extensa redada
de cuatro horas en el barrio en relación con la investigación de los sucesos de
París. Pese al enorme dispositivo desplegado, la operación concluyó sin
detenciones. Las autoridades belgas encausaron por terrorismo a dos de los
siete detenidos el fin de semana y liberaron al resto, entre ellos a Mohamed
Abdeslam, hermano del sospechoso que era uno de los objetivos de las redadas.
Aviso en Turquía
Más
allá de los registros de ayer, medios belgas apuntaron que otra de las personas
supuestamente claves en los ataques, Abdelhamid Abaaud, habitaba en Molenbeek,
aunque huyó a Siria. Abaaud fue condenado a 20 años de prisión el pasado julio
por haber liderado un grupo terrorista, pero ya entonces había huido tras estar
al frente de la célula de Verviers, ciudad belga donde se realizó una
espectacular redada en enero para desmantelar el grupo.
La
investigación se extendió a Alemania: en el Estado de Renania del
Norte-Westfalia fue detenido un ciudadano argelino de 39 años que días antes de
los atentados comentó en un albergue de refugiados que algo iba a ocurrir en la
capital francesa. Las autoridades alemanas analizan ahora la credibilidad de
sus declaraciones.
El
despliegue contra las redes yihadistas también alcanzó a Turquía, donde la
semana pasada se desbarató un ataque del Estado Islámico, supuestamente
preparado en paralelo al que el viernes asoló la capital francesa, aseguró ayer
un representante del Gobierno de Ankara que pidió el anonimato. En relación con
los ataques de París, un alto funcionario citado por Reuters aseguró que
Turquía alertó [TEX]en dos ocasiones (diciembre de 2014 y junio de 2015) sobre
uno de los terroristas identificados, Ismael Omar Mostefai. Francia, que tiene
fichados como sospechosos de actividades ligadas al radicalismo islamista a
10.500 personas, solo pidió información sobre él tras los atentados.
Esta
información ha sido elaborada por Carlos Yárnoz, Lucía Abellán, Belén Domínguez
y Andrés Mourenza.
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