Páginas

jueves, 17 de diciembre de 2015

Elogio de la mesa por @miropopiceditor


Por Miro Popic


¿Qué sería del mundo sin la mesa? Luego de la comida, la mesa es el gran invento humano. Todo transcurre alrededor de ella, todo se decide sobre ella, nada es posible sin ella. Si el primer punto de encuentro fue la hoguera en torno a la que compartimos el primer trozo de carne asada, sentando las bases de lo que sería luego el hogar, no fue sino cuando se inventó la mesa que se asentó la familia, cuna de la civilización. Porque la mesa sigue siendo el único punto de encuentro donde nos vemos todos, en algún momento del día, a cualquier hora, para reconocernos en nuestros sueños y nuestras angustias, en familia, entre amigos, incluso entre adversarios. Sin la mesa, estamos condenados a comer parados, solos, y, como todos sabemos, eso no es bueno para la digestión.


PRIMER PLATO 

Es en la mesa donde se toman las grandes decisiones, desde las familiares hasta las más complejas de orden social o político. Es en la mesa donde las personas se apoyan, no sólo los codos (que es mala educación), para comer, sino para sostener ideas, para intercambiar opiniones, para suscribir acuerdos, firmar pactos o simplemente para escribir, como lo estoy haciendo yo ahora. Porque la mesa no es solo un mueble, generalmente de madera, es también símbolo.

Tal vez la mesa más famosa del arte pictórico sea la de la Última cena de Leonardo Da Vinci para conmemorar el último encuentro que tuvo Jesús con sus apóstoles antes de su crucifixión.

La novelística también tiene su emblema en los caballeros de la mesa redonda del rey Arturo. La mesa más importante del siglo XX fue sin duda la mesa de discusión que se desarrolló en París para poner fin a la guerra de Vietnam. Lo viví porque estaba estudiando y trabajando en un restaurante en Francia en esa época. Vietnam quería una mesa cuadrada, simétrica, como la que se utilizó en los acuerdos de Ginebra que pusieron fin a la guerra de Indochina.

Estados Unidos quería una mesa redonda donde no existiera cabeza para nadie y todos fueran iguales. Finalmente el acuerdo de paz se firmó en una mesa ovalada donde se sentaron por primera vez el 23 de enero de 1973.

En el hogar generalmente hay tres mesas. La más sabrosa es la mesa de la cocina donde terminan al final todas las reuniones. La más formal la mesa del comedor donde comemos con mantel y cubiertos cuando, por fin, logramos reunir a toda la familia cuando ésta crece y se reparte por el país o por el mundo. La más íntima la mesa de noche que acompaña nuestros sueños cotidianos, además de unas cuantas píldoras y la última novela de Albert Barrera Tyszka o los poemas de Rafael Cadenas.

SEGUNDO PLATO 

La invención de la mesa es consecuencia no sólo de la obligación de alimentarse del hombre, sino de la necesidad de convivencia que se inicia con la comida en común de la que se originan los comportamientos sociales y la organización de los grupos.

Como dice Catherine Perlès, en su trabajo Las estrategias alimentarias en los tiempos prehistóricos, "la alimentación comienza progresivamente a ser la expresión de opciones culturales, reflejo de una ideología, incluso, más tarde, de relaciones de poder... pasó, pues, de respuesta a necesidades individuales a convertirse progresivamente en un elemento esencial de estructuración de los grupos, de la expresión identitaria y de la concreción de un pensamiento simbólico".

Lo que nos diferencia de los animales es la convivialidad, cuyo escenario natural es la mesa donde se desarrolla no sólo una actividad nutricional, sino un acto social. Como escribió Plutarco, "no nos sentamos a la mesa para comer, sino para comer juntos". No hay nada más maravilloso que eso, comer juntos, cuando todos en la familia, en el barrio, en la comunidad, se reúnen alrededor de una mesa en común.

POSTRE 

Nuestro humilde pero orgulloso reconocimiento a la Mesa de la Unidad y a todos los que la hicieron posible. Y a ustedes, el recordatorio de que la mesa venezolana es redonda, como nuestra arepa, y todos cabemos en ella.

12-12-15




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico