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domingo, 3 de enero de 2016

¡Golpistas! Igual, el pueblo y la Unidad los seguirán derrotando por @damianprat


Por Damián Prat C.


¿Poder popular? No hay mayor poder popular en la Venezuela de hoy que los 8 millones de compatriotas que votaron por el cambio y la Unidad Democrática. ¡Ocho millones! que como hemos apuntado aquí varias veces, enfrentaron, superaron y derrotaron todas las desventajas habidas y por haber, resistieron con coraje a tantas amenazas y abusos. Como escribió Chúo Torrealba recientemente: “Ganamos con las reglas que impusieron ellos,
con el árbitro que los alcahuetea a ellos, con el sistema electoral que sobre-representa los circuitos donde ellos siempre habían ganado y con la ausencia de garantías que permitió al gobierno hacer campaña electoral como siempre la ha hecho en estos 17 años: Usando el dinero, los recursos y los medios de comunicación que debieran ser de todos los venezolanos. Ganamos a pesar de tener dirigentes opositores presos, a pesar de que nos inhabilitaron candidatos, a pesar de que se robaron judicialmente partidos completos, a pesar de que pretendieron engañar al país creando una tarjeta que imitaba a la tarjeta de la Unidad y la colocaron al lado de la nuestra para hacer fraude al elector. En esa condiciones ganamos, y lo hicimos por arrase. Destruimos el mito de la invencibilidad de la neodictadura. El David civilista derrumbó con casi ocho millones de votos al Goliat del ventajismo corrupto”.

Creo que habría que agregar: la Unidad ganó superando el cerco de censura del latifundio de medios del gobierno, los controlados y los que compraron sus capitales boliburgueses. Quedaban tan solo unas ventanitas para romper el cerco de censura y ultra ventajismo y con todo eso el pueblo derrotó abrumadoramente al continuismo corrupto. Incluyendo, por cierto a un millón de antiguos chavistas hartos del engaño, la enorme corrupción de los jefes y el desastre social y económico. Y, también por cierto, a pesar de más de un millón de compatriotas en el exterior que no pudieron votar. Es decir, que la ventaja habría sido mucho mayor y los diputados más de 112. Y hay que agregar otra: ese triunfo popular en avalancha ocurrió a pesar de la gigantesca operación de regaladera en las semanas y días previos a la elección. Violando la ley, usando impúdicamente los dineros públicos, el gobierno pensó que podría comprar votos poniendo a los candidatos oficialistas a repartir bolsas de comida, taxis, tabletas, supuestas adjudicaciones de viviendas (casi todas eran listas y promesas) e inaugurando obras públicas, casi todas mal hechas e inconclusas. Las más gigantesca operación corrupta de intento de compra de votos fracasó ante la determinación de cambio del pueblo venezolano que respondió castigando al gobierno corrupto que desprecia a la gente. De ese tamaño es la victoria popular que el gobierno quiere desconocer con maniobras leguleyas y golpes judiciales contra el voto del soberano.

Poder popular no son los grupitos de un sector del PSUV que se auto atribuyen ser el pueblo aunque perdieron con los dirigentes populares y los candidatos de la MUD en casi todos los circuitos del país, incluyendo lugares tan emblemáticos y populares como Catia, Petare, El Valle o el 23 de Enero en Caracas así como Unare, San Félix, El Callao, Upata, Ciudad Bolívar, Ciudad Piar, Gran Sabana, Tumeremo y todas las zonas residenciales de los trabajadores de la industrias de Guayana, para citar dos ejemplos que igual se repiten en los lugares más populares y populosos del Zulia, Táchira, Mérida. Lara, Aragua, Carabobo, Miranda, Anzoátegui, Monagas, la indígena Amazonas y un largo etcétera. El pueblo venezolano castigó a los jerarcas rojos por haber traicionado sus expectativas, por arruinar al país, creando la mayor crisis económica y social de que tenga memoria Venezuela.

El poder popular del soberano se expresó con más de dos millones de votos de ventaja en favor del cambio y de la MUD, para elegir ¡112 diputados!, dos tercios de la Asamblea Nacional, una mayoría que nunca logró el oficialismo ni en sus momentos de mayor apoyo. También son parte del poder popular -hay que decirlo- los 5 millones y medio que votaron por el PSUV, muchos de ellos descontentos pero aferrados a una vieja ilusión hoy traicionada por los mega corruptos del poder. Y también lo son los 600 mil votantes que votaron nulo (en Venezuela no existe la opción del voto en blanco) algunos porque se equivocaron en el manejo de las máquinas y otros porque habiendo sido chavistas querían castigar al mal gobierno y sus jefes corruptos absteniéndose, pero al ser brutalmente amenazados con despidos y retaliaciones optaron por votar nulo para no ser identificados al estar en ausencia.

El ‘golpe judicial’ pretende desconocer al pueblo y sus votos 

¿Se acuerdan del “documento compromiso para reconocer los resultados -sean cuales sean- que diga el CNE” del que tanto alardeó Maduro? Todos sabemos que era una maniobra más de campaña electoral, pero Maduro y el PSUV lo firmaron junto a Tibisay, con la delegación de Unasur, hicieron un acto formal en el CNE, hicieron dos cadenas nacionales. Pues “tragando grueso y a regañadientes”, el CNE-PSUV no solo admitió la aplastante derrota del gobierno, sino que proclamó legalmente y le dio credenciales a los 112 diputados principales de la MUD y a sus suplentes así como a los 55 del oficialismo y sus suplentes. Todos reconocidos y proclamados sin reclamo ni impugnaciones. Y, por cierto, una vez proclamados, dice la Constitución en su artículo 200, pasan a tener inmunidad parlamentaria, es decir, no pueden ser objeto de medidas judiciales, salvo por el procedimiento ya conocido que implica la aprobación de la propia AN.

¿Cómo es que ahora Maduro y el PSUV desconocen no solo el voto del pueblo expresado en mayoría abrumadora sino también lo que dijo el CNE, que habían jurado respaldar y aceptar, así como la proclamación legal? Es un intento de golpe judicial. La denuncia, formal, de la MUD ante el secretario general de la ONU, también ante los de la OEA, Unasur, parlamento europeo y otros organismos reza: “Desafiando la voluntad del pueblo expresada en las urnas, y utilizando un poder judicial colonizado por el partido de gobierno, el oficialismo hoy pretende desconocer los resultados electorales que ellos mismos reiteradamente llamaron a respetar. Incumpliendo lapsos, violentando instancias, poniendo a decidir a magistrados que son al mismo tiempo juez y parte, el oficialismo pretende impugnar un grupo de diputados, alterando así la composición que el soberano decidió que tuviera el nuevo Parlamento. El país, la región y el mundo están ante un intento de GOLPE DE ESTADO JUDICIAL contra la decisión del pueblo venezolano expresada en las mesas de votación. Todo esto ocurre en el marco de una profunda crisis económica que a su vez ha generado un extenso e intenso malestar social, por lo que la irresponsable conducta del oficialismo coloca al país entero al filo del desastre”.

El mismo TSJ que una semana antes negó haber recibido impugnación alguna y que airadamente rechazaba las denuncias de la MUD porque “obedece a declaraciones ofrecidas por voceros políticos y a falsas informaciones que de forma irresponsable han puesto a circular algunos ciudadanos en las redes sociales, que en nada contribuyen con el clima de paz y tranquilidad que reina en el país”, es el mismo TSJ que abruptamente, abre despacho el 27 de diciembre, en medio de vacaciones y admite ocho impugnaciones y luego dicta una insólita medida cautelar para dejar sin efecto la proclamación de los cuatro diputados de Amazonas, alterando gravemente la composición de la nueva AN.

Atropellan, amenazan, ordenan despidos, retaliaciones y abusos

La burocracia roja corrupta, derrotada por el voto de 8 millones de venezolanos, ha perdido el rumbo. Además de su intento de golpe judicial insultan a sus víctimas ex partidarios llamándolos traidores y vendidos. Y en lugar de aprender que su terrorismo de Estado solo sirvió para granjearles más rechazo, insisten en el método. En Corpoelec amenazan con despedir a todos los escuálidos, es decir a miles de trabajadores. En la AN despiden al secretario general del sindicato de empleados que les ganó las elecciones hace pocas semanas. Maduro anuncia que va a recoger todos los taxis que otorgaron en la campaña electoral, para castigar a miles que él supone votaron en su contra. Por cierto, eso pone de bulto lo importante que es la ley anunciada por los diputados de la MUD para dar título de propiedad a los beneficiarios de Misión Vivienda, justo para impedir esos abusos como él anunciado por Maduro. Y demuestra quien es el que quiere quitar. En paralelo, los sindicatos libres e independientes denuncian que el patrono-gobierno, tiene paralizados más de 200 contratos colectivos. O sea que el gran violador de los derechos laborales y de la LOTT es la revolución.

Ni ministros ni rectificación del desastre económico y social

Cuando los jerarcas robo-lucionarios dicen que “van a defender la revolución y los logros”, en realidad lo que están es desesperados por defender sus privilegios, sus negocios corruptos, su poder absolutista y la impunidad. “Me sabe a casabe”, dice Maduro refiriéndose a lo que él llama la AN burguesaque fue electa por millones de votos populares. No solo confiesa su vocación antidemocrática y de desprecio por la decisión de la inmensa mayoría del pueblo, sino que por extensión confiesa su indiferencia por la enorme crisis social, de aumento brutal de la pobreza, de angustia por la indefensión de todos ante la criminalidad y su indiferencia con el desastre económico causado por años de desgobierno.

Dos semanas ya van, en medio de la grave emergencia económica y social nacional sin designar ministros. Y, lo peor, dedicado a tratar de crear una crisis política, a provocar un choque entre el poder popular elegido en la nueva AN y su control del Poder Judicial. Ni una señal de estar interesado en hacer algo para resolver el caos económico, la escasez de casi todo que es cada vez más agobiante, la destrucción del aparato productivo nacional, la brutal inflación. depece54@gmail.com

02-01-16




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