Ni un paso atrás. Esa parece
la consigna del presidente Nicolás Maduro al configurar su nuevo Gobierno, que
tendrá enfrente a una Asamblea Nacional de mayoría opositora. La respuesta a la
crisis ha sido el aumento de la burocracia, la ratificación de parte de sus colaboradores
y la completa renovación del área económica con tres nuevos ministerios. Pero
se trata de un cambio apenas cosmético. Maduro se rodea de ministros
convencidos de que el problema no es el modelo, sino la aplicación de los
controles sobre la economía.
El presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, anunció en la noche del martes los nombres de los nuevos
integrantes de su Gabinete. De la nueva composición del Gobierno solo queda una
certeza. El jefe de Estado venezolano persiste en la apuesta de un modelo de
controles a la economía que se han traducido en una alta inflación y un crónico
problema de escasez y desabastecimiento.
La respuesta a la crisis
económica tras la victoria de la oposición en las pasadas
elecciones parlamentarias de diciembre ha sido el aumento de
la burocracia, la ratificación de algunos de sus colaboradores y la completa
renovación del área económica, donde destaca la creación de tres nuevos
ministerios. Se trata de un cambio apenas cosmético. Maduro insiste en la
narrativa de un conflicto entre los sectores populares de los que se considera
el representante y la oligarquía, que provoca la llamada “guerra económica”. El
líder chavista ha nombrado así a funcionarios convencidos de que el problema no
es el modelo, sino que los controles sobre la economía no han sido aplicados de
la forma correcta.
En el nuevo Gobierno de
Nicolás Maduro entran 18 nuevos ministros y repiten 14. Entre los nombramientos
destaca el del nuevo ministro de Economía Productiva, Luis Salas, que será
también el coordinador del área económica. Es partidario de los controles de
precios y ha arremetido con dureza contra el sector privado. Aristóbulo Istúriz
será el nuevo vicepresidente ejecutivo y coordinador del Gabinete. En el pasado
militó en Acción Democrática, partido del nuevo presidente de la Asamblea,
Henry Ramos Allup. El exvicepresidente ejecutivo Jorge Arreaza pierde peso y
pasa al Ministerio de Educación Superior. Será vicepresidente de un área
social.
En ese grupo destaca el nuevo
ministro de Economía Productiva, Luis Salas, de 39 años, académico de la
Universidad Bolivariana de Venezuela, quien, además, coordinará a todo el
gabinete económico. Salas defiende la idea de que el Gobierno venezolano es
víctima de un ataque despiadado de los capitales locales, es partidario de los
controles de precios, de persistir, como desde 2003, en la restricción de la
libre venta de divisas y ha calificado de “parasitaria” y de “captadora de la
renta petrolera” a la empresa privada venezolana. Recientemente, Salas prologó
el libro del economista español Alfredo Serrano Mancilla, asesor del gobernante
venezolano, titulado América Latina en disputa.Al gabinete económico también
llegan Miguel Pérez Abad (ministro de Industria y Comercio); Jesús Farías
(Comercio Exterior e Inversión Internacional); Wilmar Castro Soteldo
(Producción Agrícola y Tierras); Ángel Belisario (Pesca y Acuicultura); Rodolfo
Medina (Banca y Finanzas) y Emma Ortega como responsable de la novedosa cartera
de Agricultura Urbana.
Maduro también ha nombrado un
nuevo vicepresidente ejecutivo. Se trata del actual gobernador del Estado de
Anzoátegui (este de Venezuela), Aristóbulo Istúriz. Los analistas creen que
este nombramiento envía una señal de disposición al diálogo a la oposición.
Istúriz, que en el pasado militó en Acción Democrática, la formación
socialdemócrata a la que pertenece el nuevo presidente del Parlamento, Henry
Ramos Allup, representa la cuota de experiencia en el manejo político que
necesita sumar el régimen de Nicolás Maduro. Se
mantendrán en el área económica el militar retirado Rodolfo Marco Torres, ahora
como ministro de Alimentación; Eulogio del Pino, en su doble condición de
titular del despacho de Petróleo y Minería y presidente de Petróleos de
Venezuela, y Marleny Contreras, ministra de Turismo.
Plan de ajuste
La renovación del Gabinete
emergió de un conjunto de propuestas recibidas por el mandatario venezolano
tras el varapalo electoral sufrido el pasado 6 de diciembre. A tal efecto, el
chavismo celebró durante la última quincena de diciembre el Congreso Económico
del Pensamiento Socialista, del cual, según el relato oficial, habrían emergido
algunas de las propuestas después de cinco días de debates. Según un relato
publicado en el portal local Crónica Uno, del evento, que estuvo coordinado por
los hoy ministros Luis Salas y Jesús Farías, no llegó a emerger una propuesta
única para el presidente.
Parte de los economistas
chavistas están convencidos de que es necesario un plan de ajuste que incluya
la simplificación del batiburrillo cambiario —en Venezuela rigen tres tasas de
cambio oficial de acuerdo con el producto que se importa y una cuarta, no
oficial, con la que se tasan algunos bienes y servicios en la economía— y un
aumento de la gasolina, que se regala en este país.
Farías lo defiende así desde
hace seis meses. En julio de 2015 recomendaba al Gobierno “ajustar el control
cambiario a la nueva realidad del país” implementando dos tipos de cambio: uno
fijado por el Gobierno para los rubros prioritarios y otro donde la moneda
estadounidense oscile entre dos bandas de precios.
07-01-16
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