Por Alessandra Perdomo
La audiencia de los medios
gubernamentales es muy baja y, por tanto, su impacto es reducido, dice el
especialista. Cree que la crisis actual genera una especie de olla de presión
en la sociedad
En 2004, durante su primera
gestión como ministro de Comunicación e Información, Andrés Izarra hizo célebre
la intención del Gobierno bolivariano de instaurar una hegemonía
comunicacional.
Con al menos seis canales de
televisión, varios periódicos nacionales y locales, circuitos radiales y medios
digitales, muchos pensarían que el objetivo se alcanzó. Marcelino Bisbal,
profesor universitario e investigador del área, autor de números textos sobre
el tema comunicacional, estima que esa hegemonía que la Revolución Bolivariana
ha tratado de imponer realmente no ha tenido efecto.
“Si uno analiza los datos de
audiencia y lectoría de los más importantes medios radiotelevisivos e impresos
del Gobierno Nacional, es escandalosamente baja. Es decir, el impacto es
relativamente muy bajo. Lo que pasa es que ellos dan la sensación, porque van
copando todos los espacios”, comentó este sábado a Contrapunto tras la
presentación en el Festival de Lectura Chacao 2016 del libro Encrucijadas
de la Comunicación en Venezuela, de la que fue compilador junto a Jesús María
Aguirre.
Para Bisbal, director de
Posgrado de la Universidad Católica Andrés Bello, los venezolanos han ido
orientándose hacia otros medios, como los portales digitales.
“Son un espacio importante
que, lamentablemente, han surgido por necesidad y no por una evolución natural
de un medio convencional hacia un nuevo medio. Pero allí hay espacios a los que
la gente está acudiendo, mientras que en el aspecto radiotelevisivo, la gente
acude a la televisión por cable o a la radio por internet. El Gobierno no ha
tenido éxito, de ninguna manera”, puntualizó.
Ante un sistema que ha
promovido restricciones a la libertad de comunicar, censura y autocensura a
través de presiones como la que imponen los entes reguladores o la falta de
suministro de papel periódico, Bisbal considera que la labor periodística debe
seguirse fortaleciendo, a partir de los nuevos portales y los medios
convencionales que quedan en pie.
“Creo que hay un grupo de
periodistas, muy jóvenes, que a pesar de todas las limitaciones que tenemos, lo
están haciendo bien, no en términos panfletarios ni propagandísticos o
ideológicos, sino haciendo un buen periodismo, adaptándose a los nuevos
formatos y a la nueva situación del país”, señaló.
Cree, además, en la capacidad
de sobrevivir de esos novedosos medios digitales, incluso en una situación de
presiones desde el poder. “Una de las características de los nuevos medios es
que los cierras por aquí y se abren por el otro lado. Y un gobierno, a través
de Conatel, no lo puede controlar absolutamente todo. Sí puede controlar un
periódico impreso no dándole papel, sí puede controlar una radio o una
televisora, retirándoles la frecuencia, pero esos nuevos medios, a pesar de Conatel
y de que tengamos una banda ancha deplorable a escala planetaria, es muy
difícil de controlar, y eso se ha podido ir demostrando”, afirmó.
Bisbal señala que en medio de
la crisis económica y social que atraviesa la sociedad venezolana, la gente se
enfrenta a unas limitaciones que tienen que ver con su subsistencia: falta de
alimentos y medicamentos. “No creo que el país y la sociedad en general hoy
esté adormecida (…) Pero es como una olla de presión: adentro eso está en
efervescencia. El temor que me da es que cuando explote, no sabemos realmente
cómo va a hacerlo. Y deseo que no lo haga de la peor manera. Creo que hay allí
una ebullición”, analizó.
La incertidumbre
El libro Encrucijadas de
la Comunicación en Venezuela es una complicación de 17 ensayos de autores
vinculados con siete temas que han denominado como las grandes encrucijadas en
la materia.
Abarca, en general, la
incertidumbre que cubre el sector en el país antes dos escenarios: las
profundas transformaciones tecnológicas en el mundo de la comunicación, con los
nuevos medios y redes sociales; y el cambio del régimen comunicativo a partir
de 1999 con el llamado Socialismo Bolivariano.
Entre las firmas incluidas en
el libro se encuentran Mariela Matos, que trata la semiótica y tendencias de la
investigación; Blas Fernández, que aborda la agenda pública de la
responsabilidad social empresarial; Humberto Valdivieso, sobre el consumo
cultural en Venezuela; y Gustavo Hernández, que analiza a la relación entre
comunicación y educación.
23-04-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico