Treintaiuno de marzo de 2016
El
secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha exhibido un«optimismo moderado»
después de las más de dos horas de reunión con Pablo Iglesias, y ha resumido
así la situación: «Con toda cautela, con todas dificultades, hoy estamos más
cerca de un Gobierno del cambio que de repetir elecciones».
Sánchez
cree que se vislumbra una opción para formar un Gobierno «reformista y
progresista», con 199 votos, «la vía del 199», es decir, con el respaldo del
PSOE, Ciudadanos y Podemos. El problema, según él, es cómo se materializa ese
Gobierno: «Ahí está la discrepancia con el partido de Iglesias. Espero que
hablando podamos salvar esas discrepancia».
El
secretario general del PSOE se ha lanzado incluso a decir cuál es la noticia:
«La noticia hoy es que Iglesias y Podemos han dicho sí a entrar en una
negociación con el PSOE y Ciudadanos». Lo que no ha dicho él, pero sí Pablo
Iglesias, que habló antes ante la prensa, es que quiere hablar desde el
programa del PSOE y de Podemos, y no desde el acuerdo de Gobierno firmado con
Ciudadanos. Iglesias ha venido a decir que si Ciudadanos quiere abstenerse ante
un acuerdo entre PSOE y Podemos, bienvenido será.
Pero
Sánchez quiere quedar bien con todos, y ha asegurado que lo fundamental es que
se hable del acuerdo de Gobierno de Ciudadanos. «Soy un hombre de palabra», ha
llegado a decir Sánchez. «Todo acuerdo que se vaya a construir tiene que
respetar el acuerdo con Ciudadanos», ha dicho de forma más clara aún.
Ciudadanos y Podemos, «incompatibles»
Es
decir, todo sigue igual, porque Ciudadanos y Podemos se han declarado
incompatibles entre sí y ni uno ni otro están dispuestos a hablar de sus
respectivos programas.
Para
liar más las cosas, Sánchez ha introducido justo después un matiz importantes:
quiere reuniones entre los tres, ver qué medidas son comunes a todos, cuáles de
las 200 firmadas con Ciudadanos acepta Podemos, y a partir de ahí lograr un
programa común, y el resto se llevaría al Congreso para que decidieran los
partidos mediante debate y votaciones.«Sería un Gobierno parlamentario», se le
ha ocurrido.
Respecto
a que Iglesias haya dicho ahora que si el problema es que él sea vicepresidente
se quita de en medio, Sánchez ha comentado que «él se propuso solo y él se
excluye solo». Sí ha reconocido que aquella rueda de prensa de Iglesias en la
que el líder de Podemos se autopropuso como vicepresidente con una serie de
ministros de su partido la recibió como un ataque a su persona.
Poco
antes, Pablo Iglesias ha explicado que la reunión ha transcurrido de forma muy
cordial. «Voluntad mutua para continuar el diálogo», ha resumido el líder de
Podemos. Iglesias ha defendido «la vía del 161», en alusión a los votos que
sumarían el PSOE, Podemos e Izquierda Unida, frente a la «vía del 130», en
referencia al PSOE más Ciudadanos.
«Estoy
dispuesto a ceder y no estar en ese Gobierno a la valenciana», ha anunciado
Iglesias. La presencia de Podemos en un Gobierno asegura garantías, pero si su
presencia, la de Iglesias, impide al PSOE llegar a un acuerdo, él renuncia.
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