Por Jesús Elorza
El pasado domingo 24 de
julio, el Comité Olímpico Internacional (COI) dio a conocer su decisión en
torno a la crisis que se generó con la publicación del Informe Mc Laren, que
reflejaba la corrupción del deporte en Rusia y la participación de altos
poderes del estado en un sistema diseñado para ocultar el dopaje de sus
deportistas. La decisión, deja en claro la posición ¨Salomónica¨ de los
miembros del COI, al trasladar la responsabilidad de suspender a los atletas
involucrados en dopaje a las Federaciones Deportivas, y asumir por otro lado,
el servilismo complaciente con el gobierno ruso, responsable directo de la
organización y puesta en práctica del dopaje de atletas como una política de estado.
Al evadir sancionar a los
gobernantes rusos, el COI deja muy en claro que su decisión ha sido negociada
con el alto gobierno del Kremlin, representado por el Ministro del Deporte
Vitaly Mutko y el propio presidente Vladimir Putin. Rechazando o dándole la
espalda a la Asociación Mundial Antidopaje (AMA) que había solicitado al COI la
exclusión total del país de los Juegos Olímpicos Rio 2016, como un castigo
colectivo, a la altura de la gravedad de los hechos, para proteger la
integridad del deporte.
En segundo lugar, llama la
atención que la responsabilidad de las medidas disciplinarias fuese trasladada
unilateralmente a las Federaciones Deportivas Internacionales, lavándose las
manos el COI, como un ¨Pilatos¨ cualquiera. Posteriormente, con su cara muy
lavada Thomas Bach, presidente del COI anuncia que: ¨Los deportistas rusos de
las 28 especialidades olímpicas tienen que asumir las consecuencias de lo que
puede considerarse una responsabilidad colectiva, por lo que no puede
aplicársele el principio de presunción de inocencia¨. En otras palabras, esta
supuesta responsabilidad colectiva es solo de los atletas. Putin y su combo
quedan excluidos de la aplicación de cualquier sanción. No sería extraño, que
en el día de mañana el Kremlin condecorara a Pilatos Bach.
La acomodaticia decisión del
COI, también contempla que no podrán participar en Rio 2016, los atletas que
alguna vez en el pasado hayan sido sancionados por dopaje aunque hayan cumplido
su sanción. Esta medida, trae al recuerdo como diferentes comités olímpicos
nacionales, como el británico, quisieron aplicarla con sus propios deportistas
y como el Tribunal Arbitraje Deportivo (TAS) les desautorizó considerando que
no se puede sancionar a un deportista dos veces por una misma falta.
Pero, nuevamente la doble
moral queda al descubierto. Justin Gatlin, el norteamericano campeón olímpico
de los 100 metros en Atenas 2004 que, tras ser sancionado por dopaje cuatro
años, ganó la medalla de bronce en Londres 2012 y ¡ahora va a competir en Rio!
Al verse descubierto, Pilatos Bach se limita a decir que la decisión del COI
solo afecta a los rusos. Solo le faltó anunciar el nuevo paradigma de los
Juegos Olímpicos ¨lo importante no es competir sino doparse sin ser
descubiertos¨ y “si los descubren, los gobiernos quedan excluidos de
responsabilidades”.
Para no dejar ningún cabo
suelto, el COI también anunció la no aceptación en Rio 2016 de la rusa Julia
Stepanova, la medio campista que primero denunció el sistema de corrupción en
su país y que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) quería que
compitiera como atleta neutral, como ya lo había hecho en los Campeonatos
Europeos de Ámsterdam.
El argumento del COI es que
no reconoce la figura de ¨Deportista Neutral¨, asumiendo con ello una posición
antihistórica ya que en el mundo deportivo y político son ampliamente conocidos
los casos de:
- Los Juegos Olímpicos de
Barcelona 1992, cuando Yugoslavia se encontraba sancionada por Naciones Unidas
debido a las guerras yugoslavas y sus atletas no podían participar en competiciones
internacionales. El equipo de los Participantes Olímpicos Independientes,
estuvo formada en aquella ocasión por deportistas de la República Federal de
Yugoslavia y de la República de Macedonia.
- En los Juegos Olímpicos de
Sídney 2000, se designaron como Atletas Olímpicos Individuales a los cuatro
deportistas de Timor Oriental
- En el año 2011 fue
disuelto el Comité Olímpico de las Antillas Neerlandesas tras la desaparición
de dicha colonia ocurrida en 2010. Sin embargo, los atletas de la ex Antillas
Neerlandesa de Curazao, así como un atleta de Sudán del Sur, compitieron como
Atletas Olímpicos Independientes. Así mismo, los deportistas de las antiguas
Antillas Holandesas tenían la opción de competir bajo la bandera de Holanda
(como por ejemplo Churandy Martina) o bajo la bandera de Aruba.
En el caso de la no
aceptación de deportistas neutrales, Pilatos Bach también queda al descubierto
con su doble moral, ya que el mismo fue quien propuso que en los Juegos
Olímpicos de Río de Janeiro 2016, se designara como Equipo Olímpico de Atletas
Refugiados a cinco deportistas de Sudán del Sur, dos de la República
Democrática del Congo, dos de Siria y uno de Etiopía.
Pero, lo que sin lugar a
dudas deja al descubierto la entreguista posición del COI frente al régimen de
Putin, es que la atleta Julia Stepanova había sido acusada de traidora por las
autoridades del Kremlin y en solidaridad complaciente Pilatos Bach presidente
del COI excluye su participación en Rio 2016.
De rodillas y complaciente
con el dopaje como política de estado es el nuevo espíritu olímpico de Thomas
¨Pilatos¨ Bach y su combo del COI.
03-08-16
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