Por Pompeyo Márquez
Hoy es la jornada cívica que
la MUD denominó “Toma de Caracas” pero que será una demostración nacional del
coraje de un pueblo que dice ¡Basta! al amedrentamiento y la represión por
parte de la camarilla militar-civil para acallar la voz de quienes disentimos
de las erradas políticas del chavo-madurismo que han conducido al país a la
crisis sistémica más profunda de las últimas décadas.
Si nos atenemos a los
resultados de los últimos estudios de opinión podemos registrar con
anticipación la manera práctica como se manifiestan unas cifras elocuentes que
indican un 80%, casi unanimidad, en relación al repudio de Maduro y su cúpula
militar, y el deseo de encontrar una salida pacífica y electoral a la crisis a
través del referendo revocatorio establecido en el artículo 72 de la CN. Los
avances alcanzados en los últimos años por las técnicas de mercadeo nos induce
a darle veracidad a estos resultados.
Sin descender al optimismo
exagerado podemos vaticinar que nos aproximamos a un inicio de la solución y
son numerosos los analistas que coincidimos en que esta salida habrá de
materializarse en un programa para el “gobierno de unidad, de integración y
salvación nacional”, como bien lo expresó recientemente Enrique Márquez en un
amplio reportaje en este semanario; “una propuesta bien alejada del mesianismo”
señaló Márquez, como el caso que hemos citado recurrentemente de la transición
ocurrida el 23 de enero de 1958 que se materializó en un gobierno que luego
abrió un paréntesis de 40 años de democracia (1958-1998).
Otra idea que está
involucrada en este tema es que el comportamiento de los militares nunca ha
sido lineal sino que se ha desempeñado de manera irregular, tal como sucedió
durante la transición después de 27 años de dictadura gomecista a los cuales
siguieron gobiernos encabezados por López Contreras y Medina Angarita.
Con todo lo polémico que es
el 18 de octubre de 1945, el trienio 1945-48 fue de profundos cambios
democráticos, y como lo relata Manuel Caballero abrió las puertas a la
presencia de los militares, los partidos políticos y a la elección directa,
universal y secreta que llevó a la primera magistratura a Don Rómulo Gallegos;
sin pasar por alto que los mismos actores que dieron el golpe de 1945 fueron
decisivos en el golpe de 1948.
Hay que aprender de las
lecciones que da la historia para ayudar a trazar el rumbo de las luchas, en
este caso de las que sucederán a la protesta del 1/9/16.
04-09-16
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