Por José Guerra
Independientemente del
modelo económico, hay varios elementos que permiten caracterizar a un gobierno
como una democracia y quienes incumplan esos criterios no se les puede
catalogar como tales. Esos aspectos que definen a un gobierno como democrático
son, el voto popular directo, secreto y universal para elegir al presidente de
la República, diputados y gobernadores, la libertad de asociación
política, la libertad de prensa, la separación de poderes, de forma tal que el
Poder Judicial sea independiente tanto del Ejecutivo como del Legislativo y,
relacionado con el ejercicio del voto, que éste sea un instrumento cierto de
cambio de gobierno y no un mero instrumento para ganar legitimidad de origen o
para perpetuarse en el poder.
La ideología marxista
leninista, es decir el comunismo, por definición no es democrática porque según
sus postulados la democracia es una formalidad que esconde la explotación de
una clase sobre otra y, en consecuencia, de nada sirve que el pueblo vote o que
haya libertad política y de expresión si no cambia el régimen económico.
Claramente esto es una simplificación extrema que ha llevado a que los países
guiados por esta ideología hayan implantado gobierno dictatoriales.
No por casualidad todos los regímenes que asumieron el socialismo o el
comunismo combinaron de cierta manera el control estatal de la economía, un
esquema de partido único, inexistencia de libertad de expresión, el presidente
o jefe de Estado o de gobierno es escogido por un cogollo burocrático y los
poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial son la misma y única entidad. Por
cierto, en estos aspectos el comunismo y el fascismo son similares. Aunque al
menos teóricamente, el marxismo leninismo es ateo, en los hechos logran
conformar una especie de religión, basada en el culto a la personalidad, de
manera que su Dios pasa a ser su líder eterno.
Existes muchas experiencias
de gobiernos que han ganado elecciones mediante el voto popular y luego con el
poder en la mano, degeneran hacia un ejercicio autoritario. Hay otros que
sencillamente se declaran dictaduras como Cuba, donde durante más de medio
siglo no se realizan elecciones directas, universales y secretas para
elegir al presidente o donde no existen partidos políticos ni prensa
independiente. En ese país todo el poder lo mantiene el Estado.
Cuando el Poder Judicial es
utilizado para perseguir a los opositores o para anular las decisiones del Poder
Legislativo en ese país no hay democracia. Tampoco la hay cuando el presidente
de la República ordena o amenaza con encarcelar a sus adversarios políticos o
al negar a los ciudadanos el ejercicio del derecho al voto para propiciar
cambios que la Constitución establece. Por tanto, en estas condiciones los
países conservan una fachada de democracia para conveniencia pero en los hechos
dejan de serlo, porque la democracia en un ejercicio real que no se reduce
exclusivamente al acto de votar cuando al poder se le ocurra convocar a
elecciones.
25-09-16
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