Por Pompeyo Márquez
Estos meses que van hasta
diciembre, fecha tope para la realización del RR2016 contra Maduro, serán de
intensa movilización, de colocar como prioridad salvar a Venezuela y
garantizarle una calidad de vida satisfactoria a nuestro pueblo, a todos los
venezolanos sin excepción.
En los predios de la
alternativa democrática se habla de la necesidad de un acuerdo nacional,
incluyente, a partir de una visión sobre el futuro inmediato del país de que
todos somos necesarios, que están dadas las condiciones para la unidad nacional
y para un gobierno de transición que lleve a la práctica ese gran acuerdo
nacional.
Hay que levantar la
esperanza de que estamos cerca del inicio de la solución de la profunda crisis
que afecta a la aplastante mayoría de quienes habitamos este territorio llamado
Venezuela. Ese acuerdo nacional, en nuestra opinión, debe ser una plataforma
que contenga los principales puntos políticos, económicos, sociales y convocar
a la Nación venezolana a realizar un esfuerzo supremo para salir del foso a que
ha sido conducido por las erróneas políticas de una dictadura militar civil que
además de mediocre e incapaz, como lo demuestran los resultados de cerca de 18
años de gestión y está liderada por una cúpula corrupta.
El centro de ese acuerdo
nacional es reinstaurar la democracia, la República civil, una política
económica sostenible que modernice a Venezuela, que la haga progresar en todos
los ámbitos donde los déficits de libertad, de empleo y de comida (¡Tenemos
hambre!, es un grito que se oye a lo largo y ancho de todo el territorio
nacional).
La idea del acuerdo nacional
en nuestra opinión, sería hacer patente lo de la unidad nacional. Razones
sobran para intentar llevar a la práctica esta idea que se barajan en los
medios de la alternativa democrática, y el camino escogido por la MUD de
consulta, de intercambio de opiniones, de unificación, luce como el más
adecuado en este momento de grandes dificultades, problemas y peligros que
amenazan a la paz de la República, que pareciera les importa un comino a los
Maduro y a su camarilla, incluida por supuesto las cuatro comadres de la oficina
electoral de Miraflores que por comodidad denominan CNE, quienes intentan
retrasar el RR2016, la válvula de escape pacífica y electoral a la crisis.
No se trata de soluciones de
izquierda, de derecha, de centro, sino de algo más específico respondiendo a
las exigencias de estas dramáticas horas que vive nuestro pueblo, es en una
palabra, converger en esa unidad nacional, los puntos que servirán de encuentro
a los más diversos sectores de la sociedad venezolana.
Como advertencia final, es
bueno precisar que no desaparecerán las diferencias, pero nos convoca y nos une
un objetivo que permitirá abrir las puertas a una nueva Venezuela, como será el
RR2016 del aprendiz de dictador.
02-10-16
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