Luis Manuel Aguana, 28/10/2016
Como lo reseñe en mi nota anterior los acontecimientos van rápido. En
efecto, ocurrió lo que esperaba sin ser el profeta Dos Santos. Se derramó
sangre de los venezolanos, siendo la represión más violenta en el interior del
país. Noticias provenientes del Zulia dan cuenta de la paliza casi mortal que
le propinaron los colectivos violentos del régimen al Padre Palmar en el Zulia.
Los casos de Zulia, Barinas, Apure, Mérida, Sucre, Táchira, Nueva Esparta y
Aragua confirman la violencia sin límites con la cual el régimen a través de la
Guardia Nacional, no desperdició la oportunidad para ofrecer “gas del bueno” y
perdigones a las manifestaciones pacíficas de la “Toma de Venezuela” a
contravía de las disposiciones legales que lo prohíben de manera expresa.
Pero, ¿cuál fue el balance de ese primer día de manifestaciones en la
calle de la oposición, más allá de la violencia esperada del régimen? A mi
juicio sumamente deficiente, y no precisamente por la cantidad de personas en
la calle. De acuerdo a una nota periodística de Tal Cual, la dirigencia de la
MUD no estaba clara en cual era el siguiente paso a seguir (ver Los secretos de
la tarima de la MUD en la Toma de Venezuela, en http://www.talcualdigital.com/Nota/134077/los-secretos-de-la-tarima-de-la-mud-en-la-toma-de-venezuela).
Por un lado María Corina Machado decía que había que continuar la
marcha hacia Miraflores, mientras Henry Ramos Allup indicaba “juicio político”
y marcha a Miraflores la semana entrante. Por otro lado Lilian Tintori, Diana
D’Agostino y Maria Corina Machado discutían de la conveniencia de marchar al
Palacio Federal Legislativo, mientras Juan Guaidó de Voluntad Popular,
intervenía diciendo que esa marcha a Miraflores “no estaba dentro del
acuerdo”. Todo eso ocurría montados en una tarima frente a la multitud.
Esa política, al mero estilo de Chávez de decidir cosas trascendentales
frente a las cámaras, sin estudio ni discusión previa, porque “se me acaba de
ocurrir”, es lo que nos ha llevado de fracaso en fracaso en 18 años. El solo
hecho de haber dicho que se “iría a Miraflores” el 3 de Noviembre, aparte de
ser de una ingenuidad criminal, por decir lo menos, traduce una improvisación
intolerable de aquellos que dicen conducir la oposición de Venezuela. Pero si
es de otro modo, sería la mayor traición hecha a los venezolanos en lo que va
del presente siglo.
¿Qué esperaban que hiciera el gobierno ante semejante anuncio?
¿Quedarse de brazos cruzados? Posiblemente tengamos una suspensión de las
garantías constitucionales o un estado de excepción en Caracas ese día o antes.
Pareciera que tenemos al frente de la conducción política opositora a un atajo
de novatos justo en el momento político más crucial de nuestra historia
contemporánea, donde el país pide a gritos dirección, firmeza y seriedad en las
actuaciones de los dirigentes políticos. Que falta nos hacen un Betancourt, un
Villalba o un Caldera.
Pero seguimos entrampados en el problema. Debo insistir en la
conclusión de mi nota anterior (ver De un Revocatorio muerto a un Acuerdo
incompleto, en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/10/de-un-revocatorio-muerto-un-acuerdo.html).
Si lo que busca la oposición oficial reunida en la MUD es negociar con el
régimen, utilizando a la población como carne de cañón, están partiendo del
supuesto equivocado de que el régimen le importa derramar sangre. Lo han
demostrado más de una vez, en especial el 2014. Incendiaron y pusieron en
estado de sitio al Estado Táchira, mataron gente, hirieron y encarcelaron a
cientos de manifestantes en todo el país. ¿Por qué cree la MUD que ahora será
diferente?
Se me hace muy sospechoso que esa “marcha a Miraflores” sea lo último
que esgrima nuestra oposición luego del fracaso del Referendo Revocatorio.
Razón tienen quienes aseveran que el nivel de improvisación del 26 de octubre
se asemeja al que hubo el 11 de abril de 2002, con la diferencia que en esa
oportunidad la gente no esperó por ningún dirigente opositor y se fue sola al
Palacio de Misia Jacinta, sin saber que los esperaba un pelotón de
fusilamiento.
Y digo muy sospechoso porque estoy convencido que ese dialogo está
siendo buscado con la misma desesperación tanto por el régimen como por la
oposición oficial y se le monta un teatro a la multitud para justificar que si
se quiere marchar pero el régimen se opondrá violentamente, por lo que hay que
negociar con ellos una “salida” conveniente para ambas partes. La oposición
intenta, como ya se rumorea insistentemente, una mega-elección a mediados del
año 2017, con la amenaza de continuar en las calles. Esa estrategia opositora
de presión de diálogo tiene la grave desventaja de que en el ínterin se muere
gente a manos del régimen, sin contar con el hecho de que dialogar con
delincuentes es rechazado abiertamente por los venezolanos. El único dialogo
posible debe ser entre los mismos venezolanos a través de sus representantes
legítimos. Hay que rechazar entonces ese diálogo ensangrentado.
¿Qué hacer? Al régimen le importa un pito seguir matando gente en las
calles. Nuestra propuesta es convocar al Poder Constituyente Originario. ¿Y
cómo se hace eso? Organizándonos para recoger muchísimo más del 15% de
manifestaciones de voluntad establecido en el Artículo 348 constitucional para
la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario. Y
al tenerlas, exigir de quienes tienen la responsabilidad constitucional de
acatar las decisiones del Depositario de la Soberanía, las Fuerzas Armadas,
dispongan de lo conducente para que esa convocatoria se haga efectiva de
acuerdo con las reglas que ese mismo Soberano haya ordenado en su convocatoria,
sin la intervención de los Poderes Constituidos.
De nuevo, convocar primero al Depositario de la Soberanía y exigir
después pacíficamente su cumplimiento y por encima de los Poderes Constituidos,
a quienes constitucionalmente les corresponde obedecer. Hay que esgrimir, no
una convocatoria multitudinaria de un día, sino 7 millones de firmas como
mínimo -que fue la votación del 6D- para luego manifestar pacíficamente el
acatamiento de esa voluntad popular por parte de la Fuerzas Armadas.
En este punto –si han llegado tan lejos leyendo- habrá muchos de
ustedes que dirán, “este tipo si es ingenuo creyendo que los militares harán
caso a eso”. Se sorprenderían. Las Fuerzas Armadas no son solo su Alto Mando
corrupto. Ya se demostró el 6D-2015 cuando los militares torcieron el curso de
los acontecimientos aceptando la voluntad de la mayoría en las elecciones
parlamentarias (ver ¿Ganó la MUD o perdió el Gobierno?, en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/gano-la-mud-o-perdio-el-gobierno.html).
De ese modo no seríamos nosotros quienes pongamos el pecho para que nos
disparen los colectivos armados del régimen en una marcha a Miraflores, sino
los militares poniéndole orden al caos, que estoy seguro harían si se demuestra
con firmas fuera de cualquier duda, que existe la voluntad mayoritaria de los
venezolanos de un cambio en paz, dándole un curso constitucional a un llamado
Constituyente.
En la Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/)
ya tenemos las Bases Constituyentes de ese llamado, la Planilla de Recolección
de Firmas y los procedimientos para la convocatoria. Y aunque falta la voluntad
de quienes aún persisten en dialogar con delincuentes, insistiendo que el RR
fue el último recurso, no así la de aquellos que si creemos que el Pueblo de
Venezuela es capaz de resolver sus diferencias en paz, utilizando el verdadero
último recurso: la decisión final del Depositario de la Soberanía de convocarse
para una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario. Ese es el
único y verdadero diálogo, cualquier otro es un engaño a la población y viene
completamente manchado de sangre.
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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