ALFREDO MEZA 31 de octubre de 2016
En
plena madrugada del lunes en Caracas ha culminado la primera reunión entre
el gobierno y la oposición de Venezuela en el Museo Alejandro Otero, en el
suroeste de la capital. Ha sido una cita tensa, según refieren fuentes
consultadas, con duros cruces, en la cual cada bando aprovechó para
responsabilizar al otro del estado de las cosas en Venezuela. Los mediadores, entre
los que se encuentran una representación del Vaticano y tres expresidentes
iberoamericanos, han dado a conocer un documento que resume la jornada, así
como los días por venir. La próxima cita ha sido fijada para el 11 de noviembre
y la presión por la presencia del enviado del papa Francisco en Caracas ha sido
vital para que comiencen las conversaciones formales. Horas después de la
reunión, este lunes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, mantuvo una
reunión con el enviado especial de Estados Unidos, Thomas Shannon, y se volvió
a citar con uno de los mediadores, el expresidente español José Luis Rodríguez
Zapatero.
Las
partes han alcanzado acuerdos para constituir cuatro ejes temáticos, de acuerdo
con una metodología y sobre unas premisas propuestas por los acompañantes. “Con
el propósito de mantener y preservar un ambiente de paz y de concordia, el Gobierno y la oposición se comprometieron a
disminuir el tono de agresividad del lenguaje utilizado en el debate político”,
agregó monseñor Claudio María Pecelli como colofón del comunicado.
Estas
mesas llevarán, de momento, los siguientes títulos: a) Paz, respeto al Estado
de derecho y a la soberanía nacional, coordinada por el exjefe del gobierno de
España José Luis Rodríguez Zapatero; b) Verdad, justicia, derechos
humanos, reparación de víctimas y reconciliación, a cargo del Vaticano;
c)económico-social con la guiatura del exmandatario de República Dominicana
Leonel Fernández; y d) generación de confianza y cronograma electoral,
encabezada por el expresidente de Panamá, Martín Torrijos.
El
inicio del diálogo pareció restarle impulso a las iniciativas políticas que
tomaría la oposición en el Parlamento, un juicio político al presidente Nicolás Maduro y la
declaratoria del eventual abandono del cargo, y a la protesta pautada para el
próximo 3 de noviembre, que plantea una caminata hasta el palacio de gobierno
en el centro de Caracas. Pero el secretario general de la Mesa de la Unidad
Democrática, Jesús Torrealba, de inmediato descartó cualquier cambio en la
estrategia en declaraciones al sintonizado programa de César Miguel Rondón. “La
marcha va tal como estaba prevista”.
La
suspensión de la agenda de protestas dependerá de los gestos de gobierno. Dos
de los puntos de honor para la oposición son la liberación de los presos políticos, que el gobierno
llama “políticos presos” y la continuación del referéndum revocatorio,
paralizado por órdenes de cinco tribunales de provincia por supuestas
irregularidades en el primer tramo de la presentación de los requisitos. Pero
también en las últimas horas ha ganado cuerpo la idea de que se organicen
comicios generales como una forma de desactivar el conflicto político. En junio
de 2017 se celebrarán las elecciones de gobernadores y en diciembre de 2018 las
presidenciales. Un adelanto de ambos procesos es también una posibilidad.
Después
de muchas dudas la oposición ha decidido presentarse en la mesa con una baja
notoria: la ausencia del representante de Voluntad Popular, la formación
del dirigente Leopoldo López. En un comunicado enviado poco antes del
comienzo de la reunión sus autoridades aseguraron que no estaban dadas las
condiciones para presentarse a conversar con el gobierno. Voluntad Popular es
uno de los cuatro partidos que forman el llamado G4 de la MUD, que controlan la
instancia. Los otros partidos son Acción Democrática, la tolda del presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup, Un
Nuevo Tiempo, la organización del excandidato presidencial Manuel Rosales y
Primero Justicia, del también exaspirante presidencial y principal polea del
referéndum revocatorio Henrique Capriles Radonski. Acerca del primer careo
Capriles ha dicho que confía en el Papa Francisco. “A Maduro no le creo ni los
buenos días, son unos diablos capaces de todo”, escribió en Twitter.
A
primera hora del domingo no estaba claro que la MUD se presentara a la reunión
convocada debido a sus diferencias. Fue un debate muy tenso, solo Un Nuevo
Tiempo, el partido más proclive al diálogo, estaba dispuesto a sentarse sin
condiciones. Tuvo que mediar un duro comunicado enviado por la Conferencia
Episcopal Venezolana para que los más dubitativos cedieran. “Hacemos un llamado
urgente tanto a los representantes el gobierno como de la MUD a ser coherentes
con lo solicitado al Santo Padre y a entender que es solo el camino del diálogo
junto con el respeto a la Constitución y las leyes, y no el de la perenne
confrontación, el que puede permitirnos encontrar alternativas de solución a
tantos males que nos aquejan”, afirmaron los obispos.
Con
todo, no ha sido posible que el partido de López se moviera de su postura
inicial. Pero han dejado claro que, si el gobierno tiene un gesto como el que
reclaman, podrán incorporarse al diálogo. “Teníamos la obligación moral y
política de ir a la cita porque nosotros solicitamos la incorporación del Vaticano”, explicó Torrealba en su
programa de radio matutino. Parte de ese espacio tuvo que dedicarlo a responder
a quienes consideran que el diálogo es una capitulación. La posibilidad de que
el gobierno use el espacio para ganar tiempo e impedir que se concrete una
salida electoral preocupa a muchos.
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