Por Emma Sánchez Álvarez
Rita Elena Áñez, rectora de la
Unexpo, señala que los profesores jubilados han sido el "salvavidas"
ante la renuncia masiva del personal altamente especializado. Indica que es muy
urgente la transferencia de créditos adicionales a las universidades
Para la rectora de la
Universidad Nacional Experimental Politécnica "Antonio José de Sucre"
(Unexpo), Rita Elena Áñez, el problema más grave que confrontan las
universidades nacionales, y por ende la que ella lidera, es la situación
socioeconómica por la que atraviesa el país. Esto incide directamente en la
calidad de vida y el desempeño de los profesores, estudiantes y trabajadores,
así como en la misma subsistencia de las casas de estudios.
“Hay tres grandes bloques de
problemas en la Unexpo", dice de entrada. "El más visible es el tema
de inflación, inversión y dotación; y el menos visible que estamos viviendo,
pero que es muy dramático, es la renuncia masiva de personal altamente
especializado en las áreas de enseñanza; sobre todo, en el caso nuestro, en el
decanato de Ingeniería”.
Áñez inició su carrera como
profesora en esta casa de estudios, en el año 1979, donde formalmente ingresó
en 1986. Para aquella época, recuerda, ganaba el equivalente a 2 mil dólares.
Hoy día su sueldo como rectora de la Unexpo está muy lejos de esa cifra: no
llega a 100 dólares. La rectora, con maestría y doctorado, lleva más de 30 años
de servicio y especializaciones.
Un profesor en esa casa de
estudios recibe un sueldo de 70 mil bolívares. Esto ha ocasionado una grave
crisis de personal docente, porque muchos jóvenes catedráticos y especialistas han
emigrado a otros países. Los profesores jubilados “han sido nuestro salvavidas
ante la renuncia masiva del personal altamente especializado”, comenta.
En el caso de los estudiantes,
la rectora observa con preocupación que, “en la promoción del 2016, un poco más
del 50% de los estudiantes graduados solicitaron notas certificadas y avales
para irse fuera del país. Tanto en el caso de los profesores como de los
estudiantes esta situación de emigrar resulta triste y dolorosa”.
Por otra parte, considera que un
tema importante, que debe abordarse con el Ministerio de Educación
Universitaria, Ciencia y Tecnología es el de la calidad en la enseñanza, en el
sentido de apostar por el talento humano para crear mejores docentes que
estimulen el aprendizaje de contenidos actualizados.
Áñez: Debemos apostar por el
talento humano para crear mejores docentes. Foto: cortesía Unexpo
Presupuesto y éxodo: los
principales problemas
–¿Cuáles son, en su criterio,
los cinco problemas más graves que confronta la Unexpo?
–El tema de las universidades
en Venezuela, y tomando como base la última década, tiene que ver mucho con la
inversión a la cual está obligado el Estado en áreas estratégicas para
fortalecer la calidad de la enseñanza, la investigación y las posibilidades de
ejercer interacción con el entorno local o regional donde se esté. En el caso
de las universidades, esa inversión tiene que ver con infraestructura física,
el enfoque tecnológico, equipos, laboratorios y el talento humano. En los años
80-90, inclusive a comienzos de este siglo, teníamos los mejores profesores
porque se les daba la oportunidad de formarse en el exterior en áreas
estratégicas. Esa internacionalización o globalización del conocimiento
requería o requiere de una inversión del Estado. Entonces, tenemos problemas en
la estructura física-tecnológica, en la estructura de planta física y en esa
formación del profesor que es un factor fundamental en el proceso de enseñanza,
sobre todo en el aprendizaje de los contenidos actualizados por parte de nuestros
estudiantes.
"El segundo bloque de
problemas está asociado con el tema presupuestario y la hiperinflación que
tenemos para el mantenimiento de costos operativos. Esto significa
telecomunicaciones, internet, telefonía y hasta servicios básicos", agrega.
"Y el tercer bloque de
problemas son de índole más humanos, y es lo que señalé anteriormente: nuestro
personal está emigrando, sobre todo el docente y técnico especializado. La
razón: no tienen una remuneración acorde con la preparación o los niveles de calidad
de vida a los que ellos aspiran y para los que se prepararon. Lo más doloroso
es que hemos invertido en su formación, o que hemos tratado de darles, dentro
de las carencias, las nuevas herramientas para un desempeño profesional
altamente especializado. Sin embargo, esa alta especialización los hace
competitivos en el mercado internacional. Solicitan permisos no remunerados por
uno o dos años y, finalmente, terminan renunciando en forma definitiva a
nuestra universidad, y a vivir en el país", describe.
–Hay un nuevo ministro de
Educación Universitaria. ¿Cuáles son las prioridades que debería atender, sobre
todo en estos momentos?
--La calidad de la enseñanza,
porque es un eje transversal que involucra a los dos actores fundamentales:
profesores y estudiantes en su calidad de vida y de subsistencia. En el caso de
los estudiantes, porque actualmente tienen becas por debajo del nivel, y en el
caso de los profesores, con salarios depauperados. Esto incide en la calidad de
la enseñanza y en la calidad de vida de ambas partes. ¿Qué necesitamos
nosotros? Talento humano altamente capacitado. Cualquier factor que incida en
ese objetivo, principalísimo de nuestra existencia como instituciones de
educación universitaria, atenta contra la propia misión de la universidad. Por
ello, la prioridad debe ser activar todo aquello que coadyuve a que se
mantengan la calidad y la pertinencia de los conocimientos que enseñamos.
–¿Qué aspectos o iniciativas
positivas ha hecho el Ministerio de Educación Universitaria que deben ser
profundizadas o retomadas?
–Con toda la polémica que eso
pudo generar en el pasado, y en atención a esa calidad de vida de los
estudiantes, están los programas, de común acuerdo, entre el Ministerio de
Alimentación, Producción Agrícola y Tierras y Educación para dotar a los
comedores estudiantiles de proteínas, que es uno de los componentes más
importantes de la dieta. Esta es una política que tiene que ser reforzada y
permanentemente revisada en cuanto a los costos, pero sobre todo en cuanto a
los canales de distribución para que llegue oportunamente a los comedores. Esto
redunda en una mejor calidad de alimentación de los estudiantes y, por
supuesto, un elemento más de arraigo para que ellos sientan que su universidad
tiene los servicios estudiantiles cubiertos. Yo creo que hay que reforzar estos
programas de apoyo al estudiante. Fue polémico al inicio, y nosotros lo
apoyamos desde la Unexpo. Creemos que debe continuar y profundizarse, porque
coadyuva a bajar los costos de producción y de elaboración de la comida en los
actuales momentos.
"Lo segundo, y que ojalá
se retome, es la aprobación oportuna de los créditos adicionales para subsidiar
un presupuesto universitario que es insuficiente. El año pasado los créditos
adicionales llegaron más o menos con tiempo, pero con muchos trámites. Este año
aún no llega el primer crédito adicional, tanto para gastos de funcionamiento
como para hacer una pequeña inversión en el mantenimiento de nuestras
instalaciones y pago de créditos varios. Esperamos y aspiramos a que en la
próxima reunión con el nuevo ministro nos informe sobre este cronograma de
entrega de los recursos adicionales, que son vitales para pagar las necesidades
básicas. No estamos hablando de grandes inversiones, sino de las ineludibles
para el mantenimiento de la operatividad de nuestra casa de estudios",
refiere Áñez.
Llama la atención, también,
"sobre la revisión permanente de los salarios de los trabajadores
universitarios. El año pasado se hizo en dos ocasiones, y este año en el mes de
enero. Es importante que estos recursos lleguen a tiempo, sin crearle a la
gente expectativas con anuncios. Todavía no han llegado los recursos del
incremento salarial aprobado en enero. Si bien es bueno que se mantenga la
política de la revisión salarial, también es importante la entrega oportuna de
los recursos presupuestarios adicionales".
Pese al incremento de las
becas, la deserción de estudiantes se ubica en 30% en el caso de la Unexpo
Aumentó la deserción
–¿Cuáles son los temas
pendientes del Ministerio con las universidades?
–La misma agenda que se
concibió con el ministro Hugbel Roa, y que tiene que ver con mis respuestas
anteriores. Para darle calidad a la enseñanza es fundamental que los actores,
tanto profesores como estudiantes, tengan sus necesidades resueltas, las mismas
que he enumerado.
–¿Y qué sucede en el caso de
la Unexpo?
–En el caso de la Unexpo, que
cuenta con 15 sedes en cuatro entidades geográficas, y específicamente tomo
como ejemplo una: la de la región capital, tiene altas carencias de plantas
físicas. Este aspecto lo tenemos que agendar con el ministro Roa para darle la
inversión, aunque sea la mínima, para que esa enseñanza que se dan en los
talleres y laboratorios de Ingeniería cuente con el mantenimiento que requiere.
Este es un tema pendiente: la infraestructura científica, tecnológica y de
plantas físicas. También es un tema pendiente el vencimiento de la convención
que agrupa a los trabajadores universitarios en torno a sus remuneraciones
salariales y sociales.
–¿Qué incidencia ha tenido la
crisis económica en los estudiantes de su universidad?
–En las últimas dos décadas
realizamos un estudio sobre los estudiantes, y la deserción siempre rondaba
alrededor de 5%. Tres cosas incidían: lo regional, lo socioeconómico y lo
vocacional. Ahora ese 5% pasó a un 30%, en función básicamente del factor
socioeconómico. Es decir, no tienen la posibilidad de mantener los estudios a
pesar de que las becas se incrementaron a 12 mil bolívares. Nosotros les damos
dos de las tres comidas y el transporte. Aún así, ese subsidio directo de 12
mil bolívares no está acorde con las necesidades fundamentales que un
estudiante promedio debe tener, y esto está incidiendo mucho en la permanencia
de nuestros estudiantes en las aulas.
–¿Cuál ha sido la respuesta
del estudiantado?
–Lo triste del asunto, tengo
que decirlo, y hablo de 2014 hasta el 2016, es que la actitud de los
estudiantes sigue siendo combativa y protestaría, pero hay una realidad, y es
que los jóvenes están buscando alternativas en el mercado laboral, o bien
saliendo del país. Por ejemplo, los egresados: hemos observado con grandísima
preocupación que un poco más de 50% de cada promoción de graduados pide notas
certificadas y avales para irse fuera del país. La última promoción, la de
2016, era aproximadamente de cerca de mil ingenieros. Y yo no lo podía creer:
en 2016 firmé más de 500 notas certificadas de graduados para irse al exterior
y hacer equivalencias en otros países y poder insertarse en el mercado de
trabajo en el mundo.
–¿Se mantiene o no la
producción científica de la Unexpo?
–Estamos haciendo grandes
esfuerzos. Es algo impresionante. Nosotros apostamos, en el año 2015 al 2016, a
postular 19 proyectos nacionales e internacionales en materia de investigación.
¿Y qué pasó y sigue pasando? Muchos de esos proyectos no pudieron concluirse
porque todos los insumos son dolarizados. El Banco Central de Venezuela (BCV)
mantiene con nosotros una deuda de más de 600 mil dólares que fueron aprobados
inicialmente por el Cencoex para comprar y pagar los insumos internacionales, y
no han podido liquidar esas divisas.
"Los proyectos de corte
tecnológico requieren un financiamiento para equipamiento. Si tengo el
financiamiento en bolívares, hacer la conversión no es nada fácil. Sin embargo,
decidimos generar alianzas en el área estratégica de investigación. Dos
concretas: emprendimientos locales de carácter empresarial y, por qué no
decirlo, hemos buscado empresas del Estado que necesitan asistencia y apoyo
técnico. Ahora tenemos en puerta dos proyectos: tuvimos hace semanas una
exposición en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) para
hacer alianzas con algunas de las empresas de Pdvsa, para darles apoyo técnico.
De esta manera, formamos a nuestros ingenieros en pasantías y tesis. Y después,
utilizar a nuestros profesores en la demanda de conocimiento de alta
tecnología", explica Áñez.
"También estamos haciendo
alianzas con otras empresas del Estado en proyectos nacionales, con el tema de
materiales. Hicimos alianza con BCV para el diplomado de oro. Estamos buscando
alianzas con las empresas locales, llámense municipios, alcaldías o gobernaciones,
cámaras industriales y Consecomercio. Estas nos permiten mantener al día la
plantilla de nuestros profesores en cuanto a requerimientos que demanda el
entorno, y al mismo tiempo sirve para retroalimentar a nuestros estudiantes con
las pasantías, que para nosotros son muy importantes por el perfil de nuestra
universidad".
La rectora destaca, como una
de las tareas pendientes, el empleo de las nuevas tecnologías: "Para
nosotros es fundamental tratar de que todos nuestros contenidos de las enseñanzas
se virtualicen llevándose a las redes, para democratizar el aprendizaje.
Adecuarnos a las nuevas tecnologías es otro de los retos que tenemos en la
Unexpo".
–¿Qué tanto ha afectado a su
universidad la fuga de cerebros?
–Dolorosamente, mucho. En el
caso de los profesores jóvenes de áreas estratégicas -como tecnología,
educación virtual, emprendimiento, ingenieros de materiales, de computación e
informática y otras especialidades- muchos se han ido. Para nosotros las
pérdidas en la parte laboral profesoral son muy dolorosas, insisto: primero en
lo afectivo, porque fueron estudiantes nuestros que vimos crecer y que
trabajaron en la universidad por lo menos una década, y colectivamente en
cuanto al conocimiento porque dejamos de contar con esas anclas. Esta fuga
todavía nos está afectado...
–¿Cuántos profesores se han
ido?
–Cerca de 40 especialistas. En
general, muchos más. Ayer renunciaron 10 profesores, quienes se habían
incorporado como contratados. El sueldo no les da ni para pagar el transporte,
ni para su dieta básica; es decir, no les sirve para vivir. Estamos trabajando
ahora con la colaboración, y esto hay que decirlo de los profesores jubilados.
Los estamos atrayendo, y muchos de ellos están muy comprometidos.
Ahora "tenemos a 16
jubilados especialistas contratados solamente en Caracas, sin contar las otras
sedes. Nos han apoyado en esta crisis. Los profesores jubilados han sido
nuestros salvavidas para nuestros estudiantes. Ellos hablaron con nosotros, y
se pusieron a la disposición para la actividad docente de aula y de
laboratorio, para ser jurados de los concursos de oposición del personal
docente y tutores de las tesis", subraya.
Las diferenciales salariales
atentan contra la Unexpo, tal como lo expone la rectora: "Los estudiantes
que se gradúan tampoco quieren continuar en la universidad como profesores,
porque en la calle un ingeniero comienza ganando como 150 mil, y aquí solo
ganarían 70 mil. Es el tema socioeconómico, que nos pega duro a todos por
igual".
15-03-17
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