Comunicado
de Expresión Libre, 03/04/2017
El vil
ataque de un grupo de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) contra
la periodista venezolana Elyangelica González, corresponsal en nuestro país de Radio Caracol de Colombia y de Univisión,
México, no puede pasar con una más de las numerosas agresiones que durante
tantos años se han registrado en Venezuela contra los reporteros en ejercicio
de su labor profesional.
Por
su condición de mujer, por el número de militares que se ensañaron contra una
trabajadora indefensa, por ocurrir en momentos en que nuestro país está bajo la
mirada atenta de la comunidad internacional dado el comportamiento
antidemocrático de su gobierno, el video que recogeel episodio vivido por la
colega González le ha dado la vuelta al mundo y ha venido a desfigurar aún más
el rostro de un gobierno que no oculta su perfil represivo, ni su desprecio por
la libertad de expresión, así como la Constitución y las leyes.
En
dicho video se observa cómo, durante protestas frente al TSJ por las sentencias
155 y 156 de ese tribunal que quebrantaron el orden constitucional, hasta
catorce efectivos uniformados y dos funcionarios de civil rodean a la
periodista que se encuentra sentada sobre el pavimento y proceden a agarrarla
por las extremidades y llevarla primero a rastras y finalmente en vilo hasta la
parte exterior de la sede del Tribunal Supremo de Justicia, organismo que en
horas de la madrugada había dictado una sentencia que rompió el hilo
constitucional, como fue denunciado por la Fiscal General de la República,
Luisa Ortega Díaz. Además le destruyeron su celular de trabajo.
La
brutalidad y violencia que ha caracterizado desde hace cierto tiempo las
actuaciones de la GNB contra los periodistas dice mucho de la manera como el virulento
discurso oficial ha creado en el funcionariado de ese cuerpo de seguridad y
otros,la idea de que disponen de una “patente de corso” para arremeter sin
contemplaciones y sin reparar en los daños físicos que pueden ocasionar contra
los periodistas venezolanos y extranjeros. Grave es también que esos
uniformados permitan a los colectivos, gruposparamilitares del régimen, agredirlos
y robarlos impunemente en su presencia.
Es
desde todo punto de vista inaceptable que estos funcionarios militares traten a
los trabajadores de la prensa como verdaderos enemigos, susceptibles de ser golpeados,
detenidos, inmovilizados durante horas y despojados de su material informativo
y de sus instrumentos de trabajo, que a veces le son robados y en otras, como
en el caso de la corresponsal González, destruidos. Es una auténtica práctica
de apartheid.
El
llanto de Elyangélica González mientras contaba la dura experiencia que le tocó
vivir, y el cual pudo ser oído por el pueblo colombiano a través de la radio
cadena nacional para la cual trabaja, avergüenza el gentilicio venezolano y al
mismo tiempo enardece por la bestialidad del trato dado a una periodista que no
ha cometido delito alguno ni realizado ninguna acción que ameritara trato tan irrespetuoso
y desalmado.
Valga destacar que el atropello contra González
no fue el único de ese día en el operativo alrededor del TSJ comando por el
coronel Bladimir Lugo, quien se ha hecho famoso por otros desmanes de la misma
naturaleza. La periodista Zuhe Rodríguez y el camarógrafo Oscar Graterol, de
Globovisión, fueron agredidos, amenazados y robados sus equipos; Andry Rincón,
de Vivo Play TV, fue retenido y también despojado de su equipo.
Como
en otras ocasiones, no habrá disculpas ni reparos, ni nadie responderá por el
daño del instrumento de trabajo de los periodistas.
Desde
Expresión Libre, Comunicadores por la Paz y la Democracia, condenamos
enérgicamente y repudiamos la actuación de la GNB contra nuestra colega
Elyangélica González, con quien nos solidarizamos y acompañaremos en las
acciones que pueda emprender contra sus agresores.
Silvia
Alegrett
Coordinadora
General
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico