Por Julio Borges
Las dos sentencias del
Tribunal Supremo de Justicia que le otorgaron a éste y al Ejecutivo las
funciones que de la Asamblea Nacional y la eliminación de la inmunidad que la
Constitución establece claramente y que por orden del presidente Maduro a los
magistrados, evidenciando la inexistencia de la separación de poderes fueron
tachadas, se constituyen en un golpe de Estado. Los 7 magistrados por órdenes
de Nicolás Maduro rompieron así el orden constitucional, una decisión cuyo
objetivo inicial es que el Gobierno negociará con empresas extranjeras sin el
control parlamentario constitucional í el orden constitucional, una decisión
cuyo objetivo inicial es que el Gobierno negociará con empresas extranjeras sin
el cpara seguir robando el dinero de los venezolanos.
La Asamblea Nacional ha sido bloqueada desde diciembre 2015 hasta hoy con 56 sentencias emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia en su contra. Nuestra Constitución es clara: la Asamblea Nacional es un poder cuya soberanía emana del pueblo y este poder legislativo, electo con la participación histórica del 75% de los ciudadanos: 14 Millones de votantes, el 6 de diciembre de 2015, debe ser respetado.
La Asamblea Nacional ha sido bloqueada desde diciembre 2015 hasta hoy con 56 sentencias emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia en su contra. Nuestra Constitución es clara: la Asamblea Nacional es un poder cuya soberanía emana del pueblo y este poder legislativo, electo con la participación histórica del 75% de los ciudadanos: 14 Millones de votantes, el 6 de diciembre de 2015, debe ser respetado.
El mundo entero se ha
pronunció: gobiernos, parlamentos, partidos, organizaciones internacionales,
todos frente a esta estocada final que se le ha dado a la democracia venezolana
y nos acompañan en nuestra lucha por recuperarla.
La Fiscal General Luisa Ortega
Díaz ha declarado que estas sentencias rompen el orden constitucional. Es la
hora de obedecer a la conciencia, pues nuestro único jefe es la Constitución
Nacional que es el marco de convivencia que todos debemos respetar.
La Fuerzas Armadas y quienes están al frente de los poderes públicos,
deben atender el llamado de su conciencia. Ahora que el mundo nos acompaña
debemos organizarnos en un gran movimiento de unidad nacional en las calles en
defensa de la Constitución y la Democracia. El gobierno está fracturado y
débil, por eso acude a la fuerza bruta y a la violación abierta de la
Constitución para no aceptar que el pueblo venezolano lo repudia.
No ha cambiado nada porque no
se respeta a la Asamblea Nacional en sus competencias constitucionales, ni el
derecho del pueblo venezolano a votar. Por eso la Asamblea Nacional iniciará el
procedimiento establecido en la Constitución para solicitarle al poder
ciudadano la calificación de falta grave de estos magistrados y continuará
luchando por un cronograma electoral claro que permita que la soberanía que
reside intransferiblemente en el pueblo se exprese frente a la crisis.
Venezuela tiene hambre de alimentos y de libertad. Hambre de Justicia para
colocar orden y empezar a construir juntos en base a la Constitución un futuro
más digno para todos los venezolanos.
04-04-17
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